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Ciudades Amigables con los Mayores, ¿más que una marca?

Ciudades Amigables con los Mayores, ¿más que una marca?
miércoles 07 de septiembre de 2016, 18:37h
España es el primer país del mundo en número de ayuntamientos adheridos al programa de Ciudades Amigables con los Mayores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con 70 adhesiones.

Pero todavía ninguna ciudad española ha conseguido que la OMS la declare Ciudad Amigable con los Mayores. Se trata de un proceso largo que puede durar más de 10 años y que necesita del compromiso firme de ayuntamientos, sociedad civil y empresas.

Los últimos en adherirse a la Red han sido 12 ayuntamientos del occidente asturiano: Boal, Castropol, Grandas de Salime, Illano, Pesoz, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, San Tirso de Abres, Taramundi, Vegadeo, Villanueva de Oscos y Valdés. Todos núcleos rurales, con poca densidad de población y una alta tasa de envejecimiento –el 29% de los habitantes tiene más de 65 años–.

La lista de adhesiones la encabeza San Sebastián, primera ciudad española que comenzó a trabajar en este programa en 2008, después vendrían Barcelona, Manresa, Bilbao, Zaragoza… así hasta los 70 ayuntamientos actuales.

Un Programa que vive su momento más dulce desde que en el año 2013 se constituyera el grupo de trabajo de Ciudades Amigables del IMSERSO, del que forman parte ayuntamientos, representantes de mayores, empresas auditoras, etc. Es entonces cuando el proyecto empieza a tomar mucha fuerza, se elaboran materiales y se dota a los ayuntamientos de herramientas para que puedan adherirse fácilmente a la Red, desarrollar sus planes de acción con los grupos focales y se adapta el protocolo de Vancouver. Pero es desde el 2014, hasta la fecha, cuando la Red ha crecido más.

Según Maite Pozo, coordinadora del grupo de trabajo ‘Ciudades Amigables’ dependiente de la Secretaría General del IMSERSO, “estamos en un buen momento, entre otras cosas, porque en 2015 se han renovado los gobiernos municipales, muchas corporaciones se han sumado al proyecto, ven que tienen cuatro años para hacer sus planes y trabajar”.

La petición de adhesión que acepta o rechaza la OMS no es más que el primer paso en un largo camino. De hecho si un ayuntamiento se ha adherido a la Red y en el plazo de dos años no ha remitido a dicho Organismo el plan de acción con grupos focales (grupos de trabajo formados por personas mayores y técnicos ayuntamientos), automáticamente es dado de baja. “Sí que ha habido algún ayuntamiento, que se ha adherido a la Red, ha utilizado su marca y después no ha hecho nada, pero precisamente existen estos mecanismos de control para darlas de baja”, señala Maite Pozo.

“Aunque –añade– sí hemos notado que desde que pusimos en marcha el grupo de trabajo, se trabaja más en Red y las ciudades que se adhieren lo hacen con otro espíritu. El seguimiento recae sobre la OMS, pero también hay una mayor coordinación con los grupos de trabajo de los países, con formación, intercambio de herramientas, etc.”

La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores es un proyecto ambicioso, promovido por la OMS y destinado a crear entornos y servicios que promuevan y faciliten un envejecimiento activo y saludable. Un Programa al que la OMS no destina ningún tipo de ayuda ni subvención y que para que salga adelante “lo importante es que el ayuntamiento se crea el proyecto y trabaje en él”, afirma Maite Pozo.

Eva Bunbury, directora de la Consultora Bunbury y miembro del Grupo de Trabajo de Ciudades Amigables del IMSERSO, cree que aunque “generalmente el programa les gusta mucho, si tienen asistencia técnica mejor, porque si no es una carga adicional de trabajo y no les gusta tanto y además creen que la opinión que recaban de las personas mayores está menos contaminada si la hace alguien externo”.

Pero si la falta de presupuesto es un problema, a la hora de contratar asistencia técnica para desarrollar el proyecto no lo es tanto. En opinión de Bunbury, para realizar las mejoras necesarias que piden las personas mayores, ya que “es un colectivo que demanda poco, por lo general lo que piden no tienen un coste muy alto”.

Algo en lo que coincide Maite Pozo: “Los grupos focales formados por personas mayores, son las que van a indicar al municipio las necesidades que tienen, las mejoras que tienen que hacer. En la mayoría de las ocasiones no es necesario que el ayuntamiento apruebe una partida presupuestaria específica para realizar esa mejora, sino que se trata de optimizar recursos y dinero”.

Ambas están de acuerdo al afirmar que lo importante de este proyecto es la labor de difusión y sensibilización sobre las necesidades de las personas mayores, promoviendo también el envejecimiento activo y su participación en la sociedad.

Para los próximos años, el objetivo es incorporar a la red ayuntamientos pequeños y más núcleos rurales… Y conseguir que alguna ciudad española termine todo el ciclo y consiga ser Ciudad Amigable con los Mayores. De momento, San Sebastián y Bilbao son las que más cerca están de conseguirlo.

Toda información sobre Ciudades Amigables con los Mayores pinchando aquí

Enlace de interés: Jardines terapéuticos para mayores en ciudades.

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