Más de 200 profesionales se congregaron en la VIII Jornada de Responsabilidad Social Empresarial de AERTE para abordar la crisis de personal en los cuidados. El encuentro, celebrado en el Auditorio de la CEV, puso de manifiesto que el sector enfrenta un déficit estructural de 80.000 profesionales diarios, impulsado por el absentismo récord y la escasez de perfiles, y concluyó que la solución va más allá de la mejora de las condiciones laborales, requiriendo un enfoque sistémico.
La jornada, titulada 'La sostenibilidad del empleo en la atención a la dependencia', evidenció que la carencia de personal es un problema complejo que precisa una respuesta amplia que integre factores demográficos, formativos, organizativos y sociales.
El encuentro fue inaugurado por Ignacio Grande, secretario autonómico de Familia y Servicios Sociales, quien agradeció a AERTE la continuidad de estos foros y subrayó la importancia de la colaboración público-privada en la resolución de problemas complejos.
Por su parte, el presidente de AERTE, José María Toro, fue categórico al señalar que “existen muestras evidentes de que la falta de personal no se soluciona solo mejorando las condiciones laborales”. Toro defendió la necesidad de identificar y trabajar otros puntos críticos como la formación, las homologaciones de títulos, el absentismo o el atractivo del sector para las nuevas generaciones.
Arturo Cervero, director de Relaciones Laborales de la CEV, intervino para destacar el papel del diálogo social y la negociación colectiva. Además, reclamó una mayor participación de los agentes sociales en la elaboración normativa y alertó de que los perfiles sociosanitarios siguen sin incorporarse a los catálogos de ocupaciones de difícil cobertura, a pesar de las necesidades reales del sector.
Valentín Bote, director de Randstad Research, fue el encargado de ofrecer un análisis del mercado laboral, marcado por tensiones crecientes. Bote detalló que, en la última década, la creación de empleo en España (más de cuatro millones) ha sido cubierta en un 62,5% por personas de nacionalidad extranjera, y que el 76% de las empresas tiene dificultades para cubrir vacantes.
En el sector de los cuidados, el empleo ha crecido un 58%, pero el recambio generacional es insuficiente. Bote advirtió sobre la reducción de la población en edad de trabajar, lo que implica que uno de cada cuatro profesionales supera los 55 años y que por cada 100 personas que abandonan el mercado laboral solo entrarán 73 en los próximos años, debido a la reducción de la población en edad de trabajar.
El experto de Randstad alertó del impacto del absentismo, que ha escalado del 4,5% en 2015 a superar el 7% en 2025. En los servicios sociales, esta tasa se sitúa muy por encima de la media nacional, lo que se traduce en que alrededor de 80.000 profesionales del sector no acuden a su puesto de trabajo cada día.
La ponencia de Lucero Balarín, project manager de Forética, se centró en las tendencias de sostenibilidad y gestión del talento. Balarín explicó que las expectativas laborales están en plena transformación, especialmente en las nuevas generaciones, que priorizan el bienestar, la conciliación, la flexibilidad y el propósito real de las organizaciones.
En este panorama, el sector de los cuidados encuentra dificultades para adaptarse a nuevos valores como el teletrabajo o la flexibilidad horaria, lo que obliga a las entidades a repensar sus modelos de organización. Balarín concluyó que, en un entorno de automatización, las habilidades humanas y relacionales son cada vez más diferenciales, reforzando el valor estratégico de los servicios asistenciales.
La primera mesa redonda, enfocada en los “Puntos críticos en el empleo de atención a la dependencia”, abordó el absentismo, la formación, las homologaciones y el atractivo del sector:
Absentismo: Agustín Alós (UMIVALE Activa) reclamó una gestión más proactiva del absentismo y solicitó cambios normativos para reforzar el papel de las mutuas.
Formación: César Llácer (CECAP CV) defendió los certificados de profesionalidad como una vía rápida para incorporar profesionales y pidió una planificación plurianual.
Homologaciones: Tatiana Salcedo (Homologación Justa Ya) denunció los retrasos burocráticos en la homologación de títulos extranjeros, un problema especialmente grave en el ámbito sanitario.
Financiación y modelo: Juanjo Tirado (CECOVA) planteó la necesidad de repensar tanto el modelo de atención como la financiación para conseguir atraer el talento cualificado necesario.
La segunda mesa, titulada “La gestión del empleo: experiencias desde los centros y servicios”, acercó la realidad cotidiana de las entidades a los asistentes:
Francisco Romero (Ballesol) aportó una visión nacional y reclamó una mayor flexibilidad normativa en la gestión.
María Pilar Vaquer (Residencial Oasis) alertó sobre la dificultad para atraer candidaturas y el déficit de prestigio que arrastra el sector.
Paz Payá (La Terreta SCV) explicó los retos específicos que presenta el servicio de ayuda a domicilio.
Anabel del Rey (Novaedat) confirmó que la escasez de personal afecta a la totalidad de categorías profesionales, tanto en el ámbito de mayores como en salud mental.
La jornada concluyó con la presentación del acuerdo de colaboración entre CECAP CV y AERTE, al que se han sumado ya 17 centros formativos de la Comunitat Valenciana, con el objetivo prioritario de ampliar la formación e impulsar la incorporación de profesionales al sector.
En el cierre, José María Toro destacó que “se abren ahora líneas de trabajo claras para reforzar la formación rápida y de calidad, agilizar las homologaciones, reducir el absentismo y seguir dialogando con las administraciones para garantizar el personal que el sistema de cuidados necesita”.