Marina del Corral: "Debemos prepararnos para usuarios más exigentes"

Entrevista a:

Marina del Corral Téllez, directora general de CEAPs, Círculo Empresarial de Atención a Personas

1.- ¿A qué hora suena su despertador?

Está programado para sonar a las 7:00h, pero no lo dejo sonar nunca. Siempre despierto un poco antes.

2.- ¿Cuál es su principal objetivo como directora general de CEAPs?

Hacer crecer CEAPs.

Es una organización empresarial muy joven porque nació en octubre de 2016. En estos 4 años de vida no ha dejado de crecer en número de asociados y hoy tiene la mayor representatividad del sector de atención a mayores y dependientes en España.

La voluntad de sus promotores siempre ha sido unir el sector de la dependencia con un enfoque claramente dirigido a que las personas, su bienestar, constituyan el centro de toda organización, grande o pequeña. Ese continuará siendo mi objetivo.

3.- ¿Qué podría hacer que no consiguiera ese objetivo?

Cuando he hablado de crecer, no me refería solo a crecer en cifras. En mi opinión, CEAPs está llamado a promover un cambio de modelo donde las personas a las que sus asociados prestan servicios ganen en bienestar y autonomía personal. Un modelo donde, por ejemplo, los centros residenciales ofrezcan a sus usuarios un lugar donde vivir con autonomía para poder cocinar o ver su programa favorito en TV, sin rigidez horaria, a la vez que unos servicios comunes cuando se busque la convivencia o se necesiten por el grado de dependencia.

Considerando el sistema actual de centros residenciales de mayores y dependientes, para que este nuevo modelo sea accesible a todos los ciudadanos se requiere fortalecer la coordinación y colaboración público-privada. Todo lo que se avance en este sentido es crecer.

4.- ¿Qué le gustaría ser si no fuera abogado?

De formación soy jurista y me gusta mucho serlo. Mi formación me ha permitido realizar actividades muy distintas. He dedicado años a asesorar a empresas de muy diferentes sectores (especialmente, el farmacéutico) en cuestiones societarias y mercantiles, pero llegué a un punto de inflexión en el que comencé a interesarme por los aspectos más sociales del Derecho.

He encontrado en defender los intereses y ayudar a las personas más vulnerables una vocación. El cargo más importante que he ocupado en mi carrera profesional como titular de la Secretaría General de Inmigración y Emigración del Gobierno de España tiene mucho que ver con esa vocación social. Desde esa posición, ha sido mi experiencia en el sector privado la que me ha llevado a creer firmemente en la colaboración público-privada y a promover importantes proyectos en beneficio de inmigrantes pero también de las entidades que han apadrinado esos programas.

La colaboración del tercer sector resulta muy valiosa pero las organizaciones empresariales también tienen conciencia social, de hecho, cada vez más. Así que, si no fuera la directora general de CEAPs estaría sin duda colaborando con otra organización que tuviera como misión promover el bienestar y defender y/o representar los derechos de personas vulnerables.

5.- Ley de Dependencia, ¿cambiaría cosas o haría una nueva?

He trabajado 7 años en la Administración General del Estado y soy consciente del tiempo que transcurre desde que se promueve una Ley (incipientemente un proyecto) hasta su aprobación. En todo caso, más que un problema de forma jurídica, pienso que hay un problema de consenso y de financiación. Hay que creer en su propósito.

6.- ¿Sigue España ofreciendo oportunidad de crecimiento empresarial en el sector geroasistencial?

Entiendo que sí. El envejecimiento de la población española es un hecho. Todo debe orientarse, sin embargo, a que el envejecimiento se acompañe de calidad de vida hasta el final de la fida. Llegar más mayores pero más sanos y, por lo tanto, menos dependientes es un reto y la atención profesional en los momentos más necesarios, un derecho.

7.- ¿Cómo ve hoy el sector residencial en España?

Pues, francamente, en transición. Por supuesto, tengo que aprender mucho más sobre el sector porque además me he incorporado en un momento muy convulso, pero observo ganas de mejorar en pro siempre del bienestar de las personas.

8.- ¿Y cómo ve el sector residencial en España dentro de 10 años?

Modernizado, ofreciendo unidades de convivencia con servicios comunes, respetando y dejando un margen de libertad al desarrollo de la autonomía de las personas.

9.- Todo cambia, la población envejece... ¿Para qué debe el sector estar preparado?

Debemos prepararnos para usuarios más exigentes.

10.- Faltan profesionales, ¿cómo haría más atractivo el sector de la dependencia?

El trabajo en una residencia tiene una parte muy vocacional. Para hacerlo atractivo basta con contar con medios. Medios para ofrecer servicios de calidad y medios para poder retribuir el trabajo dignamente.

11.- ¿Falta dinero o imaginación?

Yo creo que al sector no le falta imaginación. Es un problema de financiación.

12.- ¿Qué haría si fuera ministro/a de la Dependencia?

Me sentaría con todos los actores, los empresarios titulares, el tercer sector, los trabajadores, los agentes sociales, los voluntarios, las familias y, por supuesto, con los usuarios y candidatos a usuarios (sociedad civil). Todos tienen cosas que aportar y seguro que muchas pueden llevarse a cabo.

También me sentaría con mis colegas de otros departamentos (de Sanidad y Hacienda especialmente) y de otras administraciones, y, por supuesto, con las autoridades competentes de las CCAA y ciudades autónomas.

13.- ¿Qué le da miedo del futuro?

Una recesión económica que paralice toda actividad y la falta de profesionales. Es un servicio público necesario e imprescindible que se tiene que asegurar.

14.- ¿Qué ha aprendido de esta pandemia del coronavirus?

Hay muchas personas que han fallecido en soledad porque el aislamiento era la única medida preventiva de contagios. Tener un plan de contingencia y de prevención se ha demostrado fundamental.

15.- Si inventara un robot... ¿qué haría este robot?

Prestar ayuda a personas en tareas cotidianas y tediosas.

16.- ¿Cómo se imagina usted y dónde a los 90 años?

Por supuesto, en mi casa, rodeada de mis seres queridos.