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Covid 19: La clave está en las residencias. ¿No lo ven?

Por Josep de Martí
miércoles 18 de marzo de 2020, 20:29h
Josep de Martí
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Josep de Martí (Foto: Inforesidencias.com)

Un 4% de las personas mayores de 65 años viven en residencias. De éstos, según un informe elaborado por la Fundació Edad y Vida hace pocos años, más del 75% tiene tres diagnósticos activos, el 66% toma más de 7 medicamentos cada día, el 18% ingresa con algún tipo de úlcera por presión, el 75% presenta algún tipo de incontinencia urinaria y el 45% está en una situación de dependencia total.


Si el coronavirus afecta especialmente a personas con enfermedades previas y en un estado de fragilidad, no resulta difícil entender que donde se están concentrando las víctimas de la pandemia sea precisamente en las residencias.

Este gráfico representa una comparación entre la población total, en este caso de Cataluña, y la que vive en una residencia de personas mayores. ¿Hace falta más para convencerse?

Lo estamos viendo y los medios parecen sorprendidos.

Cada periodista y cada medio es libre de poner el foco y el peso donde libremente crea. Algunos lo están poniendo en el hecho de que los empleados están mal pagados y sobrecargados, sin duda es una parte del problema, aun así, yo coincido con lo que están diciendo todas las patronales y asociaciones de directores: una de las principales claves está en que las residencias necesitan material de protección y pautas claras de actuación que no están recibiendo.

En el estado de alarma que vivimos el gobierno está requisando y administrando mascarillas, guantes y otros elementos necesarios para limitar el contagio y los están entregando principalmente a hospitales y al sistema sanitario.

No es que eso sea un error, pero sí lo es el no poner a las residencias en el mismo nivel que los hospitales a la hora de recibir ese material.

Todas las residencias de España llevan unos días aplicando medidas de contención: no hay visitas de los familiares, se extreman las medidas de higiene, pero, aún así, los empleados salen y entran al cumplir sus turnos. Vuelven a sus casas, como no puede ser de otra forma, y de nuevo a la residencia. La eventualidad de que sean los propios cuidadores los que contagien a los residentes es algo más que una posibilidad. Si una residencia no tiene suficientes guantes y mascarillas, la posibilidad se incrementa.

Hay que dar mascarillas, guantes y equipos de protección a las residencias

Hoy estamos viviendo situaciones en zonas concretas en las que un grupo de casos bloquean el servicio de urgencias de un hospital, si se mira más de cerca, casi todos esos casos vienen de una misma residencia con lo que queda claro que, si se hubiese podido contener el contagio in situ, la consecuencia hubiera sido mucho mejor para todos.

Pero ¿quién debe tomar la decisión? ¿cada comunidad autónoma o el Estado en el estado de alarma? Que se aclaren los gobernantes y que lo hagan rápido.

Es fundamental que llegue el material y que alguien ofrezca a todas las residencias un protocolo claro sobre cómo actuar en caso de contagio.

Estamos en una situación excepcional en el que, lo mejor no es posible por lo que tendremos que conformarnos con algo que funcione mejor que “lo malo”.

Si una residencia de 120 plazas deriva a un hospital a un residente con síntomas, se confirma el diagnóstico y el protocolo dice que todo aquél que haya estado en contacto con el residente se vaya a casa dos semanas, la residencia y los 119 residentes restantes se queda sin unos 10, 12 o 15 gerocultores, limpiadores y otros profesionales. El número se puede incrementar si otros cuidadores deciden que no vale la pena estar en situación de riesgo y también dejan de ir a trabajar. A partir de ese momento, la residencia puede entrar en una espiral de desorganización que conlleve un incremento de contagios y muertes que no eran inevitables.

Hasta ahora ha pasado poco, por lo que aún estamos a tiempo de hacer algo. Lo peor es que no hagamos nada.

No sé cual es el remedio a esa situación, pero alguien debe pensarlo, codificarlo y ofrecerlo como protocolo a las residencias, y hacerlo ya. Y quizás no hace falta inventar la rueda cada semana. La pandemia se llama así porque afecta a todo el mundo. Seguro que alguien en el Ministerio y en las consejerías está comprobando lo que se está probando en otros países.

No se puede exigir a un empleado que se convierta en héroe, pero quizás sí facilitar las condiciones para que siga yendo a trabajar, incluso si éstas, en aras del interés general, suponen establecer servicios mínimos y obligación de acudir al puesto de trabajo. El único antecedente en democracia que tenemos de un estado de alarma comportó que los controladores aéreos fueran obligados a hacer su trabajo. Sé que la comparación entre un controlador y una gerocultora es odiosa, pero es el único antecedente que tenemos.

Que mueran residentes por coronavirus puede ser una tragedia inevitable. Que mueran por que no se ha recibido un material que podría haber llegado o por una situación de pánico que podría haber sido evitada, sería una vergüenza.

Las patronales están pidiendo/exigiendo material y medidas. Creo que es responsabilidad de todos que lo que dicen llegue a los oídos adecuados con fuerza para que se reconduzca la situación.

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