Entrevista con Susana Martín, psicóloga de Los Nogales Santa Eugenia.
Las rutinas diarias juegan un papel fundamental en la vida de las personas mayores, especialmente en entornos residenciales, donde proporcionan estructura, seguridad y bienestar. En Los Nogales, estas rutinas no solo organizan el día a día, sino que se conciben como una herramienta clave para preservar la autonomía, reforzar la autoestima y promover la salud emocional y física de cada residente.
Con un enfoque flexible pero estructurado, Los Nogales adapta las rutinas a las necesidades individuales, respetando los ritmos personales y evitando imposiciones rígidas. Para profundizar en este enfoque, hablamos con Susana Martín, psicóloga de Los Nogales Santa Eugenia, quien nos explica cómo una planificación adecuada de las actividades cotidianas puede fortalecer la independencia y fomentar una vida más activa y satisfactoria.
“Involucrar a las personas residentes en la planificación de sus actividades refuerza su autonomía. Asimismo, ofrecer opciones flexibles en la rutina les permite elegir cómo y cuándo realizarlas”
¿Cómo influyen las rutinas diarias en la salud mental y emocional de las personas mayores y en su autonomía?
Las rutinas diarias desempeñan un papel crucial en la salud mental y emocional de las personas mayores, al proporcionar una estructura que aporta estabilidad y reduce niveles de ansiedad y estrés. Lejos de ser una imposición, estas rutinas fomentan la independencia al facilitar la organización de actividades cotidianas, lo que refuerza la autoestima y la sensación de control sobre su vida diaria.
Además, la incorporación de ejercicios físicos y mentales dentro de la rutina actúa como un estímulo cognitivo, mientras que las actividades compartidas promueven la socialización, una herramienta clave para combatir la soledad. En conjunto, estos hábitos contribuyen a una vida más activa y saludable, potenciando tanto el bienestar físico como emocional y favoreciendo una mayor autonomía.
¿Qué actividades han demostrado ser más efectivas para fomentar la autonomía sin comprometer la seguridad?
La promoción de la autonomía en las personas mayores exige un enfoque personalizado que parte de una evaluación individualizada de sus capacidades. A partir de ese diagnóstico, se fomenta su participación en actividades de la vida diaria y en la toma de decisiones, ofreciéndoles la posibilidad de elegir su rutina y participar activamente en tareas cotidianas.
Actividades recreativas adaptadas también han demostrado ser efectivas, ya que combinan entretenimiento, estimulación cognitiva y socialización. La clave está en mantener rutinas flexibles, complementadas por un sistema de retroalimentación que permite ajustar las dinámicas a sus necesidades, garantizando en todo momento su bienestar y seguridad.
¿Cómo se permite la flexibilidad en las rutinas para que las personas residentes puedan elegir ciertos aspectos de su día sin perder estructura?
La flexibilidad dentro de un marco estructurado es esencial para equilibrar autonomía y organización en la vida diaria de las personas residentes. Esto se logra estableciendo horarios fijos para actividades grupales y comidas, al tiempo que se ofrece la posibilidad de elegir en qué momento y de qué forma participar en ellas.
La variedad de propuestas, como ejercicios físicos o pasatiempos creativos, permite adaptar la jornada a las preferencias individuales, fomentando el sentido de libertad. A ello se suma una comunicación constante entre el equipo profesional y las personas mayores, lo que permite ajustar las rutinas a sus necesidades y deseos, sin renunciar a la estructura que garantiza su bienestar.
¿Cómo se adaptan las rutinas a las necesidades individuales sin afectar la independencia de las personas residentes?
Adaptar las rutinas a las necesidades individuales de las personas mayores implica un enfoque centrado en la persona. Este proceso comienza con una evaluación que considera sus habilidades, limitaciones y preferencias personales. Involucrar a las personas residentes en la planificación de sus actividades refuerza su autonomía. Asimismo, ofrecer opciones flexibles en la rutina les permite elegir cómo y cuándo realizarlas
Por otro lado, la capacitación del personal en habilidades comunicativas y empatía resulta fundamental para acompañar estos procesos de forma respetuosa. Todo ello contribuye a generar un entorno que respeta la individualidad, promueve la autogestión y fortalece el bienestar emocional.