Es muy importante reconocer el edadismo y luchar contra los estereotipos que denigran a las personas mayores, ya que puede tener efectos perjudiciales en la vida de las personas afectadas. Pero si hay algo peor que tratar a alguien como un inútil es tomarlo por tonto.

Las cabezas pensantes de Moncloa, en una carrera alocada por recuperar lo que las encuestas dicen que ha perdido, y en esta especie de subasta que supone empezar cada semana con un nuevo anuncio a cuenta del erario para congraciarse con el votante, no parece haber meditado mucho el regalo que dicen será la rebaja a dos euros de las entradas de cine los martes para las personas mayores de 65 años.

Para empezar, ¿por qué solo los mayores de 65 años? ¿Por qué solo los martes? ¿Por qué solo al cine, esa es toda la cultura que se contempla para las personas mayores? ¿Tiene que estar así de encorsetada la medida? Ya me ha llegado que no piensan ir "como borregos" al cine el día que les manden. Alguien escribía que esto le recordaba a los vales que le contaba su padre que le daba el Frente Popular durante la Guerra Civil.

Si, como dice el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el objetivo es "facilitar el acceso a la cultura a este segmento de la sociedad", ¿por qué no a mayores de 60 (o de 55 o de 50...), todos los días (sábados y domingos también, que es cuando le apetece a la mayoría) y no solo al cine, también al teatro, a un musical o a espectáculos varios como el fútbol, cuyos designios se rigen a través de la misma cartera ministerial que la Cultura?

El tufo a exclusión social tira para atrás. "Suena a que no se espera a las personas mayores en ciertos eventos o actividades debido a su edad", espetaba un jubilado en la radio. Pero es que el agravio comparativo, la discriminación, es notable. Si se hace en nombre de la Cultura, ¿por qué no se aprueba un bono como el que se da a los jóvenes?

El Bono Cultural Joven podría ser perfectamente, puestos a prometer, el Bono Cultural Mayor, una ayuda directa de 400 euros a quienes cumplen 18 años o han cumplido 65 en 2023 para adquirir y disfrutar cualquier día de la semana de productos y actividades culturales. Estoy completamente seguro de que lo utilizarían para, también, otro tipo de enriquecedores eventos.

No debe ir muy descentrado este comentario cuando el líder socialista en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, ha prometido ya un bono cultural de 300 euros para mayores... ¿Alguien da más?
Por cierto, hasta un total de 9,5 millones de personas pueden beneficiarse de pagar dos euros por ir al cine los martes, pero el programa solo tendrá una inversión de 10 millones de euros. Alguien palmará pasta...

Y esta no es la medida más cara, pero los tertulianos de las secciones de Economía apuntan que el gasto entre la vivienda para los jóvenes, el interrail europeo y español a precio de ganga y el cine para las personas mayores de 65 años asciende a más de 16.000 millones y, dependiendo de cómo se gestione eso de la vivienda, la hipoteca sube, incluso, hasta los 45.000 millones. ¿Se imaginan todo lo que se podría hacer con ese dinero en el sector de la Dependencia?

Quizá se podría reducir la lista de espera de personas que están esperando a que se valore su grado de dependencia o que esperan ya recibir algún servicio. Quizá se podría evitar que no murieran 123 personas al día en este limbo de la dependencia. Quizá se podría subir el precio de los conciertos para que aumentara la calidad de los servicios. Quizá se podrían aplicar políticas de formación para crear una bolsa de enfermeras que permitiera cubrir puestos en residencias y centros de día y ambulatorios y hospitales.

El verdadero tufo es si piensan que son éstos 9,5 los millones de votos que esperan arañar con las medidas electorales. Entiendo que estamos en campaña para unas elecciones y, como se suele decir, sin estar de acuerdo con ello, "en política vale todo", pero me da la sensación de que se subestima al mayor de 65 años, que espera medidas más inteligentes y más prácticas, pero sobre todo que no le tomen por tonto.

Burdo intento en busca del voto. Lo decía CEAPs en su carta a los políticos: "Electoralismo, no en mi nombre". Quizá esté exagerando pero me parece una falta de respeto. ¿Usted qué opina?