Lo mejor de los 36 viajes geroasistenciales que llevamos organizados desde Inforesidencias.com es la capacidad de transformar pensamientos en los asistentes. Hace dieciséis años, cuando empezamos, lo que veíamos era tan diferente a lo que había en España que las frases que solíamos escuchar eran "eso es imposible hacerlo en España" o "si a mí me pagaran eso, claro que podría hacerlo". Casi ningún asistente queda impasible ante las realidades a que se expone uno durante un viaje.
Con el tiempo vemos que ideas como las "unidades de convivencia" o la "Atención Centrada en la Persona" ya están implantadas en algunas residencias en España. A mí me enorgullece saber que algunos de los primeros que importaron el modelo lo hicieron después de venir a alguno de nuestros viajes, o incluso que el arquitecto pionero en la implantación del modelo escandinavo, Mar Trepat, lleva años siendo asiduo viajero geroasistencial.
Ahora ya no es tanto el modelo en sí lo que llama la atención e inspira a los asistentes, sino aspectos más de detalle. Con alguna excepción.
La semana pasada estuve en Nuremberg con un grupo de unas veinte personas visitando residencias y en dos de ellas pudimos visitar "Oasis de Cuidado". El concepto lo había visto con anterioridad en Zurich y Munich y, de nuevo nos sorprendió a todos.
Los usuarios de un Oasis son personas con demencia avanzada, limitación grave de movimiento, comportamiento pasivo, capacidad muy limitada de comunicarse e incapacidad para comer de forma independiente. Este tipo de usuarios normalmente viven de forma casi aislada en sus habitaciones y casi sin levantarse de la cama.
El Oasis busca evitar el aislamiento y la soledad, promoviendo la capacidad de movimiento aprovechando la capacidad que queda, promover en lo que se pueda la vida comunitaria y la estimulación de las funciones sensoriales, reducir la ansiedad, el insomnio y el dolor.
En el caso de la residencia para persona que viven con demencia Lindenhof vimos una unidad de 207m2 para nueve personas repartidas en tres habitaciones dobles y ¡Una triple! Las habitaciones tienen unas puertas correderas que ocupan toda una pared de forma que cuando éstas están abiertas el dormitorio se integra en la sala de estar. Cuenta también con un baño adaptado (con una bañera adaptada de hidromasaje), una sala de estar, un office, una sala técnica y una terraza de 20m2 a la que pueden sacar las camas. El aspecto es muy doméstico.
Un Oasis de atención está integrado en una residencia, en el caso de Lindehnof de 41 plazas. En el otro que vimos la residencia tenía 152 (Residencia August Meier), funcionando de forma casi independiente con cuatro profesionales (gerocultoras especializadas) asignadas al mismo. El personal específico está presente 14 horas al día (de 7 a 21h), por la noche es el personal nocturno de la residencia quien atiende a los residentes (2 para los 41).
La sensación en el Oasis es de verdadera tranquilidad. Intentan que no haya ruidos estridentes, sí música. La iluminación es tan importante que en el de la residencia nueva se han preocupado de que esté en un lugar que permita tener una gran claraboya sobre la sala de estar de forma que se pueda ver el cielo. En el de Lindehnof, un sistema informático controla la iluminación de forma que la intensidad se ajuste al momento del día imitando la luz solar de forma que los ciclos circadianos no se vean alterados.
Estoy seguro de que muchos de quienes estén leyendo esto pensarán que es algo peculiar o excéntrico. Lo cierto es que hay pruebas de que funciona. Nos han hablado de retirada de medicación y mejores medidas de calidad de vida y, como prueba de que estamos hablando de un modelo basado en la evidencia nos ofrecen la página www.pflegeoase.de y artículos como https://www.inforesidencias.com/resources/public/biblioteca/documentos/funcionamiento/oasis-de-cuidado-en-nuremberg-2023.pdf, que tiene enlaces a revistas científicas.
Vamos que estamos hablando de innovación gerontológica llevada a cabo de forma consciente. Innovación que en un caso ha decidido instalar un dormitorio triple y en el otro se coloca en una residencia recién inaugurada de más de 150 plazas (que resulta que es de titularidad pública).
Recomiendo leer la documentación e invito, como llevo haciendo tiempo, a reflexionar sobre si debe existir una norma rígida que delimite cómo deben ser las residencias o deberíamos plantearnos potenciar la innovación facilitando que puedan aparecer nuevos modelos que se ajusten a la diversidad con la que se va a manifestar el creciente número de personas mayores dependientes en los próximos años.
Ahora mismo, si alguien se plantease montar un oasis de atención en España se encontraría con graves dificultades debido al rigor de unas normativas basadas en la desconfianza. Varias de las personas que vinieron a Nurémberg tomaron nota y pensaron que quizás habría que adaptar un poco el modelo para poder traerlo a España. Tengo muchas ganas de ver el resultado.
Dentro de tres semanas volvemos a ir de viaje, esta vez a Berlín. Volveremos a ver modelos innovadores de atención continuada y, estamos intentando visitar otro Oasis.
No puedo negar que me encanta esto de viajar y visitar experiencias innovadoras. Pero aún me gusta más visitar en España residencias que han venido a alguno de los viajes y han "digerido" algún concepto convirtiéndolo en algo que se puede aplicar aquí.
¿Alguien se anima a explorar y traer conocimiento?
Si (
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