Durante los últimos años, se está hablando mucho del senior housing, término que engloba diferentes fórmulas de alojamiento para personas mayores (entre otros, independent living, assisted living, residencias de la tercera edad, residencias de cuidados continuados, etc.). En el presente artículo, nos centrarnos en el independent living, modelo destinado el segmento más joven de la tercera edad (en inglés, los young seniors), que precisan poca o ninguna asistencia en su día a día.
Las principales características del independent living frente a otras fórmulas de senior housing son:
1.- Perfil de los residentes: Se trata de personas mayores jóvenes e independientes. La media de edad se sitúa entre los 65 y los 75 años. Pueden estar jubilados o no; vivir en pareja o ser solteros o viudos, pero todos ellos buscan un estilo de vida. Sus motivaciones al elegir este tipo de alojamientos no están relacionadas con la incapacidad de valerse por sí mismos, sino con mejorar su calidad de vida.
2.- Sentimiento de comunidad: Los centros ofrecen una amplia oferta de actividades, desde clases de cocina a noches de cine, para fomentar la interacción y colaboración entre los residentes. El sentimiento de pertenencia a una comunidad con unos intereses y aficiones comunes es de vital importancia para los residentes.
3.- Fomento de la vida activa a través de las actividades, servicios e instalaciones. Estos centros suelen disponer de biblioteca, gimnasio, piscinas, zonas verdes, espacios al aire libre, pistas de tenis e, incluso, se sitúan en las proximidades de campos de golf.
4.- Viviendas adaptadas: Se trata de centros específicamente diseñados para facilitar la vida de los residentes, por lo que se encuentran adaptados a sus necesidades (ausencia de escaleras, puertas más anchas, etc.) si bien existen distintos modelos desde los apartamentos en edificios colectivos a las casas unifamiliares en urbanizaciones cerradas.
5.- Servicios: Los centros ofrecen junto con el alojamiento, una serie de servicios básicos como son transporte, servicio de limpieza y lavandería, comedor y seguridad a todos los residentes. Adicionalmente, los residentes tienen acceso a otros servicios a la carta como peluquería, fitness o fisioterapia. La mayoría de las comunidades no prestan servicios sanitarios, aunque pueden tener acuerdos con proveedores de salud que acuden semanalmente al centro o puntualmente bajo demanda.
6.- Sostenibles. Suelen ser centros sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, que cuentan con las tecnologías y procesos necesarios para alcanzar dichos objetivos.
7.- Oportunidad de inversión. España es un lugar idóneo para el desarrollo de este nuevo concepto, motivo por el que los inversores, tanto nacionales como internacionales, han puesto sus ojos en nuestro país, prueba de ello es la gran cantidad de centros de independent living que tienen prevista su apertura en España en el año 2022.
Desde un punto de vista jurídico, la implantación de las comunidades de independent living requiere un análisis, caso por caso, para determinar a (i) qué régimen de usos urbanísticos se ajustan (residencial, terciario o dotacional), (ii) qué condiciones edificatorias y de servicios deben reunir y (iii) cómo se regula la relación con el residente, ya que no existe un modelo único, sino una amplia diversidad de comunidades diferenciadas por tamaño, por ubicación (los seniors resorts), por los servicios accesorios que se ofrecen, por el sistema de promoción y gestión (por terceros o por los propios residentes (i.e. senior co-housing), etc. Y ello con la dificultad añadida de que estas comunidades evolucionan, por lo que el uso urbanístico y los servicios ofrecidos podrían variar a lo largo del tiempo. Este sería el caso, por ejemplo, de una comunidad que evoluciona del independent living al assisted living según sus residentes envejecen y necesitan mayores cuidades.
Además, en el referido análisis deben considerarse otras cuestiones tales como (i) cuál es el tratamiento fiscal de los servicios que se prestan, (ii) si existe un derecho de admisión en estas comunidades, (iii) la aplicabilidad o no de las limitaciones a los precios del alquiler que se recogen en la nueva Ley de la Vivienda, etc.
En definitiva, el independent living se trata de un fenómeno que se está abriendo paso en España, que pretende dar respuesta a las necesidades de un segmento concreto de la población (mayores de 65 años), que buscan una forma de vivir independiente en comunidad, con unas instalaciones y servicios comunes que fomenten su actividad física y social y que valoran cada vez más la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.
Jaime Díaz de Bustamante, socio de Inmobiliario en Gómez-Acebo & Pombo Abogados (GA_P)