‘El escándalo de las residencias’ se convierte en ‘el escándalo de las administraciones públicas’

Antena 3 ha estrenado este jueves en prime time el programa especial ‘Hablando en plata: El escándalo de las residencias’, presentado por la periodista Sonsoles Ónega. Aunque la cadena de televisión ha incidido en que la iniciativa forma parte de un movimiento de Antena 3 y laSexta en favor de las personas mayores en la sociedad, lo cierto es que el título ya decía mucho de por dónde iría la línea editorial de este espacio.

Pero al final, la conclusión de ‘El escándalo de las residencias’ se ha convertido después del debate sobre el reportaje del chef Alberto Chicote en ‘el escándalo de las inspecciones de residencias’, es decir en una crítica por parte de los asistentes al programa a las administraciones públicas, responsables últimos de la insuficiente financiación y de la falta de control de los servicios que deben inspeccionar.

Todas las fotos son del programa de Antena 3

El punto de partida del programa especial ha sido un reportaje protagonizado por Chicote, que, aunque decía que "revela lo que ocurre en residencias de mayores de toda España", empezaba su intervención en directo junto a Ónega apuntando: “Átense los machos porque lo que ocurre en las residencias es un escándalo o un escandalazo”.

Efectivamente, el enfoque era el esperado y la crítica a los centros residenciales, generalizada. Empezaba un hombre en la playa que no mostraba su cara y que decía ser usuario de una residencia a la que calificó de “matadero lento”. El hombre esperaba, según sus palabras, “un hotel de 5 estrellas”. A continuación, una responsable de la Coordinadora de Familiares y Usuarios de Residencias de la Comunitat Valenciana (ReCoVa) las tildaba de “morideros”. Y todo salpicado con expresiones mal sonantes del famoso cocinero, metido a labores de reportero de investigación, del tipo “a nadie le importa un huevo”, aunque esta, concretamente, se la dedicaba a las administraciones.

Más críticas a las residencias

Tras las intervenciones del periodista Manuel Rico, con críticas a las residencias por, entre otras cuestiones, el dinero que se dedica por persona y día en comida, aunque de acuerdo en la necesidad de transparencia; de familias de usuarios quejándose de la falta de personal y malas atenciones; de Mariano Turégano, el residente de un centro de San Sebastián de los Reyes famoso por su intervención quejándose de la comida en un pleno del ayuntamiento; de más familiares hablando de una “cárcel que no tiene verjas”; de un nutricionista hablando de los márgenes de desnutrición en una residencia y en el hogar; de testimonios con el tópico de criticar a las empresas porque “quieren ganar dinero a costa de los mayores; o de extrabajadores recordando que había residentes que “pedían que los mataran” y Chicote hablando directamente de maltrato, se pasó al debate entre personas conocidas del espectáculo y varios expertos del sector.

Entre ellos, el fundador y director de Inforesidencias, Josep de Martí, que reconocía que le había “sobrecogido” el reportaje: “Llevo años trabajando en el sector y cada vez que veo situaciones de este tipo me sobrecoge el corazón pero cuando paso la información al cerebro me pregunto si esto es representativo de lo que pasa en las residencias o hemos ido escarbando para buscar algo que sea especialmente sobrecogedor”.

En este punto, recordaba que "habría sistemas para saber qué pasa en general en las residencias. Hay indicadores científicos que permitiría saber de, no una persona o quince residencias que han salido en el reportaje, el conjunto de toda España”. Además, habló en este momento de la transparencia: “Creo que hoy, todo el mundo que tenga a su padre o su madre en una residencia privada debería ir a verla mañana y ver cómo comen porque la peor sanción para una residencia es que se la lleven a otra”.

Al respecto, Chicote apuntaba que sobre las inspecciones a las residencias, "sigue habiendo mucha gente a la que le importa un pimiento lo que pase". Afirmaba desconocer “los números totales” de un mundo, además, que le “es ajeno”.

También daba sus explicaciones el presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez Navarro, que también fue claro: “Verdaderamente, en España hay 400.000 personas mayores viviendo en residencias y hay 200.000 profesionales, generalmente mujeres, que cuidan a esas personas en líneas generales con un gran compromiso y una gran profesionalidad, pero es verdad que conmueve casos concretos que se dan, pero la anécdota no se puede llevar a la norma”.

Por otra parte, Ramírez abrió el cajón de la financiación: “También me interpela el tener que decir que los gobiernos deben invertir en este sector porque es, además, una gran inversión”. Recordó que por cada millón de euros públicos que se invierten en este sector se generan 42 puestos de trabajo estables, directos y no deslocalizables”.

El actor Octavi Pujades explicaba que lo que se había visto en el reportaje “no es la norma, no es la forma en la que se funciona habitualmente”, pero le preocupaba “la deficiencia estructural para controlar que esto no pase y que no pase de forma continuada”. Igualmente, la escritora y presentadora Marisol Galdón denunciaba que “la falta de control es lamentable”. Opinaba que lo visto es tan indecente y tan inmoral que “lo tremendo es que esté sucediendo y que parece que a nadie acabe importándole”.

Del mismo modo, el presidente de la Plataforma por la dignidad de las Personas Mayores-Plagdimare, Miguel Vázquez, destacaba que “el derecho a un trato digno preocupa poco a las autoridades”. Tras apuntar que para este trato digno haría falta una ratio de 1,13 trabajadores, que hay pocas inspecciones, que los familiares no tienen vías de participación y que “la oferta es inferior a la demanda”, insistía en que “hace falta invertir”.

El director de Inforesidencias.con volvía a tomar la palabra entonces para hablar de transparencia y apuntar que tiene un portal que ayuda a las personas a encontrar residencias y por eso sabe que hay residencias que tienen plazas libres: “De las más de 5.000 residencias que hay en España, en nuestro portal hay 1.100 y de éstas, 157 son 100% transparentes, es decir, comparten incluso las actas de inspección. Pueden ser pocas, pero muchas otras ofrecen información, como sus ratios de personal, qué contrato vas a firmar, qué incluye el precio y qué no”.

Por otro lado, Josep de Martí, sobre la ratio que consideraba necesaria el representante de Plagdimare, afirmaba que era la ratio que ha visto en residencias de EEUU, Suecia y en Noruega y la considero óptima, pero los precios que cuestan las residencias en estos países se pagan con lo que aportan sus gobiernos, que entienden que cuestan el 2% del PIB. Nosotros no gastamos ni 1”.

“Hemos creado un sistema low cost en el que la ratio de personal es la justa para dar un nivel de vida justo. Eso iba bien en un momento determinado, pero ahora tenemos que cambiar y tenemos que cambiar como sociedad y exigir que eso, que es un derecho, que se cumpla”, concluye Josep de Martí, director de Inforesidencias.com.

Por su parte, Juan Manuel Ramírez quiso poner el énfasis en el Sistema de la Dependencia: “En España nos dimos una ley que generaba un derecho subjetivo de ciudadanía que era la Ley de Dependencia, que no estaba dotada de dinero, pero, además, hasta que se han recuperado los recortes de 2012 se han dejado de invertir más de 6.000 millones de euros. Hay que poner el foco en las personas que ni siquiera llegan a la residencia o a otras prestaciones porque mueren antes”.

El presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales subrayó que “45.000 personas murieron en 2022 en las lista de espera de la Dependencia y eso ocurre porque hay unos gobernantes que son insumisos porque la ley genera un derecho reclamable jurídica y administrativamente. No habría problema económico porque si entras a una residencia por la Ley de Dependencia, pagas el 75% de tu pensión, sea la que sea”.

Ramírez quiso mandar “un mensaje de tranquilidad” a los usuarios, sus familiares y los potenciales usuarios de residencias: “No tengan angustia y ansiedad de que lo que se van a encontrar en una residencia cuando vayan va a ser lo que han visto hoy en este reportaje. Seguramente, las 200.000 trabajadoras del sector van a cuidar de ellos”.

Para terminar las intervenciones, la periodista Sonsoles Ónega, moderadora que aseguró en varias ocasiones que hay residencias que lo hacen mal, pero que hay muchas que lo hacen muy bien, apuntó: “No queremos alertar y tampoco estigmatizar porque las residencias, al final, son necesarias”.