Una de las frases más habituales que escriben en Internet las personas que buscan una residencia es "residencias de ancianos baratas". Si no es exactamente así es alguna muy similar. Es algo normal si se mira desde la perspectiva de un futuro usuario (o de un familiar cercano) que busca un centro que se adecue a sus necesidades y que pueda pagar. Es lógico desde el momento que se toma en consideración la pensión media de jubilación en España, que es de 1.255 euros (en agosto 2022), para valorar lo que es caro o barato para nosotros.
Tampoco podemos olvidar que cuando se hacen este tipo de búsquedas hablamos de residencias privadas, ya que las públicas se pagan con una parte de la pensión y también a través de fondos públicos. Como las listas de espera son las que son, muchas veces ocurre que es necesario pasar un tiempo en una residencia privada antes de estar en disposición de ocupar una plaza pública o, incluso, en el mejor de los casos, estar un tiempo en una plaza sufragada en parte con el cheque servicio o la prestación económica vinculada (PEV) que se haya concedido.
Dicho esto, la pregunta que nos trae aquí es:
¿Hay residencias de ancianos baratas?
Opino que hay residencias para casi todos los bolsillos. Si huimos del tópico de lo que es barato para mi quizá no lo es para ti, hay que decir que, efectivamente, hay residencias geriátricas privadas muy asequibles en la medida que, en según qué zonas de nuestro país, se pueden encontrar por unos 1000 euros + IVA. Ese precio lo pueden aplicar unos pocos centros a usuarios con muy bajo nivel de dependencia que acepten habitación compartida sin baño propio.
Igualmente, algunos de los aspectos que no se pueden olvidar, además del precio, a la hora de ponerse a la tarea de buscar una residencia a través de Internet, son las condiciones del edificio, la cantidad (los famosos ratios) y variedad del personal (en relación con los servicios que se ofrecen), las actividades que se realizan y el tipo de habitación (lógicamente, no es igual el precio de una habitación individual que el de una compartida).
Otro punto importante a tener en cuenta es si esa cuota que se debe pagar puede aumentar con el tiempo. Es decir, que el precio no vaya ligado a un grado de dependencia concreto, por lo general un grado I, que es cuando la persona mayor todavía mantiene un cierto nivel de autonomía.
La ubicación
No menos importante es dónde se ubique esa residencia. Parece lógico entender que vamos a tener que pagar precios más altos en las capitales de provincia que en los municipios cercanos y la diferencia de precios es aún mayor cuando buscamos en zonas rurales.
Hay más posibilidades de encontrar precios más asequibles o baratos en pueblos pequeños o zonas alejadas de poblaciones más grandes por la sencilla razón de que el coste para el empresario del suelo para tener allí el edificio de la residencia o, simplemente, para pagar el alquiler es más barato que en zonas más pobladas. Cada vez más por suerte, por parte de las familias se da más importancia a la ubicación, ya que si bien toda ubicación rural o urbanita tiene sus pros y sus contras, valorar la proximidad de la familia es realmente importante.
¿Habrá residencias baratas en el futuro?
Opino que cada vez menos.
Hay que tener en cuenta el modelo de residencia del que venimos y la dirección en la que nos dirigimos. Hace unas pocas décadas veíamos residencias en las que ver habitaciones de 3,4 y 5 camas era lo habitual. La realidad actual es muy diferente y a cada año que pasa, las distintas administraciones van elaborando normativa que influye, o influirá, en los tamaños de las habitaciones (priorizando las individuales), los espacios comunes, las ratios de personal en los turnos diurnos y nocturnos etc. En resumen, que para que la dueña o dueño de una residencia pueda seguir ganándose la vida mientras le suben los costes, alguien deberá asumir esta subida. Y solo hay 3 posibles opciones: Que los asuman los dueños de las residencias, la administración pública o la persona usuaria. No hay más. Así que bajo mi punto de vista, el coste de una residencia irá en aumento ya que cada vez las residencias serán mejores.
Ah, y no olvidemos que muchas residencias privadas desde después de las dos primeas olas de pandemia en la que ya pudieron hacer nuevos ingresos, tuvieron que bajar los precios. La mala imagen de las residencias que se hizo por parte de bastantes medios de comunicación hizo que mucha gente tuviera miedo de las residencias. ¿Consecuencia? O bajo precios para captar clientes para que, una vez dentro, vean que todo va genial y es normal, o bien tengo tantas plazas vacías que hacen que la viabilidad de mi residencia se vea comprometida. Y es que muchas residencias bajaron los precios hasta el punto de casi no ganar o, en algún caso, perder un poco porque la alternativa era perder más.
Y creo que ya era hora, cono ya viene ocurriendo desde inicios de este año, que se recuperen las cuotas pre pandemia, ahora que la demanda de plazas vuelve a ser elevada.