Descubre cómo adaptar la dieta de personas mayores durante el verano para enfrentar las altas temperaturas. Guía completa sobre hidratación y nutrición veraniega.
Con la llegada del verano y sus implacables olas de calor es fundamental que las personas mayores presten especial atención a su alimentación. Adaptar la dieta a las altas temperaturas no solo ayuda a sentirse más fresco y ligero, sino que también es crucial para mantener una buena salud. Aquí te presentamos una guía sobre los mejores alimentos y comidas de verano para ancianos que no solo son deliciosos, sino también refrescantes y nutritivos.
La emergencia climática está subiendo la temperatura de los veranos. Las olas de calor se suceden con mayor frecuencia e intensidad poniendo en riesgo la salud de las personas, especialmente de las personas mayores. El calor extremo puede ser particularmente duro para las personas mayores, quienes son más vulnerables a la deshidratación y a los golpes de calor.
Según la Organización Mundial de la Salud, los ancianos tienen un mayor riesgo de sufrir estos trastornos debido a la disminución de la percepción de la sed y la menor capacidad de su cuerpo para regular la temperatura. Una hidratación insuficiente puede llevar a problemas graves como la confusión mental, la debilidad y, en casos extremos, al colapso del sistema cardiovascular.
Según un estudio liderado por un equipo de ISGlobal de Barcelona, España es uno de los países con más riesgo de la UE de sufrir una muerte por calor. En 2023, 47.690 personas murieron en Europa por las altas temperaturas. Y fueron unas 13.000 menos que durante el verano anterior, el más cálido de la historia del continente.
Sin embargo, la adaptación y las medidas que se ponen en marcha, están evitando que esos números sean mayores. Si las temperaturas registradas en 2023 se hubieran producido a principios de los dos mil, se habrían superado las 85.000 muertes por calor. Es decir, se están evitando el 80% de las muertes totales.
Uno de los factores determinantes para conseguirlo es la alimentación, asegurando que el cuerpo se mantenga hidratado y reciba todos los nutrientes necesarios para funcionar correctamente.
Las frutas de temporada son, sin duda, las joyas del verano. Imagina disfrutar de una jugosa cereza mientras tienes los pies a remojo en la piscina, o de un albaricoque que prácticamente se deshace en tu boca llenando tus sentidos con su dulzura natural.
No solo son un deleite para el paladar, sino que también están en su mejor momento nutricional. Entre las más recomendadas se encuentran la sandía o el melón, que, aparte de ser una excelente fuente de vitaminas, son agua en más de un 90%.
Las verduras crudas o ligeramente cocidas son ideales para el verano. El pepino, por ejemplo, es el ingrediente perfecto para cualquier ensalada. Sin olvidarnos de los tomates, que son uno de los protagonistas indiscutibles del verano. La temporada del tomate abarca principalmente de junio a septiembre, dependiendo de la región. Es durante este período cuando el tomate alcanza su máximo esplendor en términos de sabor y textura.
Pero más allá de su atractivo culinario, el tomate ofrece numerosos beneficios nutricionales que lo hacen especialmente importante durante los meses de calor. Uno de los componentes más destacados del tomate es el licopeno, un poderoso antioxidante que le da su característico color rojo. El licopeno no solo es beneficioso para la salud en general, sino que también juega un papel crucial en la protección de la piel contra el daño solar. El contenido en agua del tomate es otro de sus grandes beneficios, especialmente en verano cuando la hidratación es fundamental.
Evitar comidas pesadas y grasosas es otro aspecto clave a tener en cuenta en la alimentación veraniega. Las comidas copiosas pueden elevar la temperatura interna del cuerpo y dificultar la digestión, haciendo que uno se sienta lento y fatigado. Optar por comidas ligeras como ensaladas, sopas frías y proteínas magras facilita la digestión y ayuda a regular la temperatura corporal.
Las ensaladas, por su parte, son una opción versátil y nutritiva que puede adaptarse a cualquier preferencia y necesidad dietética. Incorporar una variedad de ingredientes frescos como hojas verdes, frutas, nueces y proteínas magras no solo aporta una explosión de sabores, sino también una carga de nutrientes esenciales.
El yogur con frutas es el desayuno o la merienda ideal. Aporta probióticos beneficiosos para la digestión, acompañado de frutas frescas que aportan dulzura y nutrientes.
Incorporar una variedad de colores y texturas en tus comidas no solo hace que tus platos sean más atractivos, sino que también asegura que obtengas una amplia gama de nutrientes esenciales.
Aquí es donde entra en juego "El despertar de los sentidos" de Sodexo. Este servicio de restauración promueve la creación de platos que no solo son saludables, sino también visualmente atractivos y deliciosos. Al estimular todos los sentidos, los platos no solo se disfrutan más, sino que también se perciben como más satisfactorios.
Sodexo se centra en crear experiencias culinarias que activan el sentido del gusto, el oído, el tacto, el olfato y la vista, haciendo que cada comida sea una celebración de sabores y colores. Por ejemplo, una ensalada veraniega bajo esta filosofía podría incluir una base de rúcula y espinaca, mezclada con tomates cherry de varios colores, rodajas de mango, trozos de nuez y un aderezo ligero de cítricos. La combinación de colores brillantes y texturas contrastantes no solo es visualmente atractiva, sino que también proporciona una mezcla equilibrada de vitaminas, minerales y antioxidantes.
Otro ejemplo podría ser un ceviche de mariscos con cilantro fresco, aguacate cremoso, cebolla morada, maíz dulce y pimientos rojos, todo marinado en jugo de limón. La frescura de los mariscos se complementa perfectamente con los crujientes vegetales y el suave aguacate, ofreciendo una experiencia multisensorial que es tan nutritiva como deliciosa.
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Más allá de los alimentos, es crucial recordar la importancia de beber suficiente agua. Las personas mayores deben asegurarse de hidratarse regularmente, incluso si no sienten sed. Infusiones frías, agua de coco y zumos naturales pueden ser excelentes alternativas para mantener el cuerpo hidratado.
En conclusión, adaptar la dieta a las altas temperaturas del verano no solo es una cuestión de bienestar, sino de salud. Las comidas de verano para ancianos deben ser refrescantes, hidratantes y fáciles de digerir, asegurando que el cuerpo se mantenga fresco y saludable durante la estación más calurosa del año. ¡A disfrutar del verano con salud y sabor!