La Residencia San Jerónimo, en Estella-Lizarra (Navarra), ha sido recientemente el escenario de un emotivo acto de entrega de un nuevo equipamiento que ha de servir para dotar de mayor confortabilidad y bienestar a sus residentes. Algunos de ellos, presentes en el acto, mostraban una mezcla de felicidad y agradecimiento al recibir la cabina 'Lucía'. La entrega realizada por la Fundación Fluidra y la empresa ISENSI, han dotado de uno de las primeros modelos de la cabina terapéutica 'Lucía', ideados especialmente para su uso en residencias y centros asistenciales.
El acto quiso ser un reconocimiento al fantástico ejemplo que ha significado para todo el país la extraordinaria labor en la prevención del COVID-19 llevada a cabo por esta residencia navarra. En todo este tiempo de pandemia, la Residencia San Jerónimo ha sido noticia en los principales medios de comunicación por no tener ningún caso positivo entre sus residentes ni el personal. Y todo ello, probablemente, por la decisión tomada en su momento por todo el equipo de la residencia, encabezado por su director, David Cabrero del Amo, de encerrarse preventivamente durante 49 días para evitar los contagios en el peor momento de transmisión del virus.
El director de ISENSI, Eduardo Segura, el gerente de la Fundación Fluidra, Xavier Servat, han hecho entrega de uno de los primeros modelos de la cabina de hidroterapia 'Lucía' al director de la Residencia San Jerónimo en reconocimiento por la fantástica labor realizada por todo el equipo que forma esta residencia de ancianos, todo un ejemplo de buena gestión.
Segura, creador de 'Lucía', ha explicado que desarrolló este nuevo concepto de hidroterapia dedicado a mejorar la vida de nuestros mayores, durante el tiempo que estuvo visitando a su abuela en la residencia donde pasó sus últimos años. Ahora, tras un periodo de concepción y diseño industrial, la cabina 'Lucía' ya es toda una realidad y está en fase de fabricación.
Los promotores de la donación también han explicado que quisieron recoger de numerosas residencias del país testimonios escritos por residentes y cuidadores que explican los momentos más intensos vividos durante la pandemia. Fruto de este ejercicio, recibieron un total de 24 relatos conmovedores, en muchos casos.
El modelo de la cabina de hidroterapia entregado a la Residencia San Jerónimo tiene grabados algunos de los fragmentos de esos relatos: “No existen galones ni jerarquía, vamos todos a una. Ese grupo al que ahora protejo también es mi familia. Cada abuelo que se iba, dejaba un hueco, que dolía. Sin embargo, desde el cielo, lo sabemos, nos sonreía”.
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