Leíamos recientemente que la Comunidad de Madrid ha anunciado que da luz verde a un decreto para la libre elección de los servicios de atención a la dependencia. Esta normativa, que está prevista que entre en vigor durante los primeros seis meses de 2024, tiene como objetivo actualizar y simplificar el proceso para reconocer y acceder a los servicios de promoción de la autonomía, prevención y atención a las personas en situación de dependencia.
La posibilidad de elegir servicios de atención personalizados y adaptados a las necesidades individuales contribuye significativamente a la mejora de la calidad de vida de las personas dependientes. Es verdadera atención centrada en la persona al tener en cuenta las preferencias y valores del usuario y promueve un ambiente más satisfactorio para todos. Respeta la autonomía personal y la capacidad de toma de decisiones de las personas dependientes al participar activamente en la planificación de su atención, teniendo en cuenta sus valores y necesidades individuales.
Desde el Gobierno regional apuntan que lo importante del decreto es que se recogerán los criterios para facilitar la libre elección a los madrileños de las prestaciones del sistema público en función de sus preferencias y necesidades, algo que vienen demandando las empresas que proveen de estos servicios en todo el territorio nacional a las personas mayores o dependientes. Y es que debería de ser así siempre porque la Ley de Dependencia contempla que el usuario participe en la elaboración de su propio PIA (Plan Individualizado de Atención), es decir, que pueda elegir la atención que prefiera.
Lo recuerda el presidente de la Plataforma de Atención a la Dependencia de Madrid (PAD), Pedro Bejar: "El derecho a la libre elección de los recursos que ofrece la Ley de Dependencia debería ser igual para todos los dependientes o en su caso familiares. La Ley recoge que una vez realizado el PIA por parte del equipo técnico el usuario puede elegir entre los servicios que se le ofrecen según le convenga más".
Pero es una buena noticia para esta patronal madrileña que hace una valoración sobre la nueva normativa de la Comunidad de Madrid "muy positiva porque coloca al usuario como protagonista de todo el proceso dándole la capacidad para elegir entre uno o varios servicios y prestaciones del Catálogo de Dependencia". "De esta forma -añade- flexibilizamos las compatibilidades entre los servicios".
Unos servicios que, por otra parte, es posible que no estén siempre disponibles. Así lo apunta también la presidenta de la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE) Pilar Ramos: "Todo ciudadano debería poder elegir libremente el centro al que quiere ir, siempre que asuma que puede estar ocupado o que tenga una lista de espera. Pero entiendo que la libre elección es también que se haya preguntado a la persona y se prioricen sus preferencias en cuanto a la zona donde quiere vivir, porque esté más cerca de su casa o de la de sus familiares".
Ramos ve la parte positiva de la normativa sobre la libre elección: "Esto favorece el que se tenga una vida participativa y facilita las visitas de los familiares, evitando que se pierdan las referencias del entorno, lo que resulta fundamental para el bienestar de las personas mayores. El foco debe estar en la persona mayor, no olvidando la realidad de los recursos que existen".
Por otro lado, Pedro Bejar opina que "será muy efectiva porque de entrada reconoce el servicio de teleasistencia como servicio complementario al resto de prestaciones de forma que se garantiza la continuidad en la atención y la adecuación de los cuidados". Subraya, además, que "se priorizan la cercanía y la atención integral que es fundamental, ya que era una queja histórica de los usuarios y sus familias".
Fomenta la competencia y mejora de los servicios
Lo cierto es que la libertad de elección en servicios de atención a la dependencia es esencial, no solo para respetar la dignidad y la autonomía de las personas o mejorar la calidad de vida, también para fomentar la mejora en la prestación de servicios. Con esta competencia, los proveedores tienen un incentivo para mejorar la calidad de sus servicios y adaptarse a las preferencias del usuario para atraer y retener a clientes.
Lo suscribe el responsable de la PAD: "El hecho de tener los usuarios la posibilidad de elección de residencia o centro de dia obligará al sector a tener una mejora continua en sus servicios y sus instalaciones". Del mismo modo, Bejar hace hincapié en que aplauden "el incremento de las cuantías de las Prestaciones Económicas Vinculadas al Servicio (PEVs) como vía para potenciar la libertad de elección de centros y servicios porque esta medida realmente va a empoderar a los dependientes y/o sus familias".
La libertad de elección no solo se aplica a la persona dependiente, sino también a sus familias, ya que facilita su participación activa en la toma de decisiones sobre los servicios, lo que puede ser crucial para el bienestar general del individuo. Empodera también a las personas dependientes al darles control sobre su propia atención, ya que contribuye a la sensación de dignidad y autoestima.
Coincide en la importancia de la financiación la secretaria general de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), Josune Méndez de Cruz, que destaca que "es importante que los pasos que se están dando en esta dirección vayan acompañados de los recursos y medios suficientes para que las políticas tengan un impacto real, sean realmente efectivas, y verdaderamente vayamos hacia un modelo flexible y ágil donde la persona sea la protagonista del itinerario que se defina para garantizarle unos cuidados óptimos".
"Uno de los aspectos más importantes del modelo de atención y el modelo de cuidados que promovemos desde AESTE, es que este debe ser capaz de ir adaptándose a las distintas etapas y necesidades de las personas a lo largo de su vida adulta; en este sentido, las personas deben poder expresar primero y decidir después cómo y dónde quieren ser cuidadas, siempre garantizándoles unos cuidados de calidad", explica Josune Méndez, que añade: "Consideramos muy favorables todas aquellas políticas sociales o iniciativas que vayan en esta dirección y que puedan garantizar un sistema de servicios de proximidad, con enfoque sociosanitario, donde la persona usuaria pueda ir eligiendo en función de sus necesidades, gustos y costumbres.
La portavoz de esta organización empresarial de carácter sectorial pone el foco en el usuario: "Con este modelo en marcha, debemos estar muy atentos y escuchar bien a las personas mayores, que se irán decantando más por un tipo de servicio u otro, o por unas zonas u otras, afrontando el gran reto como sociedad de ser capaces de poder dar respuesta a todas las necesidades que surjan".
Para terminar, otro aspecto positivo de la libertad de elección es que requiere de una comunicación clara y transparente entre los proveedores de servicios, las personas dependientes y sus familias, circunstancia esta que promueve la toma de decisiones informadas y la comprensión mutua de las expectativas y necesidades.
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