Después de casi un año de soledad por el Covid-19, los mayores y los enfermos pueden volver a abrazar a sus familias gracias a las salas de abrazo. La idea partió de una residencia para personas mayores en Véneto en Italia y se extendió rápidamente, asegurando una comodidad inmediata a los muchos huéspedes de las residencias.
En este período de pandemia las personas frágiles, como los mayores residentes en las estructuras, son quienes más se han visto afectados por la distancia social que establecen las normas para la contención de la infección ya que también son de alto riesgo.
No son solo las enfermedades físicas o dolencias de la edad las que necesitan ser tratadas, sino también la parte emocional y espiritual de cada uno. Y, sobre todo, los medicamentos no son suficientes para brindar bienestar a las personas.
Así, los mayores hospitalizados en hogares de mayores, cada vez más solos y con riesgo de depresión, encuentran el consuelo de sus seres queridos después de casi un año de "reclusión forzada".
El abrazo es un gesto empático, aumenta la autoestima, da energía y permite que el cuerpo libere endorfinas y oxitocina. Un tratamiento psicológico que ha resultado muy importante.
¿Qué es la 'Sala de Abrazos'?
Se trata de un inflable que proporciona, en cumplimiento de la normativa vigente relacionada con el Coronavirus, dos accesos separados y autónomos para familiares y visitantes que conducen a dos zonas divididas por una membrana transparente, todas ellas realizadas en material lavable e higienizable tras cada acceso. No es solo un partido de larga distancia, existe la posibilidad de contacto gracias a las mangas suaves.

Desde el punto de vista organizativo, la residencias de mayores organiza visitas con cita previa, programando los distintos accesos a la sala en horarios concretos para realizar las operaciones de higienización al final de cada reunión, en pleno cumplimiento de los protocolos sanitarios vigentes.
Al ser una estructura hinchable en menos de un minuto es fácil de montar, una solución práctica y económica.
El producto fue desarrollado en el más estricto cumplimiento de la normativa vigente sobre seguridad anti-contagio de COVID 19 y según lo recomendado por la autoridades sanitarias, la estructura se puede higienizar con una solución hidroalcohólica al 70%.

Este es uno de los muchos testimonios sobre los beneficios de las salas de abrazo por parte de los operadores en las residencias de mayores: “Hemos visto que nuestros huéspedes han desarrollado nuevamente un pensamiento positivo y han estimulado su esfera emocional, mejorado su estado de ánimo. Las caricias que les habían sido negadas desde marzo. Una verdadera manifestación de amor, cariño y apoyo incluso para los huéspedes que tienen problemas de comunicación porque el abrazo es comunicación no verbal, habla por sí sola, es esa luz que ha quitado la oscuridad que traía el aislamiento”.