Los trabajadores demostraron vocación y compromiso, garantizando el cuidado a las personas mayores. Mantuvieron su funcionamiento gracias a protocolos de contingencia.
El apagón que afectó a toda España el pasado lunes puso a prueba, una vez más, la capacidad de reacción del sector de la atención a la dependencia. Residencias, centros de día y servicios de ayuda a domicilio, así como los de teleasistencia, demostraron su fortaleza ante una situación límite, garantizando en todo momento la atención a las personas mayores y dependientes.
Todas las patronales insistieron en que sin electricidad ni comunicaciones, los trabajadores y directivos de este sector mantuvieron en pie unos servicios que no se pueden parar, que no pueden fallar. Unos trabajadores que volvieron a mostrar verdadera vocación y compromiso.
Así, el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs) mandaba un mensaje de tranquilidad a las familias de las personas que viven en residencias, ya que el apagón eléctrico que ha afectando a casi la totalidad del territorio nacional no ha comprometido el funcionamiento de los centros residenciales de ancianos.
Los protocolos de contingencia y los sistemas de respaldo energético disponibles han permitido que las residencias hayan podido continuar prestando la atención y los cuidados necesarios a todos los residentes. Rafael Sánchez-Ostiz, presidente de CEAPs, era claro: "Las personas mayores están seguras, atendidas y protegidas".
"Las residencias no son únicamente centros de trabajo, también es el hogar de miles de personas que requieren atención continua"
Rafael Sánchez-Ostiz, presidente de CEAPs
Por ello, pedía que se dé prioridad a estos centros, especialmente en situaciones de emergencia. "El cuidado de las personas en situación de dependencia no puede verse interrumpido. La electricidad es esencial para garantizar servicios básicos como la alimentación, el confort térmico, los dispositivos médicos y la comunicación con las familias", añadía Sánchez-Ostiz.
Capacidad de reacción
Del mismo modo, Josune Méndez, secretaria general de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), quiso subrayar al respecto del apagón eléctrico que afectó a toda España, que "el sector de los cuidados volvió una vez más a demostrar su capacidad de reacción para la puesta en marcha de unos protocolos muy minuciosos que hicieron posible que la atención a las personas mayores no se viera prácticamente afectada".
"La situación de los centros residenciales estuvo y está totalmente controlada, no habiendo existido incidencias reseñables. Contamos con un equipo humano de profesionales que permitieron que, en una circunstancia excepcional como la acontecida ayer, el servicio pudiera prestarse con la mayor normalidad posible y mediante una gestión eficaz", añadía.
La responsable de la patronal incidía en que el sector ha puesto "todos los medios que tiene a su alcance para que la situación volviera a la normalidad lo antes posible".
Josune Méndez destacó el gran trabajo que se ha hecho también desde el resto de los servicios del cuidado para mayores, como es el caso de "la teleasistencia, cuyos equipos se reiniciaron con la mayor celeridad posible para que no quedara ninguna persona desatendida".
"Una vez más, hemos sido capaces de solventar vicisitudes inesperadas"
Josune Méndez, secretaria general de AESTE
"En general estamos muy satisfechos con la reacción manifestada, habiendo existido además una buena coordinación con las administraciones públicas, que han facilitado los traslados necesarios en aquellos casos en los que se estimó conveniente, de manera preventiva ante la incertidumbre de la situación", concluía.
Una jornada excepcional que nos puso a prueba
Desde la Federación Empresarial de la Dependencia (FED), Ignacio Fernández-Cid, hizo especial hincapié en que "lo vivido fue, sin duda, una jornada excepcional que puso a prueba, una vez más, la fortaleza, el compromiso y la profesionalidad de todo el sector de la atención a la dependencia". "En un contexto que rozó la ciencia ficción, nuestros centros demostraron por qué somos un servicio esencial y cómo, incluso ante una adversidad tan extrema como la que se presentó, fuimos capaces de seguir prestando atención con dignidad, humanidad y eficacia", añadió.
Fernández-Cid lamentaba que "la incertidumbre fue sin duda uno de los elementos más difíciles de gestionar; la falta de información clara y la caída de servicios clave como el 112 generaron preocupación entre nuestros equipos, que, sin embargo, respondieron con una entrega ejemplar". Valoró que "muchos profesionales, incluso en sus días de descanso, se presentaron voluntariamente para colaborar y sostener la atención a los mayores y personas dependientes. Este nivel de compromiso merece todo nuestro reconocimiento y gratitud".
El presidente de FED puso de relieve la colaboración de fuerzas de seguridad, autoridades políticas y responsables administrativos que, en muchas localidades, se acercaron a los centros para prestar ayuda directa, facilitar derivaciones hospitalarias o asegurar el suministro de gasoil, tan necesario para mantener en marcha los generadores eléctricos: "No podemos olvidar que muchos de nuestros usuarios necesitan oxígeno 24 horas al día, y garantizar ese suministro fue una prioridad absoluta”. En algunos casos, incidió, “se nos facilitaron incluso transformadores eléctricos para alimentar tanto los dispositivos de oxigenoterapia como las camas eléctricas, permitiendo que los cuidados se mantuvieran con relativa normalidad".
El presidente de la FED, señaló que "los centros de día operaron con eficacia durante la jornada, aunque el regreso a casa estuvo marcado por las complicaciones en el tráfico". Pero apuntó que "gracias a algo tan sencillo como los transistores de pilas —que muchos de nuestros mayores siguen utilizando— pudimos mantenernos informados durante las horas más críticas".
Recordaba que, "a última hora del día, conforme se fue restableciendo el suministro eléctrico, pudimos contactar con las familias para tranquilizarlas y comunicarles que los centros estaban estables y funcionando dentro de lo posible con normalidad".
En cuanto a la alimentación, en la mayoría de los centros se pudo continuar con el servicio gracias a las cocinas de gas: "Allí donde no fue posible, se reorganizaron los menús para ofrecer soluciones sencillas, pero suficientes. Todos nuestros usuarios terminaron el día bien alimentados, que no es poco decir en circunstancias como las que vivimos", recalcó.
"Solo puedo dar las gracias a cada trabajador y trabajadora del sector. Fue un día difícil, muy difícil, pero también un día de orgullo. Orgullo por pertenecer a un colectivo que, una vez más, estuvo a la altura. Sigamos adelante con la convicción de que lo que hacemos importa, y mucho"
Ignacio Fernández-Cid, presidente de FED
Labor ejemplar
Del mismo modo, la responsable de Comunicación de Grupo Social Lares, Raquel Andreu, indicaba que "la situación no afectó de manera drástica a los centros residenciales” y quiso destacar “la labor ejemplar, una vez más, de nuestras profesionales que trabajan en residencias".
En este sentido, resaltó que "ante la incomunicación en muchos puntos y la falta de transportes, muchas de nuestras trabajadoras alargaron sus turnos hasta que otra profesional pudiera llegar a su turno correspondiente".
Raquel Andreu recordó que "gracias a la situación vivida con el COVID 19, nuestras residencias ya están mucho mejor equipadas y provistas ante situaciones de este tipo". “Por suerte, tanto profesionales como voluntarios y familiares se volcaron para que a las personas mayores no les faltara de nada y estuvieran perfectamente atendidas”, afirmaba la responsable de la patronal que representa al Tercer Sector.
"Gracias a la situación vivida con el COVID 19, nuestras residencias ya están mucho mejor equipadas y provistas ante situaciones de este tipo"
Raquel Andreu, responsable de Comunicación de Lares
Servicio de Atención a Domicilio
También tuvieron sus dificultades los servicios de atención domiciliaria, pero Ignacio Gamboa, presidente de la Asociación Estatal de Entidades de Servicios de Atención a Domicilio (ASADE), remarcó que "respondieron con excelencia ante una situación crítica como la vivida. Desde los cuidados pero también desde el acompañamiento y el sosiego ante situaciones de nerviosismo o soledad".
"La teleasistencia, gracias a los sistemas de atención ininterrumpida (SAIs), mantuvieron la alimentación de los equipos y las comunicaciones activas durante todo el día hasta que fueron recuperados las redes ordinarias", apuntó Gamboa.
Asimismo, terminaba el portavoz de ASADE, "gracias a la comunicación continua de los profesionales con los proveedores de oxígeno y con el 112, se pudo garantizar el seguimiento a las personas en sus domicilios".
“Respondieron con excelencia ante una situación crítica como la vivida. Desde los cuidados pero también desde el acompañamiento y el sosiego ante situaciones de nerviosismo o soledad”
Ignacio Gamboa, presidente de ASADE