La consejera de Derechos Sociales del Gobierno navarro, Mª Carmen Maeztu, y el presidente de la FNMC, Juan Carlos Castillo, han anunciado recientemente que los ayuntamientos navarros y las residencias de mayores crearán espacios seguros en torno a los centros para que los residentes puedan salir al exterior. Se busca de esta forma reducir todo lo posible el contacto con otras personas.
Las dos asociaciones que representen en Navarra a los centros residenciales, LARES y ANEA, han recibido de buen grado la propuesta. La idea es configurar un recorrido en torno al centro, o de ida y vuelta hasta un lugar cercano, donde las personas mayores pudieran pasear sin riesgos. Dicho recorrido deberá ser accesible y sin circulación de vehículos.
Para organizarlo de la manera más segura, se podrán establecer unas horas en las que ese recorrido sólo sea utilizado por las personas residentes, solas o acompañadas por el personal del centro y/o visitas autorizadas, al igual que se establecieron franjas horarias para mayores durante la fase de desescalada. En la medida de lo posible se está pensando en dos franjas horarias, de mañana y tarde, que habrá que adecuar en función de la climatología. También se valorará que ese recorrido disponga de bancos en los que poder descansar para aquellas personas con más dificultades para la deambulación.
Desde el Departamento de Derechos Sociales se indica que las salidas se realizarían con las medidas de prevención habituales, como la higiene de manos antes y después, así como uso de mascarillas. Será este departamento el encargado de dar el visto bueno a la propuesta que presenten los centros.
Maeztu lo explicaba: “Esta medida trata de prevenir el riesgo de contagio a estas personas altamente vulnerables y minimizar, al mismo tiempo, la repercusión en la salud física y emocional que puedan ocasionar las restricciones en las salidas y visitas que se puedan establecer en los centros. Las personas mayores que viven en una residencia no tienen por qué ver mermados sus derechos respecto a la población general”.
La idea ha surgido de la Unidad Sociosanitaria (personal de los departamentos de Derechos Sociales y Salud con representantes el sector) en busca de fórmulas que mejorasen el bienestar de las personas mayores.
La consejera ha indicado que se ha demostrado que la incidencia de casos en cada zona guarda una estrecha relación con el número de positivos en los centros y que, por tanto, el incremento de incidencia de COVID-19 en las diferentes áreas de Navarra, pone en riesgo a las personas que viven en centros residenciales.
Por su parte, el presidente de la FNMC, Juan Carlos Castillo, ha señalado que “son nuestros mayores quienes más necesitan de entornos amigables y unas condiciones de vida lo más parecidas a la normalidad. Son ellos además –ha añadido-, y especialmente los que viven en residencias, los que más han sufrido las consecuencias de la pandemia”.
“Por unas y otras razones -ha señalado Castillo-, sentimos la obligación de realizar el máximo de nuestros esfuerzos para hacerles lo más llevadera posible su vida diaria y, hasta donde podemos, no debemos escatimar esfuerzos. Y nos parece clave, en este sentido, evitarles todo lo que podamos el confinamiento y ofrecerles espacios para el paseo y el esparcimiento”.
El presidente de la Federación ha recordado que “los ayuntamientos tenemos aquí la clave, porque, en la mayoría de los casos, podemos habilitar espacios seguros en el entorno de los centros, en los que puedan pasear o simplemente tomar el aire sentados en un banco. Algo tan básico como eso que hoy, en algunos casos, no pueden hacer y que resulta fundamental para el equilibrio emocional de las personas, especialmente si son mayores”.
Iniciativas en marcha en Cárcar, Marcilla y Cortes
Desde ANEA han destacado la importancia de buscar alternativas al confinamiento como medida de control de la COVID-19, “dado el impacto negativo que tuvo el mismo en la salud física, mental y emocional, así como en la calidad de vida de las personas mayores residentes”, ha señalado Rafael Sánchez Ostiz, presidente de esta entidad.
Tanto LARES como ANEA han coincidido en la necesidad de buscar el equilibrio entre el control de la pandemia y los derechos de las personas
Varios Centros residenciales asociados a LARES ya han comenzado a desarrollar iniciativas individuales en colaboración con los ayuntamientos de sus localidades “con el fin de crear espacios exteriores seguros que reduzcan la sensación tan amarga que genera el no poder salir a la calle”, ha declarado Cristina Azcona, vicepresidenta de esta entidad. Cárcar, Marcilla y Cortes son algunos ejemplos ya implantados y varias están trabajando en este momento para hacerlo.
LARES ha agradecido “cuantas medidas sean necesarias para concienciar de la necesidad de favorecer los derechos de las personas residentes en esta crisis”, y al Departamento de Derechos Sociales y la FNMC por impulsar ahora esta iniciativa.