La Comunidad de Madrid ha inspeccionado ya un total de 38 centros residenciales en toda la región, tanto de mayores como de personas con discapacidad, en el marco del plan de choque en residencias activado la semana pasada para hacer frente a la evolución del coronavirus. Además, junto a la Unidad Militar de Emergencias (UME), los Bomberos y el Ayuntamiento de Madrid han colaborado en los últimos tres días en la desinfección de 97 residencias, 52 en municipios de la región y las 45 en la capital.
Este plan de choque consiste en la inspección física de residencias y tiene el objetivo de establecer un diagnóstico de toda la red asistencial. El dispositivo moviliza a más de un centenar de profesionales entre sanitarios, bomberos, policías locales, soldados de la UME, trabajadores de los servicios sociales regionales y voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja Española.
En el plano sanitario, el plan incluye la participación de médicos y enfermeras de Atención Primaria, en coordinación con los geriatras de los hospitales que tienen enlace con las residencias. La dirección general de Salud Pública continúa sus actuaciones en coordinación con la Agencia Madrileña de Atención Social y la dirección general de Coordinación Socio-Sanitaria del Servicio Madrileño de Salud.
Esta actuación urgente para proteger a personas mayores residentes cuenta con un mando único en la Consejería de Sanidad. Desde allí se coordina el trabajo de la Delegación del Gobierno, la Consejería de Políticas Sociales y la Consejería de Justicia, Interior y Víctimas a través del 112, el cuerpo de Bomberos de la Comunidad y los del Ayuntamiento, Protección Civil y la Policía Municipal de la ciudad de Madrid.
Cómo actúan
La operativa es la siguiente: se realiza un primer contacto presencial en los centros señalados por la Consejería de Políticas Sociales. Su objetivo es analizar la situación del centro, identificar sus necesidades y detectar urgencias. Después varios profesionales (sanitario, agente de Servicios Sociales, Bomberos, Protección Civil, policía local, Cruz Roja y UME) visitan los centros marcados y en cada residencia inspeccionada llevan a cabo una valoración en términos sanitarios y proceden a zonificar y separar los pacientes contagiados de los no contagiados.
Posteriormente, se establecen zonas claras de separación entre ambos grupos y se ofrecen pautas de actuación al personal del centro. El Plan también contempla que la autoridad sanitaria proceda al reagrupamiento de residentes contagiados o con síntomas entre centros, tanto públicos como privados.
Reparto de material
Estos grupos, además, si es necesario, proveen del material de protección al centro residencial, contando con los suministros del Centro Logístico que el Ejecutivo regional ha dispuesto en el Instituto para la Formación Integral en Seguridad y Emergencias (IFISE) de la Comunidad de Madrid. También organizan, en colaboración con la UME, labores de desinfección de las instalaciones que así lo necesitan.
De momento, este despliegue de urgencia ha conseguido repartir en estos centros un total de 153.000 pares de guantes; 18.500 mascarillas; 1.100 litros de soluciones hidroalcohólicas; 5.100 gafas protectoras; 24.000 cubre zapatos; 4.400 batas; 6.000 gorros y 160 litros de desinfectante.
Por último, el plan de choque incluye la movilización del Parque de Bomberos de la Comunidad de Madrid ubicado en Las Rozas, que se ha especializado, junto a los servicios funerarios, en recoger y trasladar a instalaciones adecuadas a los pacientes fallecidos.
Cada día, la Consejería de Sanidad dirige las reuniones de coordinación entre todos los departamentos implicados. En esas reuniones se establecen las prioridades de actuación y el operativo más adecuado a desarrollar cada jornada.