Entrevista a Marc Carbonell, director del Área de Clientes de Suara Cooperativa
1.- ¿A qué hora suena su despertador?
Normalmente me despierto a las 6 de la mañana. Antes, siempre era para coger el coche e ir a trabajar. Ahora muchos días, con el trabajo híbrido (presencial/online) implementado en la Cooperativa, me permite hacer un poco ejercicio antes del trabajo y esto ayuda a enfocar mejor el día.
2.- ¿Cuál es su principal objetivo como director del Área de clientes de Suara Cooperativa?
Conseguir los objetivos que nos marcamos como organización, aportar valor a mis equipos de trabajo para sumar en las metas conjuntas. Mejorar la prestación del servicio y satisfacción de los clientes es mi reto diario.
3.- ¿Qué podría hacer que no consiguiera ese objetivo?
No siempre se consiguen, hay que estar preparados para saber aceptar que nos podemos equivocar o que no todo ha salido como queríamos para poder aprender y mejorar. Es importante hacer un buen trabajo de priorización y sobre todo en aquellos objetivos clave que afectan al día a día de las personas dedicar el máximo esfuerzo para conseguirlos.
4.- ¿Qué le gustaría ser si no fuera director del área de clientes de Suara?
Me gustaría poder dedicarme a mis orígenes en el sector de atención a las personas. Suara me ha permitido ir promocionando internamente y asumir cargos directivos y de responsabilidad, pero me gustaría volver a un servicio y tener más contacto directo con las personas que atendemos.
5.- Ley de Dependencia, ¿cambiaría cosas o haría una nueva?
Los retos de la pirámide poblacional de los próximos años son muy elevados, hace falta dotarla presupuestariamente y apostar para proyectos de I+D que realmente transformen los servicios. Adaptar la ley de la dependencia a las nuevas realidades y necesidades de las personas con más variedad de servicios adaptados a la situación vital de cada una de ellas.
6.- ¿Sigue España ofreciendo oportunidad de crecimiento empresarial en el sector geroasistencial?
Sin duda, aunque hace falta más colaboración público-social y privada para afrontar los retos. Las necesidades son muy elevadas y hay espacio para los diferentes gestores. Incentivar esta colaboración es muy importante. Hace falta más liderazgo de las administraciones para crear estos espacios que nos tiene que llevar a la mejora y transformación de los servicios.
7.- ¿Cómo ve hoy el sector residencial en España?
Con incertidumbres, estamos saliendo de una pandemia que ha perjudicado mucho al sector, sobre todo a las pequeñas y medianas empresas que estamos dando servicio desde hace años.
Hay que crear nuevas plazas residenciales y servicios que integren la parte social y sanitaria y los requerimientos de inversión son muy elevados. Como comentaba anteriormente, el liderazgo de la administración tiene que ser más fuerte.
Estamos en un momento inflacionario que también afecta al sector, el aumento de los costes de construcción, el aumento del coste de la energía, la dificultad de encontrar personal (gerontología y sanitario) y la poca financiación pública de estas plazas, hace que el precio de la plaza residencial se dispare y que las familias que necesitan una plaza residencial lo tengan actualmente difícil para acceder a ella, y entren en listas de espera que no dan respuesta al momento vital de las personas.
8.- ¿Y cómo ve el sector residencial en España dentro de 10 años?
La pandemia ha acelerado procesos de transformación digital en el sector, me imagino un sector que potencia y alarga la vida de las personas en el domicilio, potenciando el papel de la comunidad y ofrece alternativas de servicios adaptados a la elección de las personas.
9.- Todo cambia, la población envejece... ¿Para qué debe el sector estar preparado?
Para personalizar los servicios y adaptarlos a la realidad de la familia y las personas que envejecemos. La transformación digital tiene que estar muy presente en la prestación de estos servicios para dar una respuesta eficiente y adaptada a las diferentes realidades que tenemos.
10.- Faltan profesionales, ¿cómo haría más atractivo el sector de la dependencia?
Aumentando salarios y reconociendo a las personas que trabajan en el sector. Los salarios se tendrían que igualar y ser más justos independientemente del servicio que prestan (público, privado, sanitario, ...)
11.- ¿Falta dinero o imaginación?
Voluntad y priorización política, y crear más espacios para potenciar la imaginación. Si falta una de las dos, será difícil conseguir los retos que tenemos a día de hoy y que aumentarán en el futuro.
12.- ¿Qué haría si fuera ministro/a de la Dependencia?
Hacer lo posible para reconocer a las profesionales que trabajan, el sector de los cuidados está muy feminizado y no se reconoce todo lo que aportan a que sea posible la atención de los servicios a las personas. Su dedicación, vocación y profesionalización no está bien reconocida por la sociedad actualmente, tanto a nivel de reconocimiento social, laboral y retributivo.
13.- ¿Qué le da miedo del futuro?
Seguro que tendremos nuevos retos que afrontar, pero me preocupa que seguimos repitiendo los mismos errores anteriores. Me preocupa el aumento de las desigualdades y me da miedo que sigamos utilizando la violencia para resolver los conflictos.
14.- ¿Qué ha aprendido de esta pandemia del coronavirus?
He tenido la posibilidad de trabajar en un sector donde todas las personas han dado el máximo de ellas para dar respuesta a las personas que atendemos y ha aflorado más que nunca la empatía, colaboración, generosidad y ayuda mutua. Aún con lo difícil que ha sido, he aprendido mucho.
15.- Si inventara un robot... ¿qué haría este robot?
Facilitarme la vida en mi casa.
16.- ¿Cómo se imagina usted y dónde a los 90 años?
Seguramente en un domicilio que esté preparado para vivir en él y adaptado al grado de dependencia que tenga.
Si (
No(