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DESDE ATENCIÓN AL MAYOR Y A LA DEPENDENCIA SE POTENCIARÁ LA LIBERTAD DEL USUARIO

Juan José García Ferrer: Madrid propone un modelo de acreditación "más real, más solvente y más cercano a la Atención Centrada en la Persona" que el 'acuerdo Belarra'

El director general de Atención al Mayor y a la Dependencia de la Comunidad de Madrid, Juan José García Ferrer, en el 10 aniversario del ForoLideA.
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El director general de Atención al Mayor y a la Dependencia de la Comunidad de Madrid, Juan José García Ferrer, en el 10 aniversario del ForoLideA. (Foto: ForoLideA)
miércoles 03 de mayo de 2023, 23:32h

La Comunidad de Madrid está trabajando en un decreto de acreditación que entiende será "más realista" que el propuesto por el Ministerio de Derechos Sociales que dirige Ione Belarra y que fue aprobado, como se recuerda, con la mayoría de unas comunidades autónomas que no representan, sin embargo, la mayoría de la población española.

Así lo explica en una conversación con Dependencia.info el director general de Atención al Mayor y a la Dependencia de este gobierno regional, Juan José García Ferrer, que añade que preparan "cambios importantes" en el sistema de la dependencia de la Comunidad de Madrid en donde tratan, entre otras cosas, de "potenciar la libertad del usuario" para poder elegir el servicio que reciba.

Tiene claro, por ello, que van a presentar un modelo de acreditación "más real, más solvente y más cercano a la Atención Centrada en la Persona" que el conocido como 'acuerdo Belarra'. "Una normativa que no es la solución al problema, sino de transición ante lo que deberá de ser la solución del problema", apunta.

Recuerda que se publicó un primer borrador y han tenido una serie de alegaciones y de propuestas por distintos interlocutores que están estudiando "para sacar la orden definitiva, mejorando la técnica jurídica de la redacción de la propia orden para clarificar la filosofía y el concepto" que tienen.

Pero García Ferrer también nos habla de Atención Centrada en la Persona, que pasa por esta libertad del usuario del sistema; de financiación, "pieza clave" para la sostenibilidad del sistema o del número de plazas que considera más adecuado para las unidades de convivencia...

¿Qué creéis que es lo más importante de este decreto de acreditación para las residencias, para los centros de día, para poder trabajar con la Comunidad de Madrid?

Fundamentalmente, en primer lugar, que es más realista que de lo que se está debatiendo a nivel nacional. En nuestro país y en la Comunidad de Madrid también hay un déficit de plaza residenciales y ni la sociedad española ni la sociedad madrileña se pueden permitir, por lo tanto, perder una parte muy importante de lo que es la red de atención.

Desgraciadamente, queramos o no, vamos a tener por lo menos un 20 o un 25% de personas en nuestro país que van a requerir una atención de estas características.

En segundo lugar, no solamente es más realista respecto a lo que a lo que hay sino que también es más realista respecto a lo que debe de haber porque a nosotros nos extraña mucho que en el modelo nacional y en todo el debate haya una palabra que no aparezca nunca que es "demencia".

Pensar que vamos a dar una respuesta al modelo del futuro sin hablar de demencia, cuando en este momento en los sistemas de dependencia más del 40% de las personas ya tienen un problema de salud mental, yo creo que es hacer lo de la avestruz.

Por eso, el modelo de acreditación que nosotros presentamos es más real, más solvente y más cercano a la Atención Centrada en la Persona que el que presentó a nivel nacional el Ministerio de Derechos Sociales.

¿Y sobre las unidades de convivencia?

El modelo del Gobierno da respuesta a lo que la sociedad quiere oír pero no con liderazgo dan una respuesta a lo que todos necesitamos. Un modelo que no debate y que entra a hablar de 15 personas por unidad de convivencia sin decir por qué es un error.

Nosotros creemos que el modelo de 15 plazas en las unidades de convivencia es un profundo error porque tiene que haber una coherencia entre el tamaño de la unidad de convivencia y la ratio de personal que se requiere. Si no, estaremos haciendo como cuando aprobamos una ley y no generamos el dinero para financiarla, como fue la Ley de Dependencia, y yo creo que ya en las políticas de atención a las personas vulnerables pues basta ya de titulares burdos que en un momento determinado pueden generar expectativas que luego no se pueden cumplir.

Creemos que el modelo de 25 que proponemos es más coherente con las ratios que se pueden financiar en este momento teniendo en cuenta que en nuestro país tenemos un déficit de financiación por parte del Gobierno España y un sistema de dependencia muy grande. Es cierto que ha mejorado en los últimos tres años, pero también ha aumentado el gasto de algunas comunidades autónomas, como el de Madrid.

Esto nos lleva a mantener una dinámica en donde si no existe una solución económica, no lo haremos.

Al final, parece claro que todo pasa por una adecuada financiación...

¡Claro! Está muy bien hablar de modelo, pero la pieza clave es la financiación y la sostenibilidad del sistema. Si nadie habla de esto... porque jamás en la vida ha habido un chicle que dé tanto de sí como el Plan de Choque de la Dependencia, que vale para universalizar la teleasistencia, vale para sacar listas de espera, vale para generar un modelo en donde calculan a 700 euros el precio por metro cuadrado para cambiar una residencia, pero te vale más de 2.000 en un momento determinado lo que ya tienes en el mercado.

Jamás ese dinero ha dado tanto de sí pensando en que además aumentes las intensidades de los servicios y que aumentes compatibilidades, en que incorpores nuevos servicios a las carteras... Es decir, uno primero tiene que ser sincero consigo mismo y con la sociedad y hay que saber como cualquier familia dónde estoy y qué es lo que me puedo permitir.

Por lo tanto, mientras el Gobierno de España diga que lo único que se puede permitir es lo que hay, no puede haber un modelo a futuro y en donde dependemos, año a año, de si decidimos que aportamos algo o no aportamos nada.

En este sentido, también ha sido incoherente todo desde el principio en cuanto a los tiempos porque cómo es posible que primero se comprometa el Gobierno de España con Europa en un modelo que luego somete a debate. El problema es que parte de los fondos de resiliencia vienen porque ya hubo un compromiso por parte del Gobierno de España con hacer unidades de convivencia. en el fondo lo que decimos es que estamos desnaturalizando y generando una pantomima de los órganos de representación.

Vendemos proactividad, vendemos consenso en este tipo de órganos, pero en realidad jamás han sido tan distantes y han estado tan rotas las posiciones de las distintas comunidades autónomas como ahora en los temas más relevantes.

¿Qué me dice de la Atención Centrada en la Persona? ¿Y de la libertad de elección?

Para la Comunidad de Madrid el primer elemento es que no hay Atención Centrada en la Persona sin libertad y, sin embargo, en el modelo nacional parte de todo menos de la libertad o la libertad se analiza sin tener en cuenta también la libertad del grupo. Uno elige la unidad donde está... ¿y el que está en la unidad no tiene derecho a elegir quién entra en la unidad?

Por otra parte, uno tiene derecho a elegir elementos en un momento determinado de su vida diaria, como es la comida, y eso está muy bien, pero ¿la espiritualidad de la persona dónde está? Cuando hemos planteado al Gobierno de España el derecho de la persona a la defensa de su espiritualidad como elemento esencial de una persona que está en el final de su vida, nos dicen que eso no forma parte de la ACP.

Estamos hablando de Atención Centrada en la Persona y cuando hablamos de que hay que cambiar el sistema de la dependencia para ponerlo vinculado al servicio al mismo nivel que la plaza pública para garantizar que las personas vayan a donde quieran y cuando se lo pedimos al Gobierno nos dice que eso no toca.

Por eso, nuestro modelo no solo hay que verlo desde la orden de acreditación de centros y servicios sino también desde el decreto que estamos trabajando con cambios importantes en el sistema de la dependencia de la Comunidad de Madrid en donde tratamos, entre otras cosas de potenciar esa libertad del usuario con diferentes medidas.

¿La orden de la CAM para acreditarse puede implicar cambios notables en lo que se refiere a la estructura arquitectónica, en la forma de organización de las residencias, para las nuevas para las que se vayan a construir, a partir de ahora o también se aplicará con carácter retroactivo con las que llevan tiempo funcionando?

Nosotros tenemos que ser coherentes con nuestro discurso y el discurso de la Comunidad de Madrid ha sido siempre que tenemos que generar un modelo en donde partamos de todo lo que es la nueva creación y para los inmuebles preexistentes hay que tener en cuenta el diagnóstico de necesidades que tenemos y las posibilidades para llevarlas a cabo.

Hay muchísimos casos en que, además, no se puede. Por mucho que quisiera uno, no se puede. Generaríamos, además, la inviabilidad de los propios proyectos.

Se publicó un primer borrador, hemos tenido una serie de alegaciones y de propuestas por distintos interlocutores y estamos estudiándolas todas ellas para sacar la orden definitiva, mejorando la técnica jurídica de la redacción de la propia orden para clarificar la filosofía y concepto que tenemos.

¿Creen que tendréis el respaldo de las patronales de la región, cómo veis vuestra relación, la interlocución, con los otros agentes?

Nosotros tenemos una interrelación muy fluida con todos los agentes. Desde esa perspectiva yo entiendo que ellos serán conscientes de que el modelo de la Comunidad de Madrid es mucho más realista a cualquier otro que se esté representando ahora mismo en el panorama nacional y no digo ya nada a nivel acuerdo del Gobierno.

Siempre habrá cuestiones que a uno le generen una preferencia diferente, pero estoy absolutamente convencido de que la visión en conjunto que tendrá del modelo de la CAM será mejor. Hay cuestiones que afectan a ratios de personal. Habrá que ver, que ajustar, pero nuestro modelo es el que es.

Creemos también que hay que mejorar el personal en los centros residenciales, esto es evidente, pero también somos conscientes de que esta es la primera fase y que es una primera fase que tenemos que abordar porque si no tenemos un marco de vacío normativo al no habernos adherido al acuerdo marco nacional. Pero no es la definitiva porque el futuro está, desde mi punto de vista, en que los criterios de acreditación se basen en criterios de calidad e indicadores de satisfacción de todos los grupos de interés que afectan a la vida del centro.

Digamos que estamos ante una normativa, que no es la solución al problema como dice el Gobierno de España, sino de transición ante lo que deberá de ser la solución del problema.

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