Un estudiante de periodismo solicitó colaboración para un trabajo sobre la Ley de Dependencia al fundador de Inforesidencias.com.
Hace unos días un estudiante de periodismo que está haciendo un trabajo durante la carrera me dijo si podía colaborar en un trabajo que estaba haciendo para la Universidad. La ayuda consistía en responder unas preguntas. Normalmente tengo que excusarme en estos casos porque, la verdad, estoy bastante atareado. Aun así, le pedí que me enviase las preguntas y hoy he escrito las respuestas que quiero compartir con vosotros, y a las que les he añadido algunos comentarios para esta
tribuna:
- ¿Cómo sigue el conseguimiento del cuarto pilar del bienestar? ¿Se va mejorando o todo está parado?
Respuesta: No hay una respuesta clara, ya que la realidad no es un “cero – cien”. El cuarto pilar del Estado de bienestar, junto con la educación, la sanidad y las pensiones, debería serlo los servicios sociales, pero quien redactó la LAPAD decidió decirnos que lo era la atención a la dependencia.
Desde 2007 hay muchas más personas dependientes que reciben prestaciones del sistema, en ese sentido se han conseguido mejoras; sin embargo el derecho a recibir esas prestaciones no se ha unificado y es diferente en las distintas comunidades autónomas. El no haber creado un derecho único hace que en ese aspecto la Ley haya fracasado.
Comentario: Me hace gracia porque eso del “cuarto pilar del Estado de Bienestar” se utilizó mucho durante la elaboración y primeros años de aplicación de la Ley de Dependencia, después se ha ido olvidando y ahora casi nadie habla de ello. De hecho la idea de universalidad es algo que se ha ido disolviendo en una realidad de normativas y presupuestos diferentes en cada comunidad.
- El método de copago, para usted, ¿es el método de financiación correcto por esta ley?
Respuesta: La otra opción es que los poderes públicos asuman el coste completo de los servicios y prestaciones, algo que resulta imposible en la situación económica actual y que no sucede tampoco en los países de nuestro entorno. Si el copago se hace basándose realmente en criterios de necesidad y disponibilidad, es correcto.
Comentario: La pregunta me ha hecho gracia. Supongo que para un estudiante de periodismo, como para cualquiera que entre de nuevo en este tema, el hecho de que se llame “cuarto pilar” y derecho universal a algo que se compara con la sanidad, educación y las pensiones, pero que después se someta a copago le resulta llamativo.
Nosotros ya estamos acostumbrados, pero quizás algún día deberíamos plantearnos que la atención a la dependencia debiera ser gratis y el dependiente solo pagase por los gastos hoteleros cuando vive en residencia. Sin duda supondría gastar más, pero también seguro que todo el mundo lo entendería mejor.
- Usted ha dicho que la Ley de Dependencia ha sido "un fraude en toda regla a la ciudadanía", ya que quienes la impulsaron sabían de estos costes inasumibles. Entonces, ¿por qué lo han hecho? ¿estos políticos han puesto en juego su credibilidad solo para una cuestión de propaganda? ¿O hay más?
Respuesta: Yo destaco dos ideas con relación a la ley: una crea un derecho de ciudadanía que consiste en que todos los dependientes tengan derecho a recibir prestaciones; la otra pretende que ese derecho sea común en toda España, de forma que no sea muy distinto en Cataluña, Canarias o Ceuta.
La primera idea ha calado en la sociedad. Hoy se gasta mucho más en dependencia que en 2007 y millones de personas han recibido prestaciones y servicios. Ahora casi todo el mundo sabe que existe la Ley de Dependencia y que puedes solicitar ayudas si las necesitas.
Es en la segunda idea en la que veo un fraude. Creo que el Estado y las Comunidades Autónomas sabían que no estábamos a punto de crear un derecho “común” aunque nos dijeron que sí lo sería. Hoy, muchos políticos hablan del éxito de la Ley sin llegar a hablar de cuan diferente son los derechos de los dependientes según dónde viven. Esa diferencia de derechos se plasma en plazos de tiempo muy desiguales a la hora de resolver expedientes; en que se valore la dependencia de forma diferente; en que se presten servicios diferentes; en que el copago sea diferente, según en qué comunidad autónoma estés.
No creo que los políticos hayan puesto en juego su credibilidad de una forma especial en este aspecto ya que, por desgracia, sólo hay que ver las estadísticas para saber que tienen poca credibilidad de inicio.
Al final hay que considerar que la Ley de Dependencia no es algo “únicamente” de dinero sino de unificación de derechos. Se puede gastar mucho más y que lo que gastamos hoy y que alguien de Badajoz siga teniendo derecho acceder a peores servicios y en peores condiciones, o sea a residencias con menor ratio de profesionales y requisitos arquitectónicos menos exigentes, que alguien de Guipúzcoa.
Comentario: Lo cierto es que no recordaba haber dicho que la Ley de Dependencia fuese un fraude en toda regla a la ciudadanía, pero lo he repasado y sí que lo escribí en el libro “Cómo nos engañaron con la Ley de Dependencia”. Fue un fraude dentro del que habitan algunos efectos positivos, pero como derecho universal común, defraudó.
Autor del texto Josep de Martí Vallés. Jurista y Gerontólogo. Fundador de Inforesidencias.
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