En Idea tienen claro que cuando se trata de cuidar a personas mayores "no solo hay que mirar al pasado, también hay que mirar al futuro". Se está insistiendo en la ACP, en la ‘Historia de Vida’ pero habitualmente lo que se hace en el ámbito de las personas mayores "no se ve como una inversión a futuro".
Lo explica y presenta el curso 'Modelo Residencias con Sentido' la directora de Calidad de Idea, Nuria Garro, que apuesta decididamente por "descubrir y apoyar proyectos de vida".
¿Qué es, en qué consiste y qué objetivo tiene el Modelo de Residencias con Sentido?
Este curso ha nacido de una necesidad y de una reflexión. Primero, por la necesidad de implantar la Atención Centrada en la Persona, que como todos sabemos es el camino en el que nos estamos adentrando muchas residencias del país. Parece, además, que es el camino por el que nos van a obligar las normativas autonómicas a trabajar.
Por otra parte, la reflexión que hemos hecho, fruto de la pandemia, de la situación que han vivido las personas mayores y las residencias es que, como sociedad, no siempre se ve futuro en la vida de las personas mayores. Esta es una idea en la que insisto mucho a la hora de presentar el modelo de Residencias con Sentido.
No se ve futuro porque parece que todo lo que se hace en el ámbito de las personas mayores sirve para acompañar a personas que están envejeciendo, que van a morir, pero no se ve como una inversión a futuro, como sí se ve en las cosas que se hace en el ámbito de infancia y juventud.
Se está insistiendo en la ‘Historia de Vida’, que es lo que exigen las normativas (hacer un repaso a la biografía, identificar hitos en la vida de la persona, rescatar valores, fortalezas, capacidades…), pero no solo hay que mirar al pasado, también hay que mirar al futuro. De ahí esa reflexión de por qué como sociedad muchas veces no vemos futuro en la vida de las personas mayores.
Cuando hablamos de residencias, no se trata solo de cubrir sus necesidades asistenciales (bien comidos, aseados, vestidos, cuidados…) sino que, además, sean felices, que al final es lo que todos queremos. ¿Y en qué se concreta esa felicidad? En tener un proyecto vital. Si no tienes unas metas, unas ilusiones, algo por lo que luchar, al final ves la vida pasar.
En el caso de las personas mayores, y aquí entra el tema de la soledad y el aislamiento, ¿cómo logras convencerla, con la situación que estamos viviendo, de que merece la pena seguir viviendo, de que su vida tiene un sentido? Por eso, Residencias con Sentido. No solo hay que trabajar en la Historia de Vida de cada persona, sino, sobre todo, en ese futuro que le queda por vivir y que en ese proyecto de vida se hable de capacidades, de valores, de intereses, pero, principalmente, de cosas por hacer. Y los profesionales de la residencia que les acompañen en ese proyecto y le den los recursos y los apoyos que necesiten.
Lo importante es que todos, centros, familias, residentes y trabajadores, tengan esa visión de futuro y ayudar a la persona mayor a vivir de la mejor manera posible. Si no logramos que cada persona, con su nombre y apellidos, encuentren ese sentido de su vida, ¿cómo le acompañas en esos últimos años?
Todo el mundo habla de ACP, pero ¿todo el mundo aplica este modelo? ¿El curso puede ser una forma de integrarlo en la residencia?
Cuando doy la formación a los centros, digo que lo principal es partir de una reflexión porque si uno no sabe quién es y dónde está, no sabe a dónde va. Planteo dinámicas de reflexión que sirven para situar a cada profesional individualmente, pero también como grupo, como equipo de trabajo. Sucede que cuando animo a situar a la persona mayor dentro de lo que es su día a día de trabajo, lo que descubrimos es que hemos perdido a la persona mayor, estamos centrados en las normas, protocolos, registros, tareas asistenciales, los horarios, el salario… y la persona mayor ha quedado diluida.
Todos tienen muy presente a la persona mayor, porque es para quien trabajan, pero luego no está en el centro de todo. Ahí es donde se ve que todos hemos oído hablar de la ACP, y muchos están trabajando ya en esa línea, pero lo que me da miedo es que, por mucho que las normas ahora te lo exijan, la ACP se acabe quedando en un papel más, en un protocolo más. Lo que hace falta es sembrar la idea en cada uno de los profesionales, y también de los mayores y las familias, para que nos convenzamos realmente de que este es el camino y que cada uno nos vamos a tener que comprometer con ello, cada uno desde su papel.
Por eso hablamos de una formación no solo dirigida a los profesionales. Este curso se tiene que ver acompañado también, tal y como planteamos Residencias con Sentido, de una sensibilización o formación a los mayores y a las familias, que ahora, más que nunca, las tenemos que tener de aliadas, no de inspectoras. Y los mayores tienen que ser protagonistas desde el día 1.
¿Qué se va a encontrar el que se apunte a este curso, qué le va a enseñar?
Para empezar se va a encontrar con un primer módulo que le va a ayudar a entender por qué hablamos del concepto de sentido de vida, que es previo a todo lo demás que tiene que ver con la Historia de Vida, profesional de referencia… Cuando uno entiende esto, se da cuenta de que no solo le afecta a su vida personal, sino que, además en este caso, lo tiene que llevar a su trabajo.
El trabajo con personas mayores consiste principalmente en eso, en acompañar, a encontrar el sentido de su vida y a hacer un proyecto vital para los años que le quedan por delante. Esta formación le va a ayudar después como eso se concreta a través de un proceso de trabajo, una metodología, con unos materiales, con unos cambios a nivel organizativos en las unidades de convivencia, las actividades significativas… Le va a ayudar a entender como este modelo aplica todos los planteamientos teóricos de la ACP a través de una metodología muy concreta.
El curso está organizado en 8 módulo y cada uno de ellos tiene su correspondiente test para evaluar los contenidos, pero también incorporo siempre una actividad de aprendizaje. Esta actividad es en la que yo les propongo hacer ese ejercicio de reflexión. Lo que me interesa no es que sea un curso más, sino que realmente cale en la cabeza de cada uno de que esto es lo que necesita llevar a su residencia. O esto o nada. Por aquí es por donde hay que trabajar y que realmente les mueva ese compromiso por el cambio.
¿Qué tendrá que hacer el profesional con la persona mayor, cómo le ayudará?
Nos gusta decir “Residencias con sentido: descubrir y apoyar proyectos de vida” porque ayudo a la persona mayor a descubrir su proyecto vital. No se lo creo yo. El proyecto de vida es de cada uno, el sentido de vida es de cada uno, su objetivo personal y situado. Pero yo ayudo como profesional a transitar por ese camino de lo que ha sido mi historia de vida, veo cuáles son mis valores y a lo que yo doy importancia y por tanto da significado a mi vida y, insisto, como profesional apoyo ese proyecto de vida a través de recursos, de ser interlocutor con el resto de profesionales, ofrecer oportunidades, diseñar nuevas actividades…
El encargado de todo esto es el profesional de referencia, que ya te lo exige la propia normativa, pero hay que ver cómo se concreta esto en la realidad de cada centro. Por que es muy fácil decir unidades de convivencia, profesional de referencia, pero lo que estamos viendo es que en cada centro supone desaprender muchas cosas y al final transformar un poco la cultura de trabajo.
Las residencias han seguido un modelo de trabajo muy tradicional y esa cultura hay que cambiarla y requerirá tiempo, mucho tiempo posiblemente. Pero poco a poco. Primero con las cosas más importantes.
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