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El problema oculto. La violencia en residencias: cuando el agresor es el residente

Por Cristina Vidal-Martí
miércoles 25 de noviembre de 2020, 19:07h
la doctora en Psicología y profesora en la Universitat de Barcelona, Cristina Vidal-Martí.
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la doctora en Psicología y profesora en la Universitat de Barcelona, Cristina Vidal-Martí. (Foto: Cristina Vidal-Martí)

El pasado jueves, 19 de noviembre, se celebró la Jornada Firagran2020 denominada Innovació en residències de gent gran, nous reptes, noves solucions organizada por Firagran y coordinada por Inforesidencias.

En esta jornada, dinamizada por Anna Cebrian, se estructuró en base a tres ponencias y tuve la posibilidad de participar en la segunda ponencia, bajo el título “El problema oculto. La violencia en residencias: cuando el agresor es el residente”.

La finalidad de mi intervención era visibilizar que los profesionales son víctimas de los actos violentos ejercidos por parte de las personas mayores residentes y aportar algunos conocimientos para minimizar su impacto o bien establecer estrategias de prevención para que dichos actos no se produzcan.

Hablar de los actos de violencia realizados por las personas mayores residentes hacia los profesionales es una necesidad. Los datos de las investigaciones establecen que los profesionales de las residencias son uno de los colectivos con mayor índice de violencia laboral en los sectores de la salud y del cuidado; y por consiguiente, aunque sea un tema tabú, la realidad evidencia un fenómeno que padecen los profesionales en silencio.

Gerocultores, médicos, enfermeras, educadores sociales, terapeutas, trabajadores sociales, fisioterapeutas… son víctimas de dichas situaciones de vulnerabilidad y ante esta situación, la ausencia de espacios para hablar dificulta aún más su gestión y agrava sus consecuencias.

El hecho de no compartir, hablar, intercambiar, explicar… refuerza aún más el tabú. El silencio no es buen aliado. Todo lo contrario. Intensifica el dolor y aumenta aún más el problema oculto de la violencia hacia los profesionales por parte de las personas mayores.

Hablar es el primer paso. Un paso necesario para desmitificar este problema. Si desde los centros residenciales empezamos hablar de la violencia ejercida por parte de las personas mayores, dicha acción tendrá múltiples beneficios. Si el silencio persiste, el problema no desaparece. Todo lo contrario. Se enquista y se convierte en agente patológico.

Es necesario que empecemos a hablar de la violencia y la agresión realizada por las personas mayores residentes como base para su desmitificación, para que el tabú se rompa y poder tratar la situación con la mayor normalización posible. Si establecemos espacios de dialogo en el seno de las residencias para abordar este problema, podremos empezar a diseñar estrategias y medidas para minimizar sus efectos.

Atribuir los actos de violencia hacia los profesionales solo asociándolos a personas mayores residentes con deterioro cognitivo o con trastornos de conducta debidos a los trastornos neurocognitivos mayores es un error. La realidad es mucho más compleja y hay una multiplicidad de factores de riesgo a tener en consideración. Sin embargo, antes de empezar a diseñar medidas de actuación, será necesario visibilizar el fenómeno, sus efectos y consecuencias para actuar y tratar un fenómeno con una alta frecuencia en la cotidianidad profesional.

En la actualidad, en estos momentos de pandemia, la presión social hacia las residencias se ha intensificado. Esta presión se deriva y se derivará hacia los profesionales que atienden, día tras día, a las personas residentes. Si ante situaciones de violencia, los profesionales no son acompañados, escuchados, ni se le proporciona espacios de apoyo en el marco de la residencia, incrementará la presión hacia ellos conllevando a situaciones de mayor vulnerabilidad y mayores riesgos laborales; y a su vez, incidirá de manera directa en su intervención y atención a las personas mayores residentes.

La pandemia nos proporciona una gran oportunidad: establecer estrategias de autocuidado organizacional y hablar de manera abierta y sin temor de los actos de violencia y agresión causados por las propias personas mayores. Ahora más que nunca, hablar de la violencia ejercida por las personas mayores en la residencia se hace necesario.

Cristina Vidal-Martí

Dra. en psicología. Graduada en psicología y educación social. Autora del libro “La violencia laboral en las residencias de mayores. ¿Cómo gestionar la agresividad de la persona usuaria?” de Horsori Editorial.

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