Cada dos semanas me siento a escribir un caso práctico sobre algo que pasa en la imaginaria Residencia las Marismas, de la que, por cierto, eres director/a. Las experiencias en las que me baso para escribir me las transmiten directores de residencia a los que doy clase o con quien sencillamente hablo.
Esta semana no he tenido que hacer nada, sólo leer un mail que he recibido y ante el que me siento bastante impotente.
La participación de los juzgados en los procesos de ingresos en residencias de mayores es muy desigual en diferentes lugares. En la mayoría, actúa poco. Aquí vemos un caso en el que la forma de intervenir en un ingreso se convierte en un problema más que en una solución.
Mi respuesta a quien me ha enviado el texto es que vuelva a contactar con servicios sociales y que busque la ayuda de un abogado. El problema es que sé que es un consejo que sirve de poco si los jueces actúan como nos explican en el texto.
Os propongo que esta semana, leáis el mail que he recibido y quien se anime, escriba unas líneas sobre cómo podríamos responder y, si es posible, cómo se ha actuado en algún caso parecido que haya podido servir de ayuda a otra persona.
También os pido que, si tenéis alguna experiencia que queráis compartir en forma de caso práctico, me la hagáis llegar a info@inforesidencias.com
Autor del caso: Josep de Martí Vallés
Jurista y Gerontólogo
Profesor del Máster de Gerontología Social y del Postgrado en dirección de centros de la UB, la UAB y del centro de Humanización de la Salud.
Perfil de Linkedin
Mi madre actualmente con 90 años, prácticamente dependiente para todo
y con alzhéimer de severo a moderado y cada día peor, obtuvimos el año
2017 el grado 3, máximo de la Ley de Dependencia por la Comunidad de
XXX y por petición mía, su hija, se le concedió en Noviembre una
plaza en la Residencia XXXX, ya que los trabajadores
sociales que vinieron a casa a valorar a mi madre y su entorno,
observaron y comprobaron tras dialogar conmigo sobre los problemas que
conlleva cuidarla como venimos haciendo mi marido y yo durante 9 años
ya, e intentaron hablar con ella lo que se dejó, decidiendo que lo mejor
para tenerla bien cuidada era ingresarla en una Residencia.
Mi madre si no es conmigo no quiere estar en ningún otro lugar, por
ello tuve que pedir el ingreso involuntario a un juez, el cual, la
decisión que tomó y las actuaciones que realizó no las comparto.
En enero del 2018 me comunica el Juez que lleve a mi madre a sus
dependencias, yo sinceramente me equivoqué, por no molestarla, no
agraviarla mucho con llevarla allí, etc etc, les mandé un Certificado
Oficial del médico de cabecera para que fueran al domicilio de mi madre
a valorarla y diciendo que tenía que estar yo presente. Me llamaron a
los 2 días del juzgado, a las 10 de la mañana que estaban ya en casa y
que la iban a valorar.
Estaba mi marido, yo no pude ir, porque estoy a hora y media de
distancia en el trabajo, según el relato de mi marido, estuvieron 5
minutos, el propio juez, el médico forense y dos personas más, le
realizaron a mi madre 3 preguntas de nombres de familiares, las
respondió bien, interrogaron a mi marido en cuestiones que a ellos no
les incumben y tras esta visita, insisto de 5 minutos, a los dos días
de pensar, dictamina el Sr. Juez la negación al Ingreso Involuntario.
Yo no estoy de acuerdo con nada de lo que pone en el informe, ya
empezando por "Antecedentes de Hecho”, el punto SEGUNDO, cuando se
menciona el ingreso psiquiátrico, que no es el caso, porque no va a ir
a un psiquiátrico sino a una residencia de mayores para estar bien
atendida, que ahora no lo esta.
Es verdad que yo presté declaración en sede judicial, pero realmente
como no me esperaba aquella situación no les diría ni la mitad de la
realidad, ya que no lo recuerdo bien, pero al ver la situación en la
que me metía, entré en un ataque de pánico, no sabiendo ni dónde
sentarme, ni qué contestar, ni qué hacer.
En Los Fundamentos de Derecho, en el punto SEGUNDO se habla de cómo se
encuentra el estado de la casa, de lo cual también difiero, porque no
estará reluciente, pero tampoco como lo describen en el auto. Mi marido
y yo, cierto es que fumamos delante de mi madre, porque a ella no le
molesta, y con la cantidad de horas que pasamos con ella….sería
absurdo fumar en otro sitio. Si es tan delicado el estado de salud de mi
madre, como se menciona, insisto en que se tenía que haber firmado el
ingreso para estar más pendiente de ella en la Residencia y no dejarla
en casa en la que hay muchas horas del día que esta sola, por la
imposibilidad laboral y personal de poder estar con ella.
Se expone como un verdadero ogro a mi marido, cuando en realidad, tiene
mas paciencia que el Santo JOB, no es su madre, sino la mía, y aun así,
viene de trabajar de noche, a las 8.30 de la mañana, está pendiente de
cuando se levanta mi madre, de hacerle desayuno, de darle su
medicación, con paciencia la responde 50 veces que yo estoy en el
trabajo, si alguna vez se ha puesto mala, la lleva a urgencias y me
llama a mi, la pone de comer, etc.
Mi madre actualmente, no sabe que tiene una vivienda en Madrid, no sabe
dónde se encuentra, unas veces dice que en Salamanca (nacimiento) otras
que en Toledo (nuestra casa), etc.
En cuanto al horario laboral compatible que tenemos sus cuidadores, mi
marido y yo, no sé hasta qué punto es compatible para nosotros, que
también deberíamos tener vida propia…. Mi marido como ya he dicho
regresa de trabajar a las 8.30, evidentemente se acuesta un rato, se
levanta a mediodía y la mayoría de los días la despierta también a
ella, porque sino no se levanta. Yo llego a las 6 de la tarde, la pongo
de merendar, le cambio pañal y la aseo. Salimos a realizar compras de
la casa y al volver, tengo que curarle ulcera varicosa que tiene en la
pierna, la cual la tiene siempre infectada porque se la esta tocando
continuamente.
Ellos estuvieron 5 minutos en casa, con lo cual mi madre estuvo sentada
en su sillón sin moverse, pero cuando se levanta alguna vez que no se
le olvide para ir al baño, no lo encuentra, entra en cocina, en
dormitorios, cuando se va a acostar, la mayoría de los días tengo que
cogerla por el brazo y llevarla yo a su habitación, porque se marea
ella y a mi de las vueltas que da. La meto en su habitación, la
desvisto, ya que ella ya no hace nada, incluso opone resistencia, la
visto con pijama, la meto dentro de la cama y le doy su medicación.
En cuanto a que no requiere atención cualificada específica por su
salud que requiera el internamiento, justo antes de esta situación,
estuvo una semana vomitando y ya nos preocupó tanto que la llevamos
nosotros mismos a urgencias, allí vieron que le tenían que poner de
urgencia un marcapasos, y a la vez que tenía una herida en el esófago,
por eso los vómitos, estuvo 15 días ingresada y salió con marcapasos.
A los pocos meses en Abril y después de estar viniendo cada dos por tres
su enfermera del ambulatorio y su médico de cabecera, también la
ingresamos en urgencias, porque en la zona del marcapasos tenía una
infección, que estuvo a punto de pasarle la infección a la sangre y
haberse muerto por ello. Estuvo un mes ingresada.
En cuanto al tema de que mi marido y yo tenemos complexión física
suficiente para atender a mi madre, que yo sepa las apariencias
engañan, no nos pidieron en ningún momento informes médicos nuestros.
Mi marido tiene una prótesis de cadera y no puede ni debe realizar
esfuerzos ni coger pesos. Yo se me retiro la regla a los 40, con lo cual
tengo problemas de huesos, cuando me tiro al suelo, todos los días a
curarle la ulcera a mi madre, para levantarme me tiene que ayudar ella.
Bueno perdonen el explayamiento, pero necesito saber si me pueden
ayudar, quería volver a pedir el ingreso involuntario de nuevo y
volverlo a intentar, ya que nuestra calidad de vida deja bastante que
desear, llevamos 9 años sin vacaciones, sin intimidad, y encima un juez
nos obliga a seguir así.