La junta directiva del Circulo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs) solicitaba al director del Imserso, Manuel Martínez Domenech, una subida de la Prestación Económica Vinculada al Servicio (PEV), ya que lograría acabar con la lista de espera de la Dependencia de la que ahora forman parte 250.000 personas en lo que se conoce como 'limbo de la Dependencia'.
Según los datos del propio Imserso, actualmente mueren 100 personas al día sin recibir una prestación.
Se trata, principalmente, de aquellos dependientes que se encuentran en Grado III y II, es decir, los que más apoyos necesitan, puedan disponer de financiación suficiente de las PEVs que se otorgan en función del grado de discapacidad y de capacidad económica para que pueda disfrutar del derecho reconocido en un centro privado (residencial, de día o ayuda a domicilio, entre otros).
La presidenta de CEAPS, Cinta Pascual, lo explicaba: “Las PEVs permiten acceder a una plaza residencial o a otro recurso con más rapidez que una plaza pública, por la que pueden llegar a pasar dos, cuatro o seis años, en función del servicio o la población, por lo que se convierten en un recurso fundamental para aquellas personas que tienen un grado de Dependencia y una necesidad de apoyos inmediata, no sólo por el usuario sino también por los familiares”.
Pascual añadía que “hay que poner en valor esta ayuda, reconocida desde 2006 dentro de la propia norma, porque se rige por un principio muy claro: el de situar a la persona en el centro de sus decisiones”. Una opinión que compartía el director del Imserso que defendía el “derecho a decidir de las personas mayores”.
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