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Las residencias se convierten en un "oasis" para las personas mayores en medio de la tragedia tras la DANA

El presidente de AERTE, José María Toro. (Foto: AERTE ).

LA PROFESIONALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS, CLAVE PARA LA RÁPIDA RECUPERACIÓN DE LOS CENTROS

Javier Cámara | Jueves 14 de noviembre de 2024

Los efectos terribles de la DANA en la población e infraestructuras de la Comunidad Valenciana no lo han sido tanto en la mayoría de los centros residenciales y de día. Excepto en la residencia de Paiporta en la que fallecieron 6 personas, se puede decir que el sector ha reaccionado muy bien a las riadas y la recuperación ha sido muy rápida.

José María Toro, presidente de AERTE, ha destacado en una entrevista en Dependencia.info la rápida recuperación de los centros de mayores tras la DANA en la región y, aunque hubo daños materiales y el caso trágico en Paiporta, la mayoría mantuvo normalidad y recibió apoyo administrativo. La profesionalización de servicios fue crucial para atender a las personas mayores afectadas.

Toro explica que "el hecho de estar en un centro de mayores pudo salvar a muchas personas". Apunta que la recuperación después de la normalidad ha sido muy rápida en los centros atendidos por profesionales, porque era mucho más fácil, evidentemente, que estar en una casa. El presidente de la patronal asegura que el espacio dentro de una residencia es lo más normal posible cuando fuera tienes un escenario dantesco: "La residencia es un oasís en medio del caos".

Pero nos cuenta muchas cosas más:

- ¿Qué balance haces de momento de daños y pérdidas en cuanto a residencias y centros de días en la Comunidad Valenciana?

La Administración habla de 180 centros con problemas, pero la verdad es que yo tengo controlados 20 centros residenciales y unos 11 centros de día. Para mí, una vivienda tutelada que no se ha visto afectada por la DANA, no la contabilizo. Sí cuento los centros con problemas de suministro o plantas bajas inundadas.

Prácticamente, todo el mundo tuvo el problema en la planta baja. En una residencia que normalmente tiene 3 o 4 alturas más, se pudo resolver subiendo a las personas mayores a las plantas superiores. Como además fue a última hora de la tarde, casi todos los centros pudieron poner a salvo a los residentes cuando empezaron a ver que entraba el agua en las instalaciones con la riada.

Solamente hubo un caso en el que fallecieron 6 personas que fue el ya conocido de una residencia en la localidad de Paiporta. Hay que ver cada caso porque el agua no entró igual en todos los sitios. Y hay que de decir que a pesar de la cantidad de agua que ha caído, casi todos los centros pudieron hacer su trabajo y, desgraciadamente, los únicos daños personales han sido esos.

En daños materiales, ha habido bastantes. Los centros de día lo han pasado muy mal. Lo que pasa es que trabajan rápido y ya están con la reconstrucción y haciendo obra. Los centros de día no han tenido daños personales, pero son los que peor lo han pasado. Cerraron pronto todos al ver lo que venía y no había personas, pero al ser una planta baja, hay centros en los que entró el agua por un lado y salió por otro ventanal y se ha llevado por delante todo lo que había dentro.

Tengo localizados 5 centros de día que se han quedado prácticamente destrozados.

- ¿Y en las residencias?

Los centros residenciales han intentado mantener la normalidad lo máximo posible. Han sufrido también inundaciones en su planta baja, en la que normalmente está la cocina, almacenes, despachos, el comedor en muchos casos y aulas de actividades.

Muchos centros que se quedaron sin comida, están funcionando con catering. De hecho, la Consellería, y es importante destacarlo, que ha llamado mucho a los centros para interesarse por cómo estaban, ha montado todos los días un servicio de catering para los centros que han tenido problemas con la cocina.

Han trabajado mucho, por otra parte, la limpieza de los espacios para poder volver a ocuparlos. Casi todos los centros han funcionado con bastante velocidad para funcionar con el máximo de normalidad que puedes tener en un contexto como este.

Casi todos los centros tienen los suministros recuperados. Alguno que estuvo 48 horas sin luz generó dudas, pero se recuperó ya el suministro eléctrico. También han recuperado el agua y sí queda alguno con problemas con el gas, al ser más complicado por el peligro ante el riesgo de fuga.

Todo esto ha sido la situación de impacto que hemos vivido de la DANA.

- ¿Qué destacas de cómo se ha actuado?

Creo que hay que destacar que los centros en general pudieron poner a salvo a casi todas las personas, que esto me parece muy importante, excepto en el caso de Paiporta. Los centros de día se cerraron previamente para evitar que hubiera más problemas aunque algunos han quedado destrozados y que los centros están manteniendo un nivel de normalidad lo más alto posible teniendo en cuenta el contexto en el que nos movemos.

Te diría incluso que una residencia hoy en día es casi un oasis en medio del desastre de la población en la que esté. Estuve en Catarroja el otro día y por fuera veías coches reventados, coches encima unos de otros, la calle llena de fango, las calles de alrededor con montañas de barro y entrabas en la residencia, que estaba ya prácticamente reconstruida y arreglada, y estaban en una situación de normalidad tal que si no sales del centro te crees que fuera no ha pasado nada.

Un oasis en medio del desastre primero porque una residencia ha sido un lugar seguro para las personas mayores. Ten en cuenta que aquí se ha puesto en valor también los servicios profesionales. Esto ha sido muy importante para las personas que estaban en residencias porque han seguido estando atendidas.

- ¿Y el Servicio de Atención a Domicilio ha sufrido mucho?

Las personas que tenían Servicio de Atención a Domicilio han visto cómo se ha hecho un esfuerzo por parte de los ayuntamientos y por parte de las empresas que prestaban el servicio por intentar recuperar esta ayuda a domicilio lo más rápidamente posible y si se podía acceder lo estaban prestando.

En los centros de día afectados se han quedado sin servicio porque bien no se puede llegar o porque están destrozados, aunque están intentando recuperarlos. Pero muchos de ellos han tenido daños importantes. Yo creo que los centros de día al final tendrán que buscar alternativas o derivarlos a otros centros de día de la zona para que puedan atender a estas personas.

El problema de la accesibilidad está casi solucionado en la mayoría de centros. Las calles están la mayoría ya habilitadas. No es fácil en algún caso, pero se puede. El principal problema de un centro de día es que esté destrozado, después, lo importante es que se pueda hacer una ruta ordinaria, que eso es complicado en las circunstancias en las que estamos. Unos tenían un acceso fácil, pero otros lo tienen más complicado.

- ¿La derivación de las personas que asisten a centros de día es lo mejor ahora mismo?

La solución sería reubicar a las personas en otros centros de día que le pudieran prestar el servicio. Desde AERTE hemos planteado que centros de día que estén más cercanos puedan ampliar, aunque sea en un porcentaje pequeño, el número de plazas autorizadas que tienen de manera excepcional con el objetivo de poder acoger a personas en estas circunstancias hasta que los centros puedan abrir.

Y para los de ayuda a domicilio, se ha podido seguir en muchos casos prestando la ayuda a domicilio y en otros, cuando la situación era imposible y no se ha podido, en cuanto se ha podido recuperar se ha hecho.

- Podemos decir entonces que se ha actuado bien...

Esto garantiza que la gente que estaba con la ayuda a domicilio ha podido tener una atención; la gente que estaba en una residencia, también; y yo creo que el problema principal lo hemos encontrado en las personas mayores que en sus casas no han tenido un apoyo profesional.

¿Por qué? Porque les atendía una hija o un hijo, han podido fallecer o desaparecer, tener unas circunstancias en su casa que le impedían el normal desarrollo porque estaba llena de barro, por ejemplo. Pero, sí que es verdad que había muchas personas mayores que no tenían un apoyo profesional y que a nosotros nos preocupaba el nivel de atención que podían tener.

Desde la Comunidad Valenciana se han dado muchísimas prestaciones en los últimos años a cuidadores no profesionales y hay un número muy importante de personas que están atendidas por cuidadores informales. En este caso, yo realmente no sé cómo se ha podido atender a estas personas y en qué circunstancias. Nos consta que ha habido personas mayores que han tenido problemas de atención porque un familiar no se podía encargar en ese momento y el Ayuntamiento no ha podido reaccionar rápido para ofrecer un servicio.

Yo creo que en esta situación lo que se ha puesto en valor la profesionalización de los servicios que ha ayudado a que la gente que tenía un servicio profesional haya podido seguir teniéndolo con la normalidad, repito, que permite el contexto, pero mucho mejor que la gente que estaba atendida de otra manera, que no tenía un servicio profesional.

Para mí es una visión muy importante del conjunto de la situación que hemos vivido en cuanto a cómo fue el impacto y como se ha reaccionado y cómo se ha mantenido el servicio en estos casos.

- ¿Cómo ha sido la coordinación con las administraciones?

Nosotros hemos tenido mucho seguimiento por parte de la Conselleria de Igualdad. Han llamado para preguntar cómo estaban los centros y en ese aspecto creo que ha habido un seguimiento muy importante. Después ha habido cosas que se han podido ir solucionando progresivamente, como el tema de los suministros. Aquí el apoyo de la administración ha sido muy importante.

Igual que con las residencias que no podían preparar la comida a las personas mayores, la Consellería ha provisto de un catering en esos casos en los que no se había podido organizar el centro. En ese sentido ha habido un apoyo importante.

- ¿Qué hace falta ahora mismo, qué es lo que más necesitan las empresas del sector?

Sobre los suministros de material, como pañales, por ejemplo, que nos está llamando mucha gente desde toda España diciendo que nos pueden abastecer de pañales, empapadores, medicinas... he decir que no nos faltan. El suministro de todos estos productos lo estamos recibiendo casi de manera ordinaria todo lo que son materiales sanitarios o medicación está llegando prácticamente a todos de manera normal.

En este sentido, no necesitamos más suministros. ¿Qué es lo que se ha perdido? Principalmente, mucho equipamiento. Las zonas bajas que han sido arrasadas han perdido sillones en los salones, se han estropeado y hay problemas con los equipos electrógenos, problemas también con las cocinas y ahí se está haciendo una inversión para poder recuperar todos estos equipos y mobiliario.

Pero los centros ahora mismo no tienen una necesidad muy importante porque están funcionando con normalidad. El sector está mejor de lo que pueda estar la población en general.

- ¿Habéis tenido ayuda de fuera?

Ha habidos muchas muestras de solidaridad de todas las partes de España. Ha habido una concentración de ayuda brutal, tanto de cuerpos y fuerzas de bomberos, policía y protección civil de otras comunidades, como de voluntarios para echar una mano y ayudar a limpiar y sacar barro.

Pero también el propio sector ha hecho cosas. Por ejemplo, algunas residencias que tenían centros en Valencia las han ocupado con personas de otros centros. Incluso, muchos centros que tenían espacio pusieron a disposición de las administraciones plazas para poder acoger a personas que se encontraban en situación de vulnerabilidad, pero no solo personas mayores, también familias.

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