También se buscará "evitar al máximo" la sujeciones físicas y farmacológicas de los usuarios.
El pasado lunes 23 la consejera de Empleo y Políticas Sociales del País Vasco, Beatriz Artolazábal, presentó en el Parlamento el nuevo decreto regulador de las residencias de personas mayores que prevé un aumento considerable de los ratios del personal cuidador, entre el 23% y el 44% según el grado de dependencia y que las nuevas residencias deberán tener el 75% de las plazas en habitaciones individuales, frente al 25% actual. Además los cuartos de los residentes en los nuevos centros deberán ser de mayor tamaño, al pasar de 10 a 13 metros cuadrados las individuales y de 14 a 19 las dobles. Otro aspecto reseñable de la nueva regulación es que se buscará "evitar al máximo" la sujeciones físicas y farmacológicas de los usuarios.
El decreto que todavía está en fase de alegaciones va a sustituir al de 1998 y regulará los requisitos materiales, funcionales y de personal de las residencias para personas mayores de titularidad pública o privada y que responde al requerimiento que le hizo el Parlamento Vasco en febrero para actualizar los decretos que regulan las prestaciones y los servicios sociales en materia de ratios de personal y otras cuestiones relacionadas con los centros de atención a personas dependientes.
Artolazábal ha destacado que el decreto busca una "atención integral centrada en la persona" garantizando "la calidad asistencial y aboga por un trato próximo y de calidad". También se busca que las personas mayores mantengan y amplíen las relaciones con la familia y con otros residentes, y que participen en la vida del centro, "favoreciendo su sensación de seguridad".
Respecto a los ratios de personal y de las características del edificio, Artolazabal ha señalado que son mínimos que pueden ser mejorados por las administraciones que gestionan o tienen la competencia directa sobre ese campo, es decir, las diputaciones.
En el decreto se especifican también los requisitos materiales que deben tener las residencias en materia de ubicación, condiciones generales y de habitabilidad, protección y seguridad, accesibilidad, distribución de las estancias, zonas comunes, área sanitaria, vestuarios y aseos para el personal, zona de servicios y requisitos materiales específicos para estancias diurnas.
También establece cómo se deben estructurar las unidades de psicogeriatría, las sociosanitarias y las de convivencia para personas residentes.
El proceso hasta su aprobación definitiva, en el que el texto puede variar, puede durar varios meses.
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