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Amavir Tías y Amavir Haría, primeras residencias en Lanzarote acreditadas como "centros libres de sujeciones"

Amavir Tías y Amavir Haría, primeras residencias en Lanzarote acreditadas como 'centros libres de sujeciones'
miércoles 19 de septiembre de 2018, 18:36h
En el marco del programa “Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer”.
Las residencias Amavir Tías y Amavir Haría, dependientes del Cabildo de Lanzarote, han recibido esta semana la acreditación como “centros libres de sujeciones”. Otorgada por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), se trata de los primeros centros de Lanzarote en obtener este importante reconocimiento, que en Canarias sólo tienen dos residencias en Tenerife y otra en Gran Canaria.

El acto de entrega, celebrado este miércoles en la residencia Amavir Haría, contó con la asistencia de la consejera de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Maite Corujo, los Alcaldes de Tías y de Haría, José Francisco Hernández y Marci Acuña, respectivamente, el director técnico del programa “Desatar” de CEOMA, Antonio Burgueño, y la Directora General Adjunta de Amavir, Lourdes Rivera.

Desatar al Anciano

Esta acreditación como “centros libres de sujeciones” se consigue después de tres años trabajando en el marco del programa “Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer” de CEOMA y certifica que en estos centros se trabaja sin ninguna sujeción física o farmacológica que limite a los usuarios de estas residencias.

España ha sido siempre uno de los países en cuyas residencias de mayores más se sujetaba. Existía la creencia de que estas sujeciones aportaban mayor seguridad y evitaban caídas, pero las evidencias muestran lo equivocada que ha resultado esta creencia, ya que no se tienen en cuenta los riesgos que conllevan las sujeciones para la calidad de vida y dignidad de las personas mayores y los beneficios físicos y psicológicos que les reporta su retirada.

Eso es lo que ha podido comprobarse en las residencias Amavir durante el tiempo que llevan sin aplicar sujeciones. Para el desarrollo de este programa, se han llevado a cabo tareas de formación y concienciación tanto de profesionales como de familiares, que comenzaron con un diagnóstico de situación y un análisis pormenorizado, caso a caso, de todos los residentes que tenían sujeciones y propuesta de alternativas.

Además, este reto ha implicado también la adecuación de los entornos de las residencias y la adquisición de materiales (como camas ultrabajas, sillones especiales, colchonetas…) para poder trabajar en función de las características que requiere cada usuario.

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