Lares aboga por generar "un sistema flexible de relación y de servicios con el ciudadano que atienda sus necesidades"

Lares cumple 25 años cuidando a personas mayores, dependientes, con discapacidad y en riesgo de exclusión social, bajo el prisma de la gestión solidaria, con un objetivo: mejorar la calidad de vida a través de la personalización de la atención directa, de la formación de los profesionales y de búsqueda de financiación y ayudas.

Al principio eran pocos, pero hoy suman 1.050 centros y servicios en toda España que se identifican con un Modelo de Atención Lares basado en la persona, en su singularidad e integralidad; en las personas cuidadoras como agentes de valor añadido en los cuidados; y un entorno en el que promueven el intercambio y la convivencia.

Lares ha sufrido de primera mano, como el resto del sector, lo que ha sido la pandemia en sus centros, en sus usuarios y sus trabajadores. La causas y los retos los ha reflejado en un informe que explica lo que ha supuesto la entrada del virus en los centros con las personas más vulnerables. Hacen falta cambios y su presidente, Juan Ignacio Vela, explicaba en una entrevista a Dependencia.info que esperan que "en una década, el sector se haya transformado radicalmente".

"Confío en que seamos capaces de plantear un tipo de atención a las personas mayores dependientes que se adapte a las expectativas de las propias personas que vivan esa situación", añade para insistir en que desea que "seamos capaces de generar un sistema flexible de relación y de servicios con el ciudadano que atienda sus necesidades con recursos suficientes para responder esta nueva radiografía del sector, con una mayor diversificación de recursos".

Opina Vela que tendrá que "avanzar la co-gobernanza entre la política social y la política de salud", al tiempo que "las nuevas tecnologías propiciarán que este nuevo modelo de atención que auspiciamos sea una realidad en breve".

El presidente de Lares nos cuenta más cosas sobre Lares y estos 25 años que cumplen ahora:

¿Qué define a Lares, qué hace, cómo lo hace?

Lo que define a Lares es, simple y llanamente, el cuidado. Somos y queremos seguir siendo un referente en los cuidados de las personas en España. Pero no nos vale cualquier cuidado; no. Trabajamos y nos esforzamos a diario por situar a la persona en el epicentro de toda nuestra actividad.

¿Qué significa exactamente Tercer Sector-Sector Solidario?

El Tercer Sector está formado por organizaciones no gubernamentales que cooperan con la Administración y sus políticas en la mejora de vida de los ciudadanos. En la actualidad, el Tercer Sector tiene una importancia clave como elemento colaborador del sistema de protección auspiciado bajo el denominado Estado del Bienestar.

Sus rasgos diferenciales consisten en no buscar un beneficio empresarial y, en el caso de que lo hubiere, este repercutiría de nuevo en los proyectos; en apostar decididamente por los trabajadores y sus profesionales.

En definitiva, el Tercer Sector, combinado con la economía social y de la mano de las políticas públicas, es la base sobre la que se asienta un nuevo modelo de sociedad: con una ciudadanía participativa, a través del voluntariado, que es, a su vez, motor del propio cambio.

¿Cómo surgió Lares, a quién se le ocurrió la idea hace 25 años?

Los orígenes de Lares pueden remontarse más allá de un siglo. Contamos con centros que, históricamente, cuidaban y atendían a las personas más vulnerables de la sociedad.

Hace 25 años estas instituciones, muchas de ellas congregaciones religiosas y/o entidades benéficas, se dieron cuenta de la importancia de la unión. Y, de esa forma, compartir un espacio común que ayudara a mejorar la calidad de las personas a las que ya cuidaban.

Se unieron para disponer de una sola voz ante negociaciones colectivas, para poder reclamar a autoridades políticas, tener mayor peso ante la propia Administración, etc. De ahí surgió la suma de esfuerzos por parte de las 17 asociaciones autonómicas que dio origen a la Federación Lares.

¿Cómo ha cambiado la atención a las personas mayores en 25 años?

El cambio en los cuidados ha venido marcado por el propio cambio que ha experimentado la sociedad en estos últimos 25 años. En su momento, existía un modelo de cuidado centrado en aliviar el dolor y en la búsqueda de soluciones habitacionales. De ahí que sus características tratasen de dar respuesta a estas necesidades con espacios más físicos grandes, con profesionales más identificados con el centro que con su labor profesional, etc.

En la actualidad, nuestro modelo parte de idénticos valores pero desde una nueva óptica basada en la proximidad, la cercanía, la unidad de convivencia, de conseguir entornos más familiares, más cálidos, etc., donde el cuidado esté vinculado a la empatía de los propios profesionales con todos los residentes.

¿Algo que se hacía antes de manera normal y ahora es impensable?

Si lo piensas detenidamente, 25 años no son muchos para apreciar grandes cambios. Sin embargo, sí me viene a la cabeza, por ejemplo, como antes los propios médicos recetaban las sujeciones a determinados pacientes y se veía como algo habitual, normal…

Hoy en día, está demostrado que se trata de una mala praxis erradicada de todos nuestros centros. Existen otras metodologías para tratar adecuadamente a estos pacientes y de manera mucho más eficaz.

¿Cuáles son los principales problemas del sector?

Uno de los principales retos es la falta de financiación del sector. El problema conlleva, a su vez, una serie de necesidades concatenadas que debilita al sector y lo imposibilita para ejercer su rol con normalidad. Que no es otro que liderar la atención social y el cuidado.

Esta circunstancia provoca que no exista un prestigio del sector, que la formación de los profesionales no sea del todo completa, que no se dé una respuesta adecuada a las necesidades de las personas mayores, que han visto su forma de vida variar de forma significativa en los últimos años.

Tampoco podemos olvidar que nuestro quehacer diario también se ha visto modificado al situar de forma inequívoca a la persona en el centro de nuestra labor. Nosotros damos respuesta a las necesidades que nos comunican las personas que viven con nosotros sin importar que eso sea lo que más convenga o no a cada centro.

¿Estamos preparados para asumir el envejecimiento de la población?

No, no lo estamos. En cambio, sí estamos en disposición, tanto la Administración a nivel europeo como nacional y autonómico, de generar ese espacio de cambio de modelo imprescindible que obligue, también, a generar un cambio de mirada al envejecimiento en la sociedad y a su problemática. Y que impulse también una lucha contra el edadismo o la discriminación por el hecho de ser mayor.

¿Cómo de efectiva es la colaboración con las administraciones?

Se ha avanzado mucho gracias a la coordinación y el diálogo con las Administraciones Públicas. Pero sigue siendo un diálogo insuficiente. Es, desde el punto de vista de la dirección del mensaje, casi siempre unidireccional de la Administración al Tercer Sector.

Es muy importante abandonar ese diálogo impositivo por uno bidireccional, más enriquecedor para ambas partes. Es necesario que los poderes públicos tengan en cuenta la voz y las necesidades de las personas mayores; que se les escuche. Y para ello, el Tercer Sector es el interlocutor idóneo para tender puentes entre ambos y con la sociedad.

¿Y cómo es la relación entre ánimo de lucro-sin ánimo de lucro?

Existe una relación cordial entre ambos mundos pero sin olvidar que, aunque el fin pueda ser el mismo, los cauces que seguimos cada una de las entidades hacen que las diferencias entre todos sean muy acusadas.

¿Cómo ve Lares el sector dentro de 10 años?

En nuestro sector, una década puede ser entendido como mucho tiempo o, por el contrario, insuficiente para poder valorar según qué aspectos. Nosotros deseamos que, en una década, el sector se haya transformado radicalmente.

Confío en que seamos capaces de plantear un tipo de atención a las personas mayores dependientes que se adapte a las expectativas de las propias personas que vivan esa situación. Que hayamos sido capaces de generar un sistema flexible de relación y de servicios con el ciudadano que atienda sus necesidades con recursos suficientes para responder esta nueva radiografía del sector, con una mayor diversificación de recursos. Sin olvidar potenciar el trabajo en red con recursos de proximidad en el entorno comunitario.

Además, tendrá que avanzar en la co-gobernanza entre la política social y la política de salud, donde la coordinación sociosanitaria es imprescindible. Con ello, se alcanzaría una mayor eficiencia del sector y generaría una respuesta más idónea a las necesidades de las personas.

Las nuevas tecnologías propiciarán que este nuevo modelo de atención que auspiciamos sea una realidad en breve. El envejecimiento en la sociedad y sus cuidados serán tratados como un elemento transversal donde todos colaboraremos y la sociedad avanzará para garantizar la máxima autonomía de los ciudadanos (ya sea arquitectónica, de participación, etc.).

¿Qué ventajas tiene para una residencia o centro de día formar parte de la familia Lares?

La familia Lares aglutina a todas aquellas personas que comparten los valores del humanismo, situando a la persona en el centro de la acción. Una entidad que no solo piensa así a nivel de los usuarios, sino que lo extrapola a todos sus trabajadores. Somos un grupo social que trabaja con el Tercer Sector animando, potenciando y creando entidades como respuesta a sus necesidades.

La economía social es la economía del futuro en Europa y, por ello, va a adquirir una gran importancia en los próximos años. La familia Lares tiene más razón de ser hoy que nunca para poder acoger bajo su “paraguas” a todos aquellos que compartan sus valores y permitir alcanzar un cambio en el sector de los cuidados en Europa.