Opinión

Del desempleo hacia la dependencia

Daniel Salvatierra Mesa
Daniel Salvatierra Mesa | Miércoles 14 de septiembre de 2022

Sin lugar a dudas, mi paso por la Administración de la Junta de Andalucía ha sido unos de los principales retos a los que me he enfrentado en mi carrera profesional, sin imaginar lo más mínimo, lo que nos esperaba por el camino. De todos modos, esta experiencia ha marcado mi vida. Uno de los trabajos de los que más orgulloso me siento es haber realizado el I Plan Estratégico Integral de Personas Mayores de Andalucía.

Es bien sabido que la importancia que tienen las persona mayores en la sociedad aumenta cada año. La realidad es tozuda y el reto demográfico es un desafío social que desde hace mucho tiempo deberíamos haber abordado por medio de una planificación basada en la evidencia y alejada de la política. De este modo y sólo así podremos salvar el “crack” al que nos vamos a tener que enfrentar.

Pero claro, estamos instaurados en una cultura cortoplacista y “ombligista” que no nos deja ver más allá de cuatro años. Finalmente, abordaremos un reto que requiere análisis, maduración y consenso con prisas, parches, déficit y la Administración financiándose con sus proveedores.

Claro, pero en el 2019 tenía la obligación, desde mi responsabilidad pública de hacer algo y tuve el honor de impulsar, coordinar y presentar al Consejo de Gobierno el I Plan Estratégico Integral de Personas Mayores de Andalucía. Este documento, lejos de ser la solución, sí pretende ser parte de ella. Abordando cuestiones que fundamentalmente retrasan el riesgo de aparición de situaciones de dependencia en las personas mayores. Atajando factores que a priori no estaban vinculados, pero tras un análisis apoyado en nuestro comité de expertos, se acordaron como factores de riesgo de aparición de situaciones de dependencia. Tales como la soledad no deseada, la vulnerabilidad económica, entre otras.

Hoy, me gustaría detenerme en cómo la situación laboral de una persona mayor de 55 años afecta a su proyecto de vida más allá de los 65 años, ya que, según el I Plan Estratégico en Andalucía, “el 11,9% (298.214 personas en el año 2019) de las personas mayores de 65 años se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, según el umbral de riesgo de pobreza Andalucía, y este porcentaje se eleva hasta el 25% (625.500 personas en el año 2019) según el umbral de España”.

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Una de las causas por las que las personas mayores llegan a los 65 años de edad a esta situación económica tan alarmante es la tasa de desempleo que tienen las personas a partir de los 50 años de edad, situándose esta superior al 20% (501.200 personas en 2019). Esta situación laboral, provoca que la cantidad a percibir por la persona por su jubilación la lleve a una precariedad económica, aumentando, de este modo, el riesgo de pobreza y con ello el aislamiento social.

Si por otro lado, tenemos presente la importancia que tiene el entorno social positivo para la prevención del envejecimiento, podemos concluir que los incentivos para el empleo y otras acciones dirigidas al aumento de la empleabilidad de las personas mayores de 55 años son medidas que previenen la dependencia de estas personas.

La prevención de la dependencia va mucho más a allá de actuaciones sanitarias y sociales, por lo que se necesita una coordinación social completa. Donde todos los agentes sociales, acuerden el abordaje de las políticas de prevención de la dependencia. Si no lo hacemos de este modo, la bola de nieve nos acabará arrollando y con nosotros, al estado de bienestar.

Daniel Salvatierra Mesa

Ex- Secretario General de Políticas Sociales de la Junta de Andalucía

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