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Los servicios de teleasistencia se prestarán también en lengua de signos

miércoles 14 de marzo de 2018, 14:16h
Los servicios de teleasistencia se prestarán también en lengua de signos

La población mayor sorda está formada mayoritariamente por personas cuya sordera se debe principalmente a la edad.

La Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad ha publicado en una resolución el acuerdo del Consejo Territorial de Servicios Sociales y del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, sobre determinación del contenido del servicio de teleasistencia básica y avanzada, en el que se incluye la incorporación de la lengua de signos como criterio necesario para la prestación del servicio.

Con esta resolución se da respuesta a la reivindicación que el colectivo venía haciendo desde hace años, a través de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE). En concreto, la entidad puso en marcha en 2010 distintas iniciativas dirigidas a lograr la atención sin barreras para las personas mayores sordas.

En 2017, la entidad implementó 'VidAsor', un servicio de vídeoasistencia y acompañamiento accesible para personas sordas, basado en vídeoconferencia y atendido por mediadores sordos y otros profesionales. El servicio esta pensado para apoyar al colectivo de mayores y dependientes sordos en aspectos como recordatorio de medicación y citas médicas, autocuidado, apoyo en la gestión de documentos, etc.

Según el estudio Hacia la autonomía y participación de las personas mayores sordas en España (2014) elaborado por la Confederación Estatal de Personas Sordas, CNSE la población mayor sorda está formada mayoritariamente por personas cuya sordera se debe principalmente a la edad. Se trata de personas que muestran pequeñas o medianas capacidades auditivas, un escaso perfil asociativo y mayor dependencia de su entorno. Por el contrario, las personas mayores sordas de nacimiento o que se han quedado sordas a edad temprana, utilizan de forma mayoritaria la lengua de signos, y muestran un elevado perfil asociativo gracias al cual desarrollan un alto grado de autoaceptación.

Así Las personas mayores sordas usuarias de la lengua de signos valoraban de forma muy positiva su uso a la hora de fomentar la participación y combatir el asilamiento, mientras que las personas mayores con sordera tardía, suelen encontrar más dificultades en materia de comunicación y, por tanto, de autonomía.

El estudio ponía también de relieve la importancia de seguir avanzando en materia de recursos, programas y servicios adaptados a las personas mayores sordas. Buena parte de los entrevistados consideraban positivo contar con recursos humanos y técnicos en las residencias y centros de día tales como profesionales con conocimientos en lengua de signos, así como con estrategias para facilitar la comunicación y ayudas técnicas, que mejoren su bienestar y su interacción con el entorno y disminuyan el aislamiento.

En este sentido percibían la teleasistencia como un instrumento clave para recibir ayuda en situaciones de emergencia. Por lo que desde CNSE consideraban imprescindible seguir trabajado en la promoción de servicios de teleasistencia accesibles como la videoconferencia, que además de utilizar el canal de voz y el texto escrito incorporen la lengua de signos, ya que una parte de este colectivo tiene un conocimiento pobre de la lectoescritura.

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