El nuevo Acuerdo Marco de la Comunidad de Madrid fija las condiciones de contratación de plazas concertadas en residencias de la región y supone el primer gran paso hacia el modelo de atención y de servicios sociales centrado en la persona. Una buena noticia que quiere decir que, por primera vez, se priorizan los aspectos relacionados con la calidad en la atención por encima de la oferta económica de los licitadores.
Hay que recordar que, económicamente, la diferencia era y sigue siendo abismal entre los precios públicos en residencias de Madrid, con un coste diario por plaza de 170 euros, con el de concierto, que era de 54 euros. Había una diferencia de más del 300% y eso no era razonable ni sostenible. Ahora, el acuerdo al que se ha llegado supone un incremento del 28,3% con respecto al precio actual y se llega a 72 euros más IVA.
La consejera de Familia, Juventud y Política Social del Gobierno regional, Concepción Dancausa, insistía en el compromiso de la Comunidad de Madrid para seguir avanzando en la mejora de la atención a las personas dependientes de la región, además de subrayar que este Acuerdo Marco permitirá la contratación de 8.839 plazas durante los próximos cuatro años gracias a una inversión total de 854.286.503 euros.
Pero, ¿qué significa de facto para una residencia de Madrid este nuevo acuerdo marco?
La directora general de la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE), Inmaculada Cerejido, explicaba de forma clara y directa a Dependencia.info que “significa un incremento importante en ingresos y un incremento importante en gastos”. Pero lo más importante, añade es que “este aumento del flujo de dinero tiene que materializarse inevitablemente en una mejora de la calidad asistencial”.
Ante la pregunta de si a la residencia le compensa recibir más dinero por plaza concertada aunque le vaya a costar más dar ese servicio de calidad porque va a tener unas exigencias nuevas, Cerejido aclara que “a las residencias le tiene que compensar sí o sí porque los criterios de calidad que se están pidiendo en el acuerdo marco van en la misma línea sobre los criterios en los que se está trabajando en acreditación de centros”.
“Las residencias van a tener que ir en esa dirección” y lo que son los beneficios de las residencias “van a quedar más o menos igual”, apunta y matiza: “El impacto de este cambio no es para las cuentas de explotación de las empresas, sino que es un cambio en el modelo de trabajo”.
Más dinero, aumenta la ratio
La portavoz de AMADE apunta que “efectivamente hay más ingresos, pero también habrá más gastos”. “La línea de trabajo era que se necesitaba más dinero para ofrecer un servicio de mayor calidad y ahora, con más dinero, podemos hacer cosas que antes no hacíamos”, señala.
Entre las nuevas condiciones de contratación que se exigen a las residencias, Inmaculada Cerejido destaca que “se aumenta la ratio de gerocultores, de un 0,27 a un 0,33, es decir, se aumentan las ratios para atender de mejor manera a los mayores”. “Antes lo hacíamos bien, pero ahora, el hecho de dividir a los mayores en unidades convivenciales pequeñas hace que las ratios tengan que incrementar”, explica.
Y sigue explicando la directora general de AMADE: “Porque ese es otro de los cambios con el nuevo acuerdo marco, que se pide que vayan disminuyendo los grupos de trabajo, entrando en la línea de unidades de convivencia, que sigamos el modelo de Atención Centrada en la Persona, que sigamos personalizando más los centros y que lo importante no sea que tenemos que cumplir un horario, sino que se puedan adaptar más al mayor”.
Con estos cambios fundamentales Cerejido entiende que “el nuevo acuerdo marco en la Comunidad de Madrid acerca más a la ACP”.
Como última reivindicación de la patronal de las residencias en Madrid, se insiste en la necesidad de que todo el servicio sanitario que se solicita en los centros esté incardinado o que forme parte de Sanidad: “Las residencias no son centros sanitarios y este servicio debe estar administrado desde Sanidad”.
Por otra parte, se trata de un Acuerdo Marco para sacar pecho porque comparado con los que hay en otras comunidades empieza a estar por encima de la media: “Hay otras comunidades autónomas que están funcionando en esta línea, como el País Vasco, pero vamos mejorando y estamos acercándonos cada vez más y es el inicio de la línea por la que irán otros”.
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