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VICEPRESIDENTE DE DERECHOS SOCIALES DE NAVARRA

Miguel Laparra: "Todavía existe una actitud edadista en las instituciones y en la sociedad, relegando a los mayores a un papel secundario y subsidiario"

Miguel Laparra: 'Todavía existe una actitud edadista en las instituciones y en la sociedad, relegando a los mayores a un papel secundario y subsidiario'
miércoles 25 de enero de 2017, 17:13h
Para Miguel Laparra, el problema no está en el envejecimiento, sino en la baja natalidad, “que no se ha querido ver todavía políticamente”.

Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y doctorado en Sociología por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Miguel Laparra ha dedicado gran parte de su carrera profesional a la investigación en torno a la exclusión social, la inmigración, la comunidad gitana, la precariedad laboral, las políticas de integración y las políticas sociales. Temas para los que el actual responsable de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra debe dar respuesta, además de otros como la Dependencia o el envejecimiento de la población.

Negocios & Gestión de la Dependencia ha mantenido con él una entrevista para analizar las medidas que desde su departamento se están poniendo en marcha en materia de Servicios Sociales y su punto de vista sobre las políticas que se están diseñando para afrontar retos como el despoblamiento y envejecimiento de las zonas rurales temas, que en su opinión “en el actual modelo de Estado es imposible abordar desde un solo nivel administrativo”.

El problema para Laparra, no está en el envejecimiento, sino en la baja natalidad, “que no se ha querido ver todavía políticamente”.

Desde su departamento se está trabajando en un nuevo régimen de autorizaciones, infracciones y sanciones en materia de Servicios Sociales. ¿Cuáles son las líneas fundamentales que van a regir este nuevo régimen?

Esta nueva norma, va a regular dos procedimientos: el de autorización, para lo que se exigirán unos requisitos mínimos en materia de personal, equipamiento y programas a desarrollar, y un segundo procedimiento llamado de homologación, que otorgará a aquellos servicios que cumplan determinados requisitos adicionales, un reconocimiento con el objeto de estimular que los servicios se orienten a una mejora continua y por tanto a una mayor calidad asistencial. Se van a modificar también las infracciones y sanciones, para atender mejor a principios de razonabilidad y proporcionalidad. Y por último, y para favorecer la innovación e investigación, se regulará un procedimiento de autorización especial, para la puesta en marcha de iniciativas innovadoras.

Quieren también cambiar el modelo de asistencia residencial para trabajar en uno nuevo basado en la atención a las personas. ¿Cree que, entre otras cosas, y para conseguir este cambio de paradigma, a la hora de adjudicar contratos públicos debería puntuar más que aquellos grupos residenciales que opten a la licitación trabajen en este modelo que la oferta económica?

En estos momentos, ya se puntúa más en las licitaciones el proyecto técnico que la oferta económica con el fin de asegurar una atención de calidad. También hemos comenzado a solicitar en los pliegos que se trabaje en este tipo de modelo de atención. Nos parece esencial avanzar en un modelo de centros menos institucionales, más abiertos a la Comunidad.

¿En estos contratos públicos, habría que tener en cuenta también el personal especializado (psicólogo, auxiliares de geriatría, etc) que cuenta la residencia por cada residente?

En nuestras licitaciones, se exigen unas ratios de personal mayores que las establecidas en el decreto de autorizaciones. Por otra parte, se exigen unos determinados perfiles profesionales y a partir de enero de 2018 todo el personal cuidador deberá tener la acreditación correspondiente.

Ya se está haciendo. Se puntúa más el proyecto técnico que la oferta económica y en ese proyecto técnico se da también más puntuación a aquellas propuestas con una mejor oferta formativa hacia su personal.

Según el último informe que presentaron ustedes sobre la situación de las residencias en Navarra, uno de los aspectos que más preocupaba a los residentes era la rotación de personal, lo que impedía que tuvieran un vínculo afectivo. ¿Cómo van a trabajar en la fidelización de personal?

Para favorecer la estabilidad de los empleos, es necesario mejorar la calidad de los mismos. El sector tiene unas condiciones muy diferentes entre los distintos centros. Sería necesario impulsar un convenio colectivo que asegurase unas condiciones salariales justas. También la profesionalización del sector y los programas de formación del personal contribuyen decisivamente a que los profesionales estén más satisfechos y permanezcan en este sector.

Incentivar la participación, comunicación e interacción de los trabajadores en los Centros, es también otro elemento que asegura la vinculación con las Residencias.

Otro de los aspectos que reflejaba el mencionado informe era la falta de participación y de elección de los residentes. ¿La falta de empoderamiento en las personas mayores solo pasa en el ámbito residencial? ¿Cómo se trabaja con este colectivo para que participe en la sociedad?

Pasa especialmente en el ámbito residencial y en los colectivos de mayores más vulnerables que son los que viven situaciones de escasez de recursos o de discapacidad. Desde el gobierno se está impulsando como objetivo de legislatura, un plan de envejecimiento activo y saludable que tiene como finalidad mejorar la calidad de vida de los mayores, y eso pasa, entre otras muchas, por implementar medidas que favorezcan la participación de los mayores en todos los ámbitos de la vida social.

Desde el Departamento también se está impulsando la participación de los colectivos de mayores a través del consejo del mayor, con diferentes iniciativas. También es necesario trabajar con el resto de la sociedad, para que seamos capaces de tener en cuenta la opinión de los mayores y reconocer su papel en la vida familiar y social de nuestra comunidad.

Usted es sociólogo y ha trabajado en numerosos grupos de investigación sobre temas sociales. ¿Cree que a pesar de que desde la década de los 80 en el ámbito de la investigación y también desde diferentes organismos internacionales se han hecho numerosos estudios sobre el cambio demográfico y el envejecimiento de la población, parece que ahora al menos en el ámbito de las decisiones políticas nos enfrentamos a algo nuevo, que es algo que nos ha pillado desprevenidos? ¿Ha faltado voluntad y previsión a la hora de abordar esta cuestión?

Posiblemente ha habido falta de voluntad política, entendiendo que las necesidades de la población mayor estaban bien cubiertas desde los diferentes sistemas (de salud y de servicios sociales) y con reticencias a introducir medidas de intervención dirigidas a prevenir situaciones de dependencia. Ha existido (y todavía existe) una actitud edadista en las instituciones y también en la sociedad, relegando a los mayores a un papel secundario y subsidiario, en vez de promover su participación activa y escuchar sus inquietudes.

Pero el envejecimiento de la población no es malo en sí mismo porque significa que vivimos más años. El problema es una tasa de natalidad muy baja durante varias décadas que nos está generando un fuerte desequilibrio demográfico que dificulta la atención adecuada a las personas mayores. Y el problema de la baja natalidad no se ha querido ver todavía políticamente.

¿Qué medidas hay que tomar de forma urgente para que el envejecimiento no se convierta en un problema crónico? ¿De qué manera van a trabajar desde su departamento para convertir el envejecimiento en una oportunidad de desarrollo?

El envejecimiento no debe ser considerado como un problema sino como una conquista social e individual. Tenemos que hacer posible que los retos que plantea el envejecimiento de la población no se conviertan en un problema. Es importante trabajar en dos direcciones: una en el empoderamiento de la población mayor, aprovechando sus capacidades; la otra, desarrollar los servicios necesarios para atender las necesidades de salud y sociales que provocan la falta de autonomía y estos servicios son una oportunidad de creación de empleo.

Y a largo plazo, para la mejora de la natalidad, el apoyo a las familias con niños y niñas y el fortalecimiento de las medidas de conciliación es una estrategia ineludible.

Navarra, al igual que otras comunidades como La Rioja, Aragón o Castilla y León, tiene que enfrentarse además al problema de la despoblación en núcleos rurales. ¿Es necesario hacer un nuevo mapa territorial de los servicios sociales para atender al número creciente de personas mayores que allí residen? ¿Qué opciones tienen de recibir una atención adecuada actualmente aquellas que deciden quedarse en su casa ubicada en núcleos rurales abandonados?

En estos momentos, el servicio de ayuda a domicilio, dependiente de los servicios sociales de base llega a todos los núcleos de población por pequeños que sean. Otra cosa es que la intensidad del servicio que se presta no llega a cubrir todas las necesidades de los usuarios, igual en los núcleos grandes que en los más pequeños y alejados. Sí es cierto que, en núcleos más pequeños y peor comunicados, la posibilidad de encontrar personas que complementen los servicios que se prestan desde los servicios sociales de base es más difícil.

Efectivamente la reforma de la Administración Local en Navarra, es una oportunidad para reforzar los servicios en las zonas rurales mas dispersas y hacer así también más atractivos esos territorios.

Precisamente muchas de estas personas mayores viven en situación de soledad, un problema que está creciendo especialmente entre las mujeres. ¿De qué herramientas disponen en Navarra para detectar este problema? ¿Hay algún programa específico destinado especialmente para este colectivo?

Los Servicios Sociales de Base, implantados en todo el territorio, realizan un importante papel en la detección de las situaciones de soledad. También los Centros de Salud. Esta detección es muy eficiente en buena parte de las zonas rurales, pero es cierto que en los núcleos de población donde se concentra mayor población, esta tarea resulta más complicada. Es por ello, que se hace necesario pensar en programas que de una manera proactiva y sistemática, detecten estas situaciones. Me consta, que dentro del Plan Sociosanitario, es este un problema que preocupa y que se abordará.

¿Cree que debería hacerse un Pacto de Estado que aglutine a todas las CCAA desde el que se aborden temas tan importantes como los que afectan a Navarra, como son el despoblamiento y el envejecimiento, desde el que se diseñen políticas que puedan revertir la situación a medio/largo plazo?

En el actual modelo de Estado es imposible abordar estas cuestiones desde un solo nivel administrativo. Es necesaria la implicación del Estado, de las CCAA y de los Ayuntamientos. Habrá que ver que impacto real tiene el reciente acuerdo de la Conferencia de Presidentes en temas como la dependencia, la financiación autonómica o el reto demográfico.

Enlaces de interés:

Gobierno de Navarra

Residencias de tercera edad en Navarra

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