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"El salto cualitativo se dará cuando lo intergeneracional pase a ser un principio de trabajo de administraciones y entidades"

'El salto cualitativo se dará cuando lo intergeneracional pase a ser un principio de trabajo de administraciones y entidades'
miércoles 17 de mayo de 2017, 18:12h
Entrevista con Mariano Sánchez, profesor de la Universidad de Granada y experto en programas intergeneracionales.

La próxima semana se celebrará en Madrid el V Congreso Homeshare International bajo el lema “Tender puentes, ampliar Homeshare” en el que expertos internacionales sobre alojamientos intergeneracionales compartirán su experiencia sobre los programas de convivencia intergeneracional, sus ventajas y oportunidades.

Entre otros, participará Mariano Sánchez, profesor de la universidad de Granada y experto en relaciones intergeneracionales con el que Negocios & Gestión de la Dependencia ha podido hablar para analizar el estado de los programas intergeneracionales en España y el futuro de las relaciones intergeneracionales:

En España, ¿hay suficiente conocimiento de esta propuesta de alojamiento? Y si se conoce, ¿cuál es el principal impedimento para que no se lleven a cabo más iniciativas?

No solo en España, internacionalmente hay muy poco conocimiento de esta propuesta de alojamiento, ya que al final lo que se está proponiendo es compartir la vida con otra persona. Primero porque por parte de quien lo hacemos, lo contamos poco, hay una falta de difusión, y por otro lado porque aquí hay concepto de familia muy fuerte y cuesta mucho trabajo compartir la vida con otra persona que no sea de tu familia o de tu entorno, la idea de abrir las puertas a una persona extraña tiene un germen importante.

¿A este concepto de familia, se suma también el peso de los estereotipos que una generación puede tener sobre otra?

El estereotipo que hace que un grupo de edad perciba a otro de una forma determinada, puede que sea un freno, y este estereotipo existe. Hay datos de hace cuatro o cinco años que daban un porcentaje alto sobre que el grupo de personas mayores se sentían discriminados por razones de edad. A esto también se suma la costumbre social, hay una falta de práctica en las relaciones intergeneracionales, pero mi experiencia me dice que estos estereotipos se pueden romper precisamente con la práctica, y que por ejemplo en nueve de cada 10 casos de experiencias de vivienda compartida salen bien.

Como experto ¿Qué valoración le merecen los programas intergeneracionales que hay en nuestro país? ¿Qué echa en falta a la hora de que se desarrollen nuevos programas?

En España ha habido y esta habiendo un crecimiento claro de actividades intergeneracionales de todo tipo y en muchos espacios y esto es muy buena noticia para quienes pensamos que las relaciones intergeneracionales son muy importantes. ¿Por qué no se consolidan? Creo que se entiende y se conoce poco, el alcance y la potencia del cambio y la mejora que produce en el grupo, en las comunidades, y entornos. El salto cualitativo lo daremos cuando estas iniciativas dejen de depender de dos personas que ponen en marcha un programa con toda su buena voluntad y lo intergeneracional pase a ser un principio de trabajo en el que se apoyen las administraciones y las entidades.

Por tanto, hay dos elementos que influyen en el desarrollo de las prácticas intergeneracionales, primero la falta de explicación y orientación por parte de quienes nos dedicamos a esto, y segundo una carencia, como ya he dicho antes de lo intergeneracional como principio de trabajo en administraciones y entidades que se encarguen de velar por la continuidad de estos programas.

¿Qué experiencias o programas intergeneracionales destacaría como buenas prácticas intergeneracionales?

Hay muchas cosas que se están llevando a cabo, por mencionar algunas, en relación a programas de vivienda compartida, todavía no hay una red nacional constituida algo que se está intentado hacer, pero hay experiencias que están funcionando muy bien como el programa Convive, de convivencia intergeneracional en Madrid, o el de viviendas compartidas que hay en Valladolid. Después está el desarrollo de espacios intergeneracionales como el proyecto que hace años impulso el programa social de Patronato Municipal de la Vivienda de Alicante, y por el que se crearon viviendas sociales destinadas a personas mayores que vivían en malas condiciones y a jóvenes con dificultades para acceder al alquiler de una vivienda, todos viviendo dentro de un mismo espacio. Esta ha sido una muy una buena idea y que ha tenido un gran impacto en el entorno.

También tenemos numerosos centros de primaria que trabajan con mayores, incorporando la perspectiva intergeneracional en la enseñanza. Aquí en Andalucía la Junta, en colaboración con el Ministerio de Educación y de Innovación, se está trabajando en la creación del primer colegio intergeneracional de España.

En el mundo residencial, algunos centros como el que tiene Orpea en Meco (Madrid) comparten espacio con guarderías. Este modelo me parece estupendo.

Hay muchos más. La salud de lo intergeneracional, esta mejor que hace una década y se esta fortaleciendo cada vez más.

¿Qué respuesta están teniendo a la hora de poner en marcha estos proyectos intergeneracionales? ¿Son las administraciones receptivas a que se creen? ¿Y la iniciativa privada?

Si hablamos de aceptabilidad y la decisión de crear espacios intergeneracionales, estamos viendo que el tema esta creciendo poco a poco. Las iniciativas de convivencia intergeneracional o viviendas compartidas, los centros intergeneracionales se están extendiendo por todo el país, por ejemplo la Fundación Amancio Ortega tiene dos proyectos sobre espacios intergeneracionales uno en Arteixo y otro en A Coruña, Sar- Quavitae también, aquí en Andalucía el grupo Macrosad está también trabajando en esta línea; en Lleida la residencia Joviart.

El concepto esta calando, y tiene una enorme potencia. Es cuestión de tiempo que nos encontremos con ejemplos nacionales de calado. Tenemos ejemplos no son muchos, pero cada uno de estos es un avance cualitativo importante.

¿Puede ser un nicho de mercado importante y una alternativa residencial a aquellas personas que no quieren vivir solas?

Lo es, de hecho esta siéndolo. A mi me parece que es indudable que vamos a ver nuevas formas residenciales en España, ahí esta cambiando mucho el mercado y el modelo de residencia compartida, vivienda compartida que en países como Alemania tiene tradición de años, en España se está desarrollando con iniciativas de cohousing, como la de Jubilares. Y en estos modelos tienen cabida perfectamente las relaciones intergeneracionales. En Oviedo tienen el centro OVida, que es todo un ejemplo de cómo ambos modelos son complementarios.

Un paso más, sería hablar de sociedades intergeneracionales. Pero es difícil hablar de una sociedad intergeneracional, cuando se expulsa del mercado laboral a los mayores de 50 años. Además de este ¿Qué otros escollos habría que solventar para conseguir ser una sociedad intergeneracional?

La verdad, lo primero que hace falta es darle a la gente la oportunidad que de forma cotidiana y sencilla tengan una relación con personas de otras generaciones. Así que el primer paso sería acabar con los espacios compartimentados por edades que hay en nuestra sociedad. Si ponemos en parques, bibliotecas, mercados, en todos aquellos públicos en los que desarrollamos nuestra actividad diaria, si ponemos en ellos, los medios para que el encuentro intergeneracional sea fácil e interesante, nos encaminará hacia una cultura que veamos al otro como alguien conectado con nosotros.

En segundo lugar habría que eliminar los prejuicios sobre unos u otros grupos de edad, pero estos se eliminan con la práctica. Los estereotipos se eliminan fácilmente teniendo contacto con personas de otras generaciones. Para mí es importante la práctica.

Hay que hacer más pedagogía de la intergeneracionalidad.

¿Cree que interesa que se logre este objetivo, cuando precisamente se elimina a un grupo de un entorno cotidiano como es el laboral?

Las trabas aparecen cuando se reúne a dos grupos de diferente generación y nadie se toma el tiempo y cuidado para preparar ese encuentro. Si usted junta a un grupo de jóvenes y mayores por ejemplo en ese entorno laboral y no hace nada para que formen parte del mismo equipo, no les orienta para que puedan trabajar y colaborar juntos, pues surgirán los estereotipos, y los conflictos entre ambas generaciones. Hay que orientar y preparar estos encuentros intergeneracionales. Naturalmente a las relaciones entre generaciones hay que quitarles este halo `rosácea´ pueden ser estrechas y maravillosas, pero también conflictivas, cuando se encuentran parece que tienen que amarse, pero las relaciones suponen tener conflictos. Como cuando hijos y padres discuten, pero eso no significa que no se sientan de la misma familia.

¿Cree que el estilo de vida actual ha perjudicado las relaciones intergeneracionales en el seno familiar?

Si nos referimos al espacio familiar, las formas de familia han cambiado muchísimo y esto ha dado lugar a una perdida de contacto cara a cara. Pasamos menos tiempo con familiares de otras generaciones, pero el contacto a distancia no se resiente. En España nos mantenemos dentro de la red familiar sin tener contacto directo, en general no ha habido una fuerte crisis. Los valores de fondo están basados en el amor, la solidaridad…

Pero si salimos al espacio fuera de la familia, creo que hemos ganado, por que en la sociedad española siempre ha habido un gran abismo entre lo que ocurría fuera y dentro de la familia, pero ahora con los movimientos sociales, el voluntariado, de alguna manera está haciendo que el contacto comunitario aumente, y eso es positivo. La intergeneracional fuera de la familia va a mejor.

Este cambio social, producido por el envejecimiento de la población está provocando también un aumento del gasto en pensiones, que son en algunos casos mayores que los salarios que reciben muchos jóvenes ¿Esto puede provocar un conflicto intergeneracional?

El riesgo parece indiscutible. Pero me parece un planteamiento reduccionista y simplista, es un enfrentamiento de falsos contrarios que algunos tienen interés en que se proyecte a la opinión publica. La desigualdad es un problema social enorme, y cada vez lo es más. El argumento de que las pensiones de los mayores están erosionando el trabajo de los jóvenes es falso, el problema que tenemos no son las pensiones, sino la capacidad de crear empleo que pueda sostener esto.

El problema de desempleo es muy duro, que se esta llevando por delante a mucha gente. Es un discurso erróneo, en España hay miles de personas mayores que con sus pensiones están ayudando a sus familias, y miles de personas mayores están ayudando a crear empleo, apoyando a jóvenes con su experiencia y ayudandolés a que salgan adelante. Es un debate un tanto intoxicado.

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