Este mes de junio se está celebrando el Hikvision Village en la que me ha llamado la atención que en un acto tan tecnológico hayan coexistido varias mesas y talleres relacionadas con el ámbito de la atención personas y, concretamente, una mesa titulada “La contribución de la tecnología al cuidado de los mayores en entornos residenciales”.
Tras participar como ponente en el pasado mes de marzo en el IV Congreso Nacional de Dependencia y Sanidad by Alimarket, en el que se habló también de innovación y robótica en el ámbito residencial, he creído necesario acercarme para ver como continua nuestro sector y he visto que cada vez nos estamos alineando más.
He decidido escribir algunas de las ideas que se han comentado en esta mesa, con algunas herramientas tecnológicas de IA de otros sectores comentadas en otras ponencias, pero que podríamos integrar en nuestro ámbito y con algunas aportaciones propias.
En el sector de las residencias de mayores se observa una creciente escasez de personal en diversas áreas, no solo en el ámbito sanitario, como médicos y enfermeras, sino también en funciones como auxiliares, personal de limpieza y mantenimiento. Ante esta situación, están surgiendo iniciativas, como en el País Vasco, que buscan permitir que profesionales de otros campos desempeñen tareas en áreas distintas a las suyas.
Este sector se caracteriza por su marcada feminización y su progresivo envejecimiento. La mayor parte del trabajo implica esfuerzo físico, lo cual representa un desafío adicional para los profesionales. A su vez, la falta de plazas residenciales ha llevado a la creciente necesidad de contar con servicios de teleasistencia, que ofrecen apoyo y cuidado a las personas mayores desde sus hogares.
Es evidente la necesidad de pasar de un modelo reactivo a uno más predictivo en este ámbito. Actualmente, nos encontramos en una fase en la que la pandemia ha detenido proyectos, pero también ha brindado la oportunidad de reflexionar y revisar los procesos y proyectos existentes. Es fundamental establecer estrategias que permitan anticipar y abordar los desafíos futuros de manera más eficiente y efectiva.
Aunque la Inteligencia Artificial se ha utilizado en el sector de las residencias de mayores desde hace algún tiempo, aún enfrentamos barreras debido a su coste. Sin embargo, su potencial para mejorar la calidad de vida de los residentes y optimizar la gestión del personal es innegable. Es necesario seguir explorando formas de hacer que la tecnología y la Inteligencia Artificial sea más accesible y efectiva en este contexto.
Por último, es importante destacar que, a pesar de los esfuerzos realizados, los centros de mayores a menudo quedan invisibles para la sociedad. Es fundamental promover una mayor conciencia y valoración de la labor realizada en estos lugares, reconociendo la importancia de brindar una atención integral y digna a las personas mayores.
En resumen, el sector de las residencias de mayores enfrenta desafíos significativos, como la escasez de personal, la necesidad de una transformación hacia un enfoque más predictivo y el uso accesible de la Inteligencia Artificial. No obstante, la situación actual también brinda oportunidades para reflexionar, mejorar los procesos y promover la visibilidad de este sector crucial en nuestra sociedad.
A pesar de los esfuerzos por mejorar el sector de las residencias de mayores, todavía enfrentamos contradicciones que requieren atención. A continuación, expongo algunas de ellos.
A medida que se exige recopilar cada vez más información, surge la preocupación de que si no hay personal capacitado para gestionarla se vuelva inútil. Es esencial garantizar la presencia de profesionales adecuados para aprovechar el potencial de los datos recopilados y traducirlos en acciones efectivas, o plantear la incorporación de Inteligencia Artificial que ayude a este fin.
Las residencias de mayores no son centros sanitarios, pero se encuentran infrafinanciadas para satisfacer las demandas impuestas. Esta disparidad entre las expectativas y los recursos disponibles dificulta ofrecer una atención integral y de gran calidad a los residentes.
Aunque existe escasez de médicos y enfermeras, existe una tendencia a medicalizar cada vez más las residencias de mayores, a pesar de que su enfoque principal debería ser el cuidado. Es importante reconocer y valorar el papel esencial de los servicios de cuidado y asegurar la presencia de personal especializado en dicha atención.
En lugar de facilitar la implementación de tecnología en las residencias, a menudo se prioriza la creación de normas y regulaciones que pueden generar conflictos con los colegios profesionales. Un ejemplo de ello es la polémica iniciativa del País Vasco. Es fundamental encontrar un equilibrio que promueva la adopción de tecnología sin obstaculizar el trabajo de los profesionales.
A pesar de la existencia de subvenciones para proyectos piloto, muchos de ellos no se implementan a gran escala debido a los altos costos asociados. Por ejemplo, el control de patrones, que podría mejorar la calidad de la atención, se enfrenta a limitaciones económicas para su aplicación generalizada.
En ocasiones, se prioriza la cantidad sobre la calidad de los servicios ofrecidos. Un ejemplo de ello es el botón de teleasistencia, que puede presentar limitaciones si se deja en la mesilla y la persona se cae. Es necesario explorar alternativas más óptimas y efectivas que aseguren una atención de calidad y seguridad para los residentes.
A pesar del crecimiento de la población de personas mayores, persisten desequilibrios en la formación de profesionales de la salud. Las plazas de médicos y enfermeras en las universidades no se crean en proporción adecuada, y se priorizan más las plazas MIR en pediatría que en geriatría. Además, no se promueve suficientemente la creación de plazas residenciales desde el sector público, ni se favorece claramente la participación del sector privado para creación de estas plazas para la concertación de servicios.
En resumen, es imperativo abordar las contradicciones persistentes en el sector de las residencias de mayores para lograr una atención de calidad y garantizar el bienestar de los residentes. Se requiere un enfoque estratégico y acciones concretas para superar estos desafíos y promover un entorno óptimo de cuidado y apoyo.
José Luis Monserrat es director de Residencial Palau