Pide un pacto de Estado por los cuidados y critica la insuficiencia del presupuesto para dependencia. Propone incorporar tecnología sin sustituir el componente humano en la atención.
La presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), Lourdes Rivera, alerta de una crisis estructural en el sector de los cuidados provocada por la falta de profesionales y por el escaso reconocimiento social de este trabajo. “Una residencia sin manos no se puede gestionar. Si no hay personas que cuiden, no hay cuidados”. Rivera subraya que el déficit de personal es “una de nuestras principales preocupaciones” y que la solución exige coordinación entre todos los agentes implicados, ya que “no es un problema exclusivo del sector... es un problema que tenemos como sociedad europea”.
En materia económica y legislativa, Rivera considera que los 783 millones prometidos para 2025 “claramente no” son suficientes para afrontar los retos del sistema de dependencia. Asegura que “el gasto en dependencia de España sigue estando muy lejos de lo recomendado por la UE” y pide una apuesta decidida por unos servicios esenciales. Respecto a la construcción de nuevas residencias, denuncia que factores como la “falta de seguridad jurídica, falta de financiación, un escenario de incertidumbre y una sobrerregulación sin precedentes” están desincentivando la inversión.
Rivera defiende la incorporación de tecnología e inteligencia artificial al sector, pero insiste en que nunca sustituirá a las personas: “Tenemos claro que la tecnología nunca sustituirá al componente humano, pero bien aplicada, lo complementa y lo potencia”. Frente a discursos oficiales como el de la desinstitucionalización, alerta del riesgo de estigmatizar las residencias y recuerda que el compromiso del sector con las personas mayores “es indudable y palpable”, pero que “solos no podemos” afrontar los desafíos actuales. Por eso, si pudiera hablar con el presidente del Gobierno, le pediría una sola cosa: “Un pacto de Estado por los cuidados”.
1.- ¿Cómo se gestiona una residencia sin manos? Cada vez hay más dificultades para encontrar personal cualificado... o simplemente personal. ¿Estamos ante una crisis de vocaciones o de condiciones?
Una residencia sin manos no se puede gestionar. Si no hay personas que cuiden no hay cuidados. Es algo en lo que venimos insistiendo muchos años desde AESTE, porque a pesar de que las personas en la actualidad están más y mejor formadas que nunca, el déficit de profesionales en el sector es una de nuestras principales preocupaciones; un déficit que previsiblemente irá en aumento si tenemos en cuenta el reto demográfico.
Yo creo que la clave está en la falta de reconocimiento del sector; no solo desde el punto de vista económico; también desde el social. En este sentido, es imprescindible la coordinación de todos los agentes implicados para buscar soluciones realmente efectivas. No es un problema exclusivo del sector que no haya personas para cuidar; es un problema que tenemos como sociedad europea y como tal, tenemos que coordinarnos para buscar soluciones.
2.- ¿Son suficientes los 783 millones de euros prometidos por el Gobierno para la Dependencia en 2025? ¿En qué se debería invertir ese dinero para que tenga un impacto real en los centros?
Claramente no; no es suficiente ahora, ni lo será para afrontar los nuevos desafíos, derechos y servicios que se contemplan en el anteproyecto de ley de dependencia. Mucho menos si tenemos en cuenta que la demanda de servicios irá en aumento los próximos años debido al envejecimiento de la población.
El gasto en dependencia de España sigue estando muy lejos de lo recomendado por la UE, por lo que mientras no haya una apuesta clara por unos servicios que son esenciales para nuestra sociedad, la situación no podrá mejorar.
3.- ¿Cuántas residencias faltan y por qué siguen faltando? Llevamos años hablando de la falta de plazas y de la necesidad de construir nuevas residencias. ¿Qué frena esa expansión? ¿La financiación, los trámites, la inseguridad jurídica?
Son necesarias más plazas y que estas sean accesibles para las personas justo en el momento que las necesitan. En este sentido, es necesaria una mayor inversión y por supuesto una apuesta clara por la colaboración público-privada de tal forma que construyamos un sistema sostenible.
Sin embargo, la falta de seguridad jurídica, falta de financiación, un escenario de incertidumbre y una sobrerregulación sin precedentes pueden ser grandes impedimentos a la hora de continuar invirtiendo para muchas compañías.
4.- Desinstitucionalización: ¿avance social o eslogan sin estructura? El Gobierno insiste en esta línea, pero ¿cree que hay una planificación real detrás o es sólo un mensaje de cara a la galería?
Consideramos la propia elección del concepto un error. Desde AESTE estamos de acuerdo en promover que las personas puedan ser cuidadas en su domicilio, si así lo eligen, el mayor tiempo posible, siempre que estos se den con la intensidad necesaria en cada caso, por profesionales y sean cuidados de calidad.
Ahora bien, esto no puede suponer la estigmatización de otros recursos como el de las residencias, que es lo que sucede cuando se utilizan este tipo de conceptos acompañados además de discursos desafortunados por parte de nuestros gobernantes.
5.- Convenio colectivo: ¿se avanza, se estanca o se repite curso? ¿Cómo se presenta la negociación del nuevo convenio? ¿Qué aspectos consideran innegociables?
La negociación de un convenio colectivo siempre es una oportunidad para todas las partes, por lo que así afrontamos la nueva negociación cuando llegue el momento. Abordaremos las dificultades que, debido a los distintos intereses entre los distintos actores, se encontrarán en el camino, pero esperamos poder alcanzar acuerdos significativos que hagan más atractivo el sector a través de un texto más actualizado y sólido.
6.- ¿Cree que se consolidará la reducción de jornada? Si fuese asi, ¿cómo lo afrontaría la patronal que preside?
Efectivamente el recorrido de la iniciativa para la reducción de la jornada es incierto. Así que estamos expectantes, como no puede ser de otra manera. Creemos que, para dar este paso, se deben tener en cuenta las características especiales del sector y el impacto específico de esta medida, para lo que es fundamental el diálogo social y la toma de decisiones dentro de este contexto, y no la regulación de manera totalmente impuesta en tiempo y forma.
7.- Absentismo laboral: ¿problema estructural o síntoma de un sistema que no cuida al que cuida? ¿Se puede hacer algo desde las patronales?
Esta es otra de las cuestiones clave que nos preocupan y que tiene un impacto innegable en nuestro sector. Sin embargo, sabemos que no es una cuestión que está afectando solamente a este, sino que efectivamente esta realidad se traslada también a otros sectores.
Es por ello que debemos analizar los datos de los que disponemos con especial atención en detectar los motivos que justifican los índices de absentismo elevados y en aumento los últimos años, para establecer políticas y estrategias coordinadas que ayuden a revertir la situación. Mientras tanto, las distintas administraciones, a la hora de fijar los precios de concierto para los distintos servicios, deben de tener estos índices sin duda muy en cuenta; las entidades prestadoras de servicios no pueden asumir la totalidad de las consecuencias de un problema que trasciende en gran parte su control.
8.- ¿Faltan manos o faltan alicientes? Más allá de los salarios, ¿qué otros factores están influyendo en que el sector no resulte atractivo para trabajar?
Al margen de lo que ya he ido comentado, creo es muy importante dar a conocer más el sector. Creo que es un sector que no se conoce lo suficiente, que además no está valorado lo suficiente, que lo que se habla de él es casi siempre en negativo; por lo que pienso que es fundamental que se conozca más y que se traslade una información más ajustada a la realidad del sector.
Lo que no se conoce no se elige, así que debemos analizar cómo hacer llegar mejor a la sociedad el trabajo que se realiza en los distintos recursos.
9.- ¿La IA puede cuidar? Tecnológicamente hablando, ¿ve viable que la inteligencia artificial tenga un papel relevante en los próximos años en la atención a personas mayores? ¿O estamos aún en fase de laboratorio?
Sin lugar a duda, la inteligencia artificial va a tener un papel muy relevante en el sector los próximos años y será muy útil para trabajar desde la prevención o hacer predicciones, por ejemplo, con gran impacto en la seguridad de las personas; o para ayudar a automatizar ciertos procesos. En este sentido, se abre un mundo de posibilidades que estoy segura de que todavía desconocemos.
10.- ¿Hay miedo a que la tecnología sustituya o esperanza de que complemente? ¿Creen que la innovación tecnológica va a ayudar a reducir la carga del personal o puede generar una nueva brecha entre centros punteros y centros con escasos recursos?
Necesitamos y necesitaremos a las personas para cuidar. Tenemos claro que la tecnología nunca sustituirá al componente humano, pero bien aplicada, lo complementa y lo potencia, haciendo que los cuidados y los procesos sean más seguros, personalizados y eficaces.
11.- Si mañana tuvieran línea directa con el presidente del Gobierno, ¿qué le pedirían en nombre del sector? Solo una cosa, clara y concreta.
Un pacto de estado por los cuidados
12.- ¿Algo más que quiera añadir? Este es el momento de lanzar ese mensaje que no cabe en titulares, pero que debería ser escuchado.
Nuestro compromiso con las personas mayores y con ofrecer unos servicios de calidad es indudable y palpable. Pero solos no podemos. El sector afronta grandes desafíos que necesitan ser abordados de manera transversal por todos los agentes implicados. Apostamos por el diálogo social y reiteramos nuestra disposición a sentarnos con todos los agentes para búsqueda de soluciones que nos beneficien como sector, pero ante todo también lo hagan como sociedad.