En la mayoría de los casos, suelen ser encontrados al poco de que se denuncie su ausencia cerca de su residencia habitual.
Con gran parte del foco mediático y el de la opinión pública puesto sobre el caso de la desaparición de la joven madrileña Diana Quer, cabe recordar que las personas mayores también son dramáticos protagonistas de este tipo de sucesos año tras año.
Según el informe de la comisión especial del Senado sobre las personas desaparecidas sin causa aparente, la mayor parte de las denuncias ante la Policía son de menores, un 30 por ciento corresponden a personas de entre 18 y 65 años y un 3 por ciento a mayores de 65 años. Este porcentaje, tomando las cifras de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas (QSD Global) como punto de partida, se traduce en que en España desaparecen una media de 45 hombres y mujeres mayores de 65 años cada año.
En la mayoría de los casos, suelen ser encontrados, con vida o no, al poco de que se denuncie su ausencia cerca de su residencia habitual. Según datos de la organización SOS Desaparecidos, el 46 por ciento de las personas mayores que se marchan son encontradas muertas, otro 46 por ciento son localizadas con vida y del otro 8 por ciento nunca se vuelve a saber nada.
En los que por suerte el desaparecido es encontrado por vida, QSD Global señala que normalmente se debe a un agravamiento de sus patologías o a que se trata de pacientes desorientados, con demencia o víctimas de la enfermedad de Alzheimer.
En caso contrario, cuando se confirma la muerte del desaparecido, ésta suele deberse al frío, al calor, a la deshidratación o a no haberse tomado la medicación prescrita con anterioridad.
Estos últimos años han sido especialmente dramáticos en materia de desaparición de mayores, pues la crisis económica ha conllevado el cierre de muchos centros de día o el despido de personal especializado. Esto ha provocado que muchos mayores en situación de dependencia hayan regresado a sus hogares, donde no se encuentran vigilados y es más fácil que se desorienten o pierdan
Para reducir lo máximo posible este tipo de casos, el Gobierno en funciones firmaba el pasado mes de marzo un convenio de colaboración, a través del Ministerio de Interior, y los ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y Justicia, con QSD Global para fortalecer las acciones de búsqueda frente a las desapariciones de personas, con especial énfasis en grupos de riesgo como mayores o niños.
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