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Bouco promueve un modelo de cuidado diurno que fomenta la autonomía, la socialización y el bienestar emocional de los mayores

Una residente participa en una actividad de pintura en Bouco Madrid Aravaca.
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Una residente participa en una actividad de pintura en Bouco Madrid Aravaca. (Foto: emeis)
Por Dependencia.info
miércoles 15 de octubre de 2025, 21:11h
Incorporan tecnologías modernas y apoyan a las familias, contribuyendo a combatir la soledad no deseada.

Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en España, según datos de Cruz Roja, que las identifica como especialmente vulnerables ante la soledad no deseada y el aislamiento. La organización humanitaria advierte de que estos son los principales problemas de una población cada vez más longeva, que puede sufrir también falta de autonomía y la pérdida de un papel social activo.

Precisamente, aquello que les falta a muchos mayores es lo que tratan de ofrecer los centros de día, repartidos por toda la geografía española y presentes tanto en ciudades como en zonas rurales. Este recurso sociosanitario de atención y protección a las personas mayores comenzó a desarrollarse a finales de los años setenta y principios de los ochenta, impulsado por ayuntamientos, asociaciones vecinales y entidades privadas. Más de cuatro décadas después, y tras su reconocimiento oficial como prestación del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) dentro de la Ley de Dependencia, estos centros atienden ya a cerca de 95.000 personas.

Según datos del CSIC, existen actualmente 3.463 centros de día en España. A lo largo de los años, estas instalaciones han experimentado una profunda modernización, incorporando nuevos enfoques terapéuticos y la utilización de herramientas tecnológicas de última generación.

Un día en un centro de día Bouco

Durante las seis u ocho horas que los mayores permanecen en el centro, explica Cristina García Casado, directora de la residencia con centro de día Bouco El Escorial y fisioterapeuta de profesión, se sigue una rutina “para que los usuarios reciban de manera diaria una estimulación en las áreas más afectadas por el envejecimiento, ya sea en la parte cognitiva, la física, social y/o emocional”. Su centro forma parte de la red de casi sesenta residencias Bouco de emeis repartidas por toda España, muchas de las cuales ofrecen también servicio de centro de día.

Las actividades se organizan en grupos en función de las capacidades cognitivas y motoras de los usuarios, teniendo en cuenta que el perfil más habitual corresponde a personas con leves limitaciones de movilidad o con un inicio de deterioro cognitivo. “Agradecen mucho el tener una rutina diaria, el salir a realizar actividades y poder hablar con otras personas de su edad. Además, realizamos actividades en el exterior del centro y agradecen hacer cosas diferentes que ellos solos no realizarían”, añade García Casado.

En la misma línea, Kimberly Campos, psicóloga del centro de día Bouco Madrid San Blas, señala que el objetivo adicional de estas rutinas es que los mayores “disfruten y se diviertan”.

Las jornadas suelen comenzar con el desayuno, acompañado de la medicación correspondiente si es necesario. A continuación, se realizan actividades destinadas al mantenimiento físico, dirigidas por el equipo de fisioterapia, entre las que destaca la gimnasia grupal. Después, se llevan a cabo talleres cognitivos adaptados a las diferentes capacidades, como ejercicios de memoria, relajación o gestión emocional, coordinados por terapeutas ocupacionales y psicólogos.

Tras la comida, los usuarios disponen de un tiempo de descanso y conversación en los salones antes de participar en talleres de manualidades y actividades lúdicas organizadas por el personal de animación. “Después llega la merienda, que el viernes tiene premio especial: chocolate con churros”, comenta Campos. También se programan actividades fuera del centro, como salidas a tomar el aperitivo, el club del vermut, rutas campestres accesibles o visitas culturales y populares.

Tecnología y estimulación cognitiva para estar conectados

Además de fomentar la socialización y el bienestar emocional, los centros de día han incorporado las nuevas tecnologías como herramientas tanto de ocio como de estimulación física y cognitiva. En estos espacios, los mayores utilizan desde consolas de videojuegos y televisores táctiles hasta gafas de realidad virtual o proyectores sensoriales, con el objetivo de mantenerse activos y conectados con el mundo.

Este modelo de atención integral contribuye de forma positiva a combatir la soledad no deseada, una situación que afecta en España al 20 % de las personas mayores de 75 años y que, según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, tiene una mayor incidencia entre las mujeres.

Por último, desde los centros de día Bouco se destaca también el papel fundamental de estas entidades en el apoyo a las familias, que pueden atender sus obligaciones cotidianas con la tranquilidad de saber que sus mayores están cuidados y acompañados. Para reforzar este vínculo, Bouco ha organizado durante el mes de octubre, hasta el día 31, diversas jornadas de puertas abiertas con el objetivo de que los familiares conozcan las instalaciones y reciban información directa sobre los distintos servicios y prestaciones disponibles.

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