El presidente de AERTE, José María Toro, destaca también la notable carencia de plazas en la región.
La Comunitat Valenciana ha visto cómo más de 400 plazas que pretendía contratar la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas no han recibido ninguna oferta. Así, el concurso para concertar 1.550 plazas no ha logrado convencer a las empresas en las grandes ciudades y prácticamente el 25% de las plazas que se pretendía contratar para derivarlas a los usuarios han quedado desiertas.
Los bajos precios ofertados tienen la culpa, entre otros motivos, de esta falta de interés por las plazas en las ciudades más pobladas. Las empresas avisan que la Conselleria tendrá que doblar el presupuesto si quiere contar con más plazas en residencias privadas para atender a la creciente demanda de usuarios.
“Tendrán que buscar soluciones concretas para que en Alicante capital o la ciudad de Valencia haya un plus o un precio más elevado en esas plazas”, destaca el presidente de AERTE, José María Toro, que ha explicado a Dependencia.info que “la oferta no era atractiva, el precio que pagaba la administración está un 30% por debajo de lo que es el precio de la plaza”.
Señala que “la zona de Valencia capital se ha quedado desierta entera porque el coste en una ciudad no es el mismo que en una población pequeña”. “No se puede pagar una plaza por un importe muy inferior al que se paga en el mercado”, señala.
En definitiva, Toro insiste en que “la oferta económica de la Consellería en esas poblaciones más céntricas no llega para pagar lo que vale la plaza”, pero ve más motivos: “Creo que hay un error con la zonificación del concurso, se tendría que haber sacado Valencia y la corona de la ciudad en una misma zona”.
Otro asunto que ha echado para atrás a muchas empresas es que han pedido “un mínimo de 10 plazas concertadas en cada centro”. “Esto ha impedido a mucha gente presentarse porque lo ven como un riesgo muy elevado”, aclara. El portavoz de AERTE ha recordado que “llevan dos años insistiendo en que era necesario reducir el número mínimo de plazas y en este concurso se ha mantenido en el mismo que en el anterior”.
Todo esto, junto a que “los pagos tampoco están siendo al día”, han evitado que muchas empresas hayan optado a plazas y que se hayan quedado desiertas. Pero es que además, ha subrayado José María Toro, hay una carencia muy notable de plazas en la Comunidad Valenciana: “Si hubiera un número de plazas más elevado, habría también más predisposición de los centros a ofertar plazas. Al no haber muchas plazas, hay mucha ocupación y no hay casi plazas libres.
AERTE va a elaborar un documento de reflexión sobre lo que ha sucedido en los dos últimos concursos para aportar posibles soluciones: “Reducir el número de plazas mínimas, hacer que la zonificación responda más a la realidad, ver cómo se pueden asumir costes en las ciudades en las que es más elevado e intentar que haya más plazas en el sector para que más empresas presenten las suyas a los concursos”.
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