China tenía a finales de 2018 alrededor de 249 millones de personas de 60 años o más, lo que supone la mayor población de tercera edad del mundo. Por ello, ha elaborado su primer conjunto de normas de carácter obligatorio en todo el país sobre cuidados de personas de la tercera edad con el objetivo de establecer los requisitos básicos para ofrecer calidad en el servicio de este sector.
En este conjunto de medidas se establecen los requisitos para la calificación, evaluación de riesgos de seguridad y la gestión de las organizaciones que atienden a los adultos mayores. Según la agencia de noticias Xinhua, China dispone de un total de 163.800 instituciones e instalaciones de atención para el cuidado de personas mayores y ofrece 7,46 millones de camas para esta población.
De esta forma, los centros que atienden a personas mayores deben cumplir con los requisitos como la prevención de incendios, de higiene y salud, protección medioambiental, de alimentos, medicamentos, edificaciones e instalaciones. También exige un perfeccionamiento en la capacitación de los cuidadores de alto nivel y la gestión de las residencia de ancianos, como la elaboración de planes de respuesta a emergencias.
Las medidas presentadas en el reglamento ayudarán a las instituciones de ancianos a reducir en gran medida los riesgos, apuntan desde la Administración Estatal de Regulación del Mercado, que añade que en un futuro, China acelerará la formulación de reglas sobre el cuidado de ancianos y la atención a largo plazo en el hogar y la comunidad y fortalecerá los intercambios con estándares internacionales.
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