Los datos son tan duros como las decisiones que muchas familias se ven obligadas a tomar. Una persona mayor con necesidades severas de cuidado puede llegar a gastar hasta siete veces su ingreso anual si no cuenta con apoyo público. Incluso con ayudas, los copagos siguen siendo inasumibles: en casi la mitad de los países analizados, una persona con ingresos medios destina más del 50 % de su renta disponible a costear su cuidado.
Esto no solo compromete la sostenibilidad económica individual. Tiene implicaciones sociales graves. El informe alerta de que casi la mitad de los mayores con necesidades de cuidado están en riesgo de pobreza en los países donde la financiación pública es baja. La longevidad, que debería ser una conquista social, se transforma en un factor de exclusión.
Las mujeres, una vez más, pagan la factura más alta. Por vivir más, por ganar menos, y por seguir asumiendo –en solitario muchas veces– el rol de cuidadoras informales. Este ciclo no solo las expone a la pobreza, también las empuja a abandonar el empleo o reducir su jornada, afectando su bienestar presente y futuro.
Pero el problema no se limita a ellas. El sistema depende de una red invisible de cuidadoras y cuidadores informales (casi siempre familiares) que lo sostienen a costa de su salud física, mental y financiera. Un 36 % reduce su jornada laboral. Otros simplemente abandonan el trabajo. El precio no es solo personal: lo paga también la productividad, el sistema sanitario y el mercado laboral.
El informe es claro en sus recomendaciones:
Porque seguimos viendo el cuidado como una cuestión privada, casi doméstica, cuando en realidad es un desafío estructural. Hablar de cuidados es hablar de economía, de salud pública, de igualdad de género, de envejecimiento digno y de sostenibilidad demográfica.
Y si no lo abordamos como tal, el coste humano y financiero será insostenible.
"Hasta el 70 % del ingreso disponible de una persona mayor puede destinarse a pagar cuidados en ausencia de apoyo adecuado." — OCDE, 2024.
Envejecer no debería ser una amenaza. Y cuidar no debería suponer un castigo. Nos urge repensar el modelo. Porque lo que está en juego no es solo la vida de nuestros mayores. Es el tipo de sociedad en la que decidimos vivir.
Fuente: Is elder care affordable? OECD Health Policy Studies, 2024. Disponible en: https://www.oecd.org/health/is-elder-care-affordable-9292c48d-en.htm
María Leal Colino es CEO de Plennio.com