La Comunidad de Madrid ha anunciado un
incremento del 50% en su inversión destinada al Servicio de Ayuda a Domicilio para personas dependientes. Esta medida, que se distribuye en cinco categorías y áreas de actuación —Este, Noreste, Noroeste, Oeste y Sur— busca facilitar más de
11 millones de horas anuales de acompañamiento a los ciudadanos que reciben esta prestación en sus hogares.
El nuevo contrato estará vigente desde el 1 de septiembre de 2025 hasta el 31 de agosto de 2027, y tiene como objetivo atender las necesidades de los madrileños que residen en cualquier municipio de la región. Sin embargo, los habitantes de la capital serán atendidos por el servicio gestionado por el Ayuntamiento de Madrid mediante un convenio con la Comunidad.
Beneficiarios y condiciones del servicio
Los beneficiarios son aquellos ciudadanos en situación de dependencia que han sido reconocidos para recibir el Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), considerado como la modalidad más adecuada dentro del Programa Individual de Atención (PIA) que gestiona la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, tomando en cuenta las preferencias individuales.
Este aumento en la inversión también incluye mejoras en las condiciones laborales según lo estipulado por el convenio colectivo del sector. Además, se prevén avances significativos en horarios, así como una mayor coordinación e información entre profesionales, usuarios y familiares. También se contempla una mejora en la formación y seguimiento del servicio, junto con proyectos enfocados en atención comunitaria y programas para prevenir la soledad y fomentar la integración social.
Apoyo cotidiano para mantener la autonomía
Los profesionales del SAD desempeñan un papel crucial al ofrecer apoyo diario en diversas actividades. Su objetivo es garantizar que las personas mantengan su autonomía y puedan residir el mayor tiempo posible en sus domicilios, evitando así el deterioro cognitivo y situaciones de aislamiento.
Entre las tareas que realizan se encuentran el apoyo en higiene personal, movilización, limpieza del hogar, preparación de comidas y asistencia durante salidas recreativas. Asimismo, ayudan con gestiones cotidianas fuera del hogar, como citas médicas o compras, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de los beneficiarios.