Josep de Martí, fundador de Inforesidencias.com, explica por qué creo el portal y con qué objetivos.
Hace 25 años, cuando apenas se hablaba de digitalización en el sector sociosanitario, Josep de Martí decidió crear una herramienta que hoy ha revolucionado la forma de buscar residencia para personas mayores: Inforesidencias.com. “Queríamos poner a las familias en el centro”, explica De Martí, que entonces trabajaba como inspector de servicios sociales. Lo que comenzó como un sencillo buscador de residencias se ha convertido en un portal integral que acompaña a las familias en todo el proceso de decisión y visibiliza un sector tan esencial como poco reconocido.
En un cuarto de siglo, Inforesidencias.com ha vivido —y propiciado— la transformación del sector residencial: digitalización, transparencia, personalización y asesoramiento directo a las familias. “Ofrecíamos algo tan simple como necesario: una forma digna, comprensible y directa de encontrar una residencia adecuada… y que se pudiera pagar”, recuerda el fundador de Inforesidencias. La plataforma fue pionera en integrar valoraciones de usuarios, filtros avanzados y sistemas de búsqueda adaptativos. Hoy sigue ampliando servicios y colaborando con el sector para adaptarse a una sociedad cada vez más envejecida.
De Martí reivindica el papel de las residencias, su evolución silenciosa y la falta de reconocimiento social: “Las residencias han mejorado mucho, pero no lo cuentan bien”. Y advierte sobre el futuro: “Los mayores del futuro no quieren lo mismo que los del pasado, y el sistema sigue pensado para los de ayer”. Además, destaca: "Lo importante es que siempre hemos sido ovservadores de la realidad, atentos a las necesidades y a las oportunidades que iban surgiendo. Si algo hemos aprendido es que no hay que tener miedo de cambiar y evolucionar".
Con visión crítica y un enfoque realista, el fundador de Inforesidencias, Josep de Martí, repasa en esta entrevista los orígenes, los retos y el futuro de una iniciativa que nació con vocación de servicio y se ha mantenido fiel a ella:
- ¿Qué le llevó a fundar Inforesidencias.com? ¿Qué ofrecía?
La idea original fue de Núria Olius, mi socia en Inforesidencias y en casi todo lo demás. Tuvo buen ojo. Ella venía del mundo de la empresa y vio que sería bueno que hubiese en internet un buscador de residencias con ciertas garantías que hasta entonces no existía.
Por entonces yo trabajaba como inspector de servicios sociales. Sabía muy bien que buscar una residencia podía ser una experiencia compleja, emocional y a veces dolorosa. Pensamos que podíamos crear algo que facilitara ese proceso, un comparador claro, útil, y que pusiera a las familias en el centro, no a la administración ni a las residencias.
Con esa idea en mente, dejamos cada uno el trabajo que teníamos y decidimos emprender.
Empezamos con lo básico: un directorio con datos fiables, contrastados, y un sistema para que cualquiera pudiera buscar según sus necesidades. Nuestra obsesión era –y sigue siendo– que la información sea útil y transparente.
Entonces eso era casi revolucionario. Ofrecíamos algo tan simple como necesario: una forma digna, comprensible y directa de encontrar una residencia adecuada… y que se pudiera pagar.
- ¿Cómo era el sector de las residencias cuando lanzó el portal?
Mucho más pequeño y atomizado que ahora. Las residencias de tipo familiar suponían más del 60% y los grupos de residencias eran casi inexistentes. Las residencias de menos de 25 plazas suponían la mitad del total.
No existían indicadores claros de calidad de los servicios y el acceso a la información era limitado. Las familias no sabían a quién acudir, y si lo hacían, no sabían qué preguntar o qué buscar, más allá del boca-oreja y las Páginas Amarillas.
Las residencias funcionaban cada una por su cuenta, por lo que ser transparentes y comparables era algo impensable.
- ¿Cuáles fueron los principales retos al iniciar el proyecto?
Lo primero fue convencer a las residencias de que se sumaran al proyecto. En 2000, nadie pensaba en internet como herramienta para atraer clientes. Las residencias, en su mayoría, no estaban digitalizadas, y muchos no entendían por qué deberían pagar por aparecer en un portal.
Recuerdo visitar residencias que ese día entraron por primera vez en internet.
Afortunadamente, con el tiempo entendieron que tener visibilidad era vital para atraer a más familias y que la digitalización iba a ser el futuro del sector.
Luego estaba el reto de construir una base de datos fiable, comprensible y útil. Queríamos ofrecer más que una simple lista de residencias. Necesitábamos proporcionar información útil sobre cada una, las características, los servicios, los precios... Algo que no existía.
Al principio fue complicado, pero poco a poco el portal fue ganando la confianza tanto de las residencias como de las familias.
- ¿Cómo fue la acogida por parte de las residencias y de las familias? ¿Cómo se buscaba antes residencia?
Aunque algunas residencias fueron reacias al principio, hubo un número considerable que entraron. Recordemos que entonces internet era lo último, aunque algunos no entendiesen bien para qué servía, querían estar. Pero cuando vieron que comenzábamos a atraer tráfico, empezaron a darse cuenta de que ese era el camino.
Con el tiempo, el portal se consolidó como la referencia y las residencias empezaron a ver los beneficios de estar en Inforesidencias.com.
En cuanto a las familias, antes de internet, la búsqueda de una residencia se hacía a través de boca a boca o por medio de la recomendación de médicos, asistentes sociales o familiares. No había forma de comparar opciones de manera objetiva. Si querías buscar una residencia, tenías que recorrer varias, hablar con los responsables y ver cuál se ajustaba a tus necesidades.
Lo que nosotros trajimos fue esa posibilidad de comparar y contrastar desde casa, de forma sencilla y clara.
- ¿Cómo ha cambiado la misión de Inforesidencias.com desde sus inicios? ¿En qué momento decide expandir los servicios y por qué?
Desde el principio pensamos que había dos servicios complementarios: el buscador de plazas en residencias y la bolsa de trabajo. La cosa era que nos pagasen una cuota pequeña y que, si la economía iba bien tendrían la residencia llena y nos usarían para encontrar trabajadores; si la economía no iba tan bien, los trabajadores vendrían, pero tendrían que cubrir las plazas. Con esta idea nació el portal.
En un primer momento la misión era sencilla: dar acceso a la información sobre residencias de forma clara y accesible. Pero a medida que fuimos conociendo mejor las necesidades de las familias, nos dimos cuenta de que no solo querían encontrar una residencia, sino también poder recibir asesoramiento personalizado, comparar servicios y precios, e incluso, en algunos casos, gestionar su contratación.
Así que fuimos ampliando los servicios. Comenzamos con la bolsa de trabajo, luego agregamos boletines informativos, seminarios, jornadas, viajes geroasistenciales...
Todo ello con la idea de que Inforesidencias.com no fuera solo un portal de búsqueda, sino también un recurso integral que apoyara a las familias en todo el proceso de toma de decisiones.
- ¿Cuáles han sido las mejoras tecnológicas más importantes en la plataforma?
A lo largo de los años, el portal ha incorporado varias mejoras tecnológicas que han sido clave para su evolución. La más significativa fue la implementación de un sistema de búsqueda avanzada, donde los usuarios pueden filtrar por tipo de residencia, ubicación, servicios, precios y otras características relevantes. Esto ha facilitado enormemente la experiencia de los usuarios.
Otra mejora importante fue la integración de valoraciones y opiniones de usuarios, lo que ha permitido aportar una visión más completa y transparente de lo que realmente ofrece cada centro.
Además, la implementación de un diseño adaptativo, que se ajusta a dispositivos móviles, hizo que el portal fuera accesible en cualquier momento y lugar, lo cual era fundamental.
- ¿Qué papel juega la transparencia en la información sobre residencias?
La transparencia es fundamental. Desde el principio, una de las piedras angulares de Inforesidencias.com fue ofrecer información veraz y clara. La gente tiene derecho a saber qué tipo de servicios reciben, cuáles son las condiciones, el precio y las valoraciones de otras personas. No debe haber sorpresas.
Algunos en el sector siguen pensando que la información debe ser manejada con cautela, pero cada vez más residencias coinciden con nosotros en que la transparencia genera confianza. La pandemia ha hecho que más residencias sean conscientes de que hacen muy bien las cosas y que la forma de demostrarlo es ser transparentes.
- ¿Cómo han influido las valoraciones y opiniones de usuarios en el portal?
Las valoraciones de usuarios han sido una de las características que más han diferenciado a Inforesidencias.com de otros portales. Permiten a las familias conocer la experiencia de otras personas antes de tomar una decisión. Esto crea un ambiente de confianza, algo que, en un sector tan sensible, es clave.
No se trata solo de poner un número al lado de cada residencia, sino de ofrecer un espacio donde las familias puedan compartir sus experiencias, positivas o negativas, de manera honesta.
Las valoraciones han ayudado a las residencias a mejorar sus servicios y, por supuesto, también a las familias a elegir de manera más informada.
- ¿Qué impacto ha tenido la digitalización en la forma en que se gestionan las residencias?
La digitalización ha tenido un impacto tremendo. Las residencias han comenzado a adoptar sistemas de gestión internos más eficientes, que les permiten optimizar recursos, gestionar mejor el personal y mantener una comunicación más fluida con las familias. Pero lo más importante ha sido el cambio en la forma de entender la relación con los usuarios.
Antes, las residencias eran entidades más cerradas; ahora, con la digitalización, están más conectadas con las familias y con el mundo. Pueden ofrecer más transparencia, acceso a información en tiempo real y, sobre todo, servicios personalizados, algo que antes era impensable.
- ¿Qué tipo de asesoramiento ofrecen actualmente a las familias?
Hoy ofrecemos un asesoramiento on-line integral. No solo ayudamos a las familias a encontrar la residencia que más se ajusta a sus necesidades y preferencias, sino que también les damos, a través de diferentes medios, como textos y vídeos, pautas sobre qué preguntar, qué considerar y qué evitar al elegir un centro. Ayudamos a resolver dudas sobre precios, condiciones legales, y los procesos de admisión.
- ¿Cuáles han sido los mayores cambios en el sector de residencias en los últimos años?
Uno de los cambios más importantes ha sido el paso de un modelo asistencial clásico, centrado en “cuidar”, hacia otro centrado en la persona. Podríamos decir que se ha pasado de tener en cuenta casi de forma única las necesidades de las personas a considerar más las preferencias, aunque a veces puedan contradecir las necesidades.
O sea, ya no se trata solo de atender bien, sino de respetar preferencias, fomentar la autonomía y dar sentido a la vida cotidiana de quien vive en una residencia. También hemos vivido una profesionalización del sector y una digitalización progresiva, aunque desigual.
Como suelo decir, “las residencias han mejorado mucho, pero no lo cuentan bien”. Eso hace que el sector no reciba el reconocimiento social que merece.
- ¿Cómo ha influido la regulación y la legislación en la evolución del sector?
La legislación ha tenido una influencia decisiva, aunque a veces contradictoria. Muchas normativas autonómicas parecen redactadas con un “corta y pega” entre comunidades, sin pensar en la diversidad real de las personas mayores ni en la sostenibilidad del modelo.
Se ha legislado mucho desde los despachos y poco desde las residencias. La pena es que en la mayoría de los casos se legisla y reglamenta desde la desconfianza.
Un capítulo aparte es la Ley de Dependencia, una norma con la que tengo una relación un poco compleja, ya que veo en ella muchas luces y sombras, acompañadas de momentos de más o menos competencia por parte de los gobernantes que la han tenido que administrar.
- ¿Ha cambiado el perfil de la persona mayor que busca una residencia? ¿Qué tendencias detecta en la demanda de residencias en España?
Sin duda. Hoy las personas ingresan más mayores y con mayor grado de dependencia, tanto física como cognitiva. Lo que buscan ya no es solo una plaza, sino un lugar donde sentirse bien, donde puedan seguir tomando decisiones.
Por eso, las residencias más valoradas son las que ofrecen un entorno cálido, respetuoso y participativo.
Veo también una tendencia clara a la personalización del servicio. Lo escribí hace poco: “Ya no vale el café para todos. Cada residente es único y espera ser tratado como tal”. Cada semana en el programa “Sabias Palabras” que emite actualmente Gran Vía Radio, entrevistamos a personas mayores que viven en residencias. Como lo hacemos desde hace unos cuantos años vemos claramente el cambio que se está produciendo.
- ¿Cómo han evolucionado los precios y las condiciones de las residencias?
Los precios han subido, claro, porque lo han hecho los costes: energía, alimentos, personal... Pero lo que no se dice es que, comparativamente, España sigue siendo uno de los países con precios más bajos. Mientras en otros países europeos se pagan 4.000 o 5.000 euros al mes, aquí seguimos con medias por debajo de los 2.100, y aun así pretendemos tener la misma calidad o más. Eso no es realista.
Lo curioso es que en 25 años si tenemos en cuenta la inflación los precios medios de las residencias no han subido casi. Bueno, han subido el 80%, un poco menos que la inflación.
Curiosamente, lo que ese precio supone para los clientes sí ha subido más ya que el IVA que pagan las residencias privadas ha subido casi un 50% en estos 25 años. Parece que al final lo que ha hecho que se encarezcan las residencias han sido los impuestos.
- ¿Cómo ha afectado la pandemia al sector y qué cambios han llegado para quedarse?
La pandemia fue durísima, sin duda una tragedia para un sector que se dedica a atender a los más débiles y frágiles fomentando el contacto, la relación y el sentirse como en casa. Pero lo peor no fue solo el virus, sino el relato que se construyó.
Se dijo que las residencias habían fallado. Sólo hay que leer el libro de Cinta Pascual sobre la verdad del Covid-19 para ver que se ha ocultado lo que de verdad pasó en las residencias y en los servicios sanitarios.
Eso sí, trajo consigo mejoras que se han quedado: protocolos, digitalización, mayor comunicación con las familias... Y también un aprendizaje que debemos aprovechar: el sector es resiliente, pero necesita apoyo, no culpabilización.
- ¿Qué opina sobre la creciente demanda de modelos alternativos como el cohousing?
El cohousing es una idea atractiva, sobre todo para personas que están bien y quieren vivir en comunidad. Lo veo como una opción complementaria, no sustitutiva. Pero a veces se vende como algo alternativo a las residencias, y hay que tener claro que, cuando aparece la dependencia, el cohousing también necesita apoyos profesionales.
Creo que va a haber tantas personas mayores y entre ellas tantas dependencias que van a hacer falta muchas más residencias, por muchas soluciones alternativas que se planteen.
Como decía en una columna: “Todos queremos envejecer con amigos en una casa grande… hasta que uno necesita que le levanten de la cama y otro empieza a deambular por la noche”. Entonces, ¿quién cuida?
- ¿Cree que España está preparada para el envejecimiento de la población?
No, y lo llevamos diciendo desde hace muchos años. El tsunami demográfico no es nuevo, pero seguimos improvisando. Hace falta planificación, una estrategia nacional que integre vivienda, sanidad, dependencia y urbanismo. No basta con abrir más residencias, hay que pensar en cómo y dónde queremos envejecer.
Como he dicho en varias ocasiones: “Los mayores del futuro no quieren lo mismo que los del pasado, y el sistema sigue pensado para los de ayer”.
- ¿Cuáles son los principales retos que enfrentan las residencias hoy en día?
El gran problema es la falta de financiación suficientes, y ésta viene acompañado de cerca por la escasez de personal cualificado, la rigidez normativa y el estigma social.
No es fácil atraer talento si la imagen pública del sector es tan negativa y si las condiciones laborales no mejoran. Y las normativas, en lugar de ayudar a innovar, muchas veces limitan.
- ¿Cómo imagina el futuro de las residencias y del portal Inforesidencias.com?
Veo que van a coexistir residencias de diferentes tamaños y tipología. Las que tenemos ahora seguirán existiendo en su gran mayoría haciendo alguna adaptación.
Entre las que se construyan abundarán las que se distribuyan en unidades de convivencia o módulos de diferentes tamaños dando una vida agradable a las personas mayores que vivan en ellas mientras se preocupan por cubrir necesidades y respetar preferencias.
Y veo Inforesidencias.com como una herramienta aún más útil, no solo para encontrar residencias, sino para comparar, informarse, decidir con conocimiento. Por supuesto, también una bolsa de trabajo útil en estos momentos y en los futuros cuando encontrar personal será cada vez más difícil.
- Si pudiera empezar de nuevo, ¿haría algo diferente en la creación del portal?
Supongo que con lo que sé ahora cometería errores diferentes, pero en su momento hicimos lo que pensábamos que era necesario y, sobre todo, lo que sentíamos que estaba bien. Si tuviera la oportunidad de empezar de nuevo, quizás hubiera hecho algunos ajustes y, tal vez, una mayor inversión en tecnología desde el principio para acelerar la digitalización. Pero eso lo digo sin pensar que empezamos la empresa con 800.000 pesetas que teníamos ahorradas.
Al intentar encontrar respuesta a esta pregunta pienso que todo lo que hemos hecho hasta ahora ha sido un proceso de aprendizaje. Nos hemos ido adaptando a medida que cambiaba la realidad del sector y de las necesidades de las familias. Quizá hubiera buscado un modelo de expansión más rápido en cuanto a los servicios complementarios, como la consultoría o los seminarios, pero nunca me arrepiento de cómo hemos crecido.
Lo importante es que siempre hemos sido observadores de la realidad, atentos a las necesidades y a las oportunidades que iban surgiendo. Si algo hemos aprendido es que no hay que tener miedo de cambiar y evolucionar.
- ¿Se ve el fundador de Inforesidencias.com viviendo en una residencia dentro de unos años? ¿Cómo sería?
No me gustaría tener que necesitar una residencia. Pero si llega el momento y la necesito me gustaría vivir en una residencia donde pueda decidir a qué hora me levanto, si quiero comer con otros o solo, y donde me conozcan por mi nombre, rodeado de gente que me aprecie, respete y trate bien.
Una residencia donde me sigan considerando una persona, no un paciente. Sé que hoy hay residencias así. La querría cerca de seres queridos que pudiesen venir a verme o con los que pudiese salir.
Y ojalá tenga un rincón para seguir escribiendo.