Existen muchas entidades a día de hoy que trabajan con el colectivo de las personas mayores y que buscan su inclusión en el día a día de la sociedad, pero en muchas ocasiones lo hacen desde el edadismo. Es decir, en lugar de normalizar el proceso de envejecer y sensibilizar de forma positiva la figura de la persona mayor, la presentan desde una visión paternalista, haciendo hincapié en su debilidad o su fragilidad.
Estos estereotipos edadistas son no sólo negativos, sino una forma más de maltrato hacia las personas mayores.
Es por ello que la Asociación Los Argonautas y la Fundación Alicia y Guillermo presentaron un código ético para entidades del Tercer Sector que trabajan con y para las personas mayores con el objetivo de acabar con la discriminación por edad, paternalismo, maltrato y comunicación edadista que aún se aprecia en entidades sociales del propio sector.
"A lo largo de nuestra experiencia en el Tercer Sector, tanto Los Argonautas como Fundación Alicia y Guillermo nos hemos dado cuenta de qué tan necesario es un código ético que fomente la erradicación del edadismo social", apuntan.
Transparencia
No obstante, el Código busca ir un paso más allá y fomentar la gestión transparente de las entidades del Tercer Sector. Y destacan: "La gran parte de la sociedad no sabe cómo funcionamos, a qué destinamos los fondos o cómo nos gestionamos. Al ser transparentes, podemos sensibilizar respecto a la labor necesaria de las entidades no gubernamentales. Además, sumándonos a un Código Ético, fomentamos el trabajo en red entre entidades del Tercer Sector".
Igualmente, el Código busca fomentar que el voluntariado que ofrecen muchas entidades se adecúe a la ley vigente. Muchas entidades del Tercer Sector incorporan la figura del voluntario/a en su día a día, pero no siempre se adecúa a lo estipulado en la legislación. "Mediante la suscripción al Código buscamos no sólo dar claves para un voluntariado mejor regulado, sino también asegurarnos de que nuestras acciones de voluntariado cumplen con unos estándares de calidad tanto para la entidad como para la persona voluntaria", apuntan desde Los Argonautas.
¿Por qué es necesario un código ético?
La lucha contra el edadismo, el maltrato y el paternalismo tienen como objetivo final mejorar la calidad de vida de las personas mayores, presentándolas como lo que son: miembros activos y con participación dentro de la sociedad.
Desde estas dos entidades entienden que "las residencias de personas mayores del Tercer Sector tienen el mismo objetivo y que al suscribir el Código Ético no sólo se posicionan en contra de la discriminación por edad y del maltrato, sino que hacen frente a la extendida (y en muchos casos irreal) reputación de las residencias como centros de personas mayores inactivas, infelices y/o decadentes". La “viejofobia”, como la llaman en algunos sitios.
Además, añden, "suscribiendo el Código, se comprometen a garantizar una gestión transparente que desmonta estos estereotipos negativos, y se unen a una red dentro del colectivo de personas mayores dispuesta a trabajar conjuntamente para garantizar la buena calidad de vida de las personas mayores".
Necesario en el sector público y el mercantil
Desde Los Argonautas y Fundación Alicia y Guillermo consideran que "un Código Ético que busque erradicar la discriminación por edad, el maltrato y la comunicación edadista, a la par que fomenta la transparencia, el trabajo en red y (en caso de haberlo) un voluntariado de calidad, es necesario en todos los niveles de la sociedad". Subrayan que "tal vez es incluso más necesario allí donde se invierte dinero público.
Si bien actualmente el Código está dirigido especialmente a entidades del Tercer Sector, en un futuro les gustaría a las entidades promotoras "que se ampliara a todos aquellos organismos que trabajan con el colectivo de las personas mayores, incluyendo empresas con una línea de Responsabilidad Social Corporativa dedicada a las personas mayores".
"El Código es un documento inclusivo y revisable, ya que queremos que las entidades firmantes hagan aportaciones y sugerencias desde su realidad cercana. El fin es el de conseguir un Código de calidad que consiga que varias entidades se aúnen con un objetivo común: el de erradicar el edadismo y el maltrato a personas mayores, garantizando su mejor calidad de vida", concluyen.