La Comunidad de Madrid busca una coordinación sociosanitaria real "generando sinergias" entre las residencias y los equipos de Atención Primaria y los hospitales. Esta es una cuestión esencial, ámpliamente debatida especialmente en época de la Covid, para garantizar una atención integral, eficiente y segura para las personas mayores.
Una verdadera coordinación sociosanitaria es fundamental porque, sin duda, mejora la atención integral teniendo en cuenta tanto los aspectos médicos como los sociales; ayuda a una prevención y detección temprana reduciendo la necesidad de hospitalizaciones; lleva consigo una optimización de recursos; proporciona seguridad al usuario-paciente al compartirse información relevante sobre la salud de los residentes entre las diferentes instituciones, como medicamentos, tratamientos y condiciones médicas; y, finalmente, mejora la calidad de vida del residentes al garantizar que reciban la atención adecuada en el momento adecuado.
Por ello, acaba de crear una Comisión de Coordinación Sociosanitaria, formada por técnicos y directivos de la consejería de Sanidad y la de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, con el objetivo mejorar la atención y garantizar la continuidad asistencial homogénea en las residencias de mayores y de discapacidad, tanto públicas como concertadas o privadas. Busca, así mismo, la potenciación de actividades y cuidados para lograr una mayor prevención y atención de la población mayor y dependiente.
Este órgano "interdepartamental" se encargará de coordinar la labor asistencial que se realiza tanto en los centros sanitarios como en los centros sociales con el objetivo de seguir ofreciendo una atención especializada, una atención de calidad y también potenciar la prevención y fomentar la autonomía personal de las personas mayores o que se puedan encontrar en situación de dependencia.
"El objetivo fundamental es generar esas sinergias y esa coordinación entre los cientos de médicos y enfermeras de las residencias de mayores y de discapacidad con los profesionales de los equipos de Atención Primaria de Salud que tiene asignado cada residente, con los geriatras de los servicios de Geriatría de los hospitales públicos y también con el resto de servicios sanitarios las unidades de atención residencial que ya actúan en los centros".
Así lo explicaba Óscar Álvarez López, director General de Atención al Mayor y a la Dependencia en la Comunidad de Madrid, que añadía: "Se pretende potenciar fundamentalmente esa imprescindible coordinación entre ambas consejerías la Consejería sanidad y la Consejería de Familia juventud y Asuntos Sociales para la atención a todas las personas dependientes que viven en residencias o en sus domicilios".
"Lo que se persigue es generar ese seguimiento de los casos, de los síndromes geriátricos y de los tratamientos de todos los residentes y mejorar todas las intervenciones tanto en la promoción de la salud la prevención y también la atención en las propias residencias", apuntaba el responsable autonómico.
Dará más realce, igualmente, el modelo basado en las Unidades de Atención a Residencias (UAR) desarrollado desde la pandemia de la Covid19, para acercar la asistencia sanitaria sin necesidad de hacer de estas un centro médico. Así, se encargará de valorar y difundir las mejores experiencias profesionales que emplean las 23 UAR del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS), que atienden ya a 535 centros públicos, concertados, de gestión indirecta y privados.
Estos grupos serán los encargados de desarrollar acciones en toda la región para mejorar la detección precoz de posibles pérdidas de funcionalidad o cognitivas en los residentes, evitar en lo posible visitas a las urgencias hospitalarias e ingresos o aumentar la seguridad en el uso de medicamentos. También diseñarán planes de intervención adaptados a cada persona y se trabajará en la agilización de procesos asistenciales en los que participen profesionales de ambas áreas, aspectos para los que será fundamental la nueva Historia Social Única que acaba de poner en marcha el Gobierno regional.
Esta plataforma digital reunirá toda la información social y sanitaria de los madrileños, entre otras cuestiones, para ofrecer una atención más personalizada, incluyendo diagnósticos, planes individualizados de intervención, las acciones realizadas, su evolución y el seguimiento del ciudadano.
La Comisión se encargará también de potenciar al máximo la actual red asistencial de cuidados, que está organizada a través de los geriatras de enlace de los hospitales públicos madrileños y que realizan el seguimiento de los residentes con mayor fragilidad de los centros sociales de su área de influencia; también a través de las Unidades de Atención a Residencias (UAR) de Atención Primaria, y mediante las sesiones de teleasistencia que hay establecidas entre distintos hospitales y residencias.
En 2023, las UAR realizaron 218.000 consultas en los pacientes institucionalizados y 8.737 visitas a los centros. Entre otras actuaciones, administraron 57.497 vacunas, fundamentalmente frente a la gripe y el COVID-19, y desarrollaron 340 actividades de educación para la salud e intervenciones comunitarias entre mayores y dependientes, como talleres para ejercitar la memoria, actividad física, de higiene de manos o prevención de caídas.
La distribución de los 23 equipos está planificada en función de las siete direcciones asistenciales o áreas territoriales en las que Primaria tiene dividido el mapa de la Comunidad de Madrid y, a la vez, en correlación con las zonas con mayor densidad de centros residenciales, como ocurre con el área noroeste de la región en la que trabajan siete equipos.