El Instituto sólo incluye en la lista de espera a quienes llevan más de seis meses sin recibir prestación desde su solicitud.
El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 ha presentado este martes la segunda edición del Panel del SAAD, correspondiente al segundo trimestre de 2025, en el que se analiza la evolución de los principales indicadores del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia y, como se esperaba, algunos datos reflejan una realidad distinta a la que reflejan otras asociaciones.
No se destaca en la nota de prensa, porque se titula por otros temas, pero el panel muestra que en junio de 2025 había 1.565.838 personas atendidas con grado reconocido y prestación asignada, un 7,5% más que en junio de 2024. No lo destacan tampoco en el titular, pero el Ministerio "saca pecho" cuando señalan que la lista de espera se redujo en 4.356 personas (-2,4%) hasta 180.794 usuarios. Según el Imserso, la lista de espera incluye a quienes llevan más de seis meses sin recibir prestación desde su solicitud, salvo causas justificadas, conforme a la Ley 39/2006.
Esta información, como avisaba este lunes la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que esperaba que no se cambiaran los criterios de medición, contrasta con la aportada por ellos de exactamente las mismas fuentes, pero con unas cuentas que incluyen a más personas vulnerables en lista de espera de un servicio de Dependencia.
El dato ofrecido este lunes por la asociación dice que según los datos oficiales del Ministerio de Derechos Sociales, a finales de junio de 2025 había 286.861 personas en listas de espera porque hace las cuentas así: 136.009 personas a la espera de valoración; 123.857 personas esperando la elaboración del PIA (el reconocimiento de la prestación o servicio que les corresponde); y 26.995 personas que, tras la aprobación del PIA, esperan recibir la prestación o servicio establecido.
La asociación considera cruel no tener en cuenta a estas personas, que no son solo una cifra sino individuos de carne y hueso, junto a sus familiares, que llevan meses esperando una respuesta administrativa. Su presidente, José Manuel Ramírez, se adelantaba ya este lunes: "Es inexplicable que encima den -el Ministerio- una rueda de prensa manipulando o retorciendo la estadística para aparentar que hay una gestión diligente".
El informe confirma la tendencia hacia un modelo de atención centrado en la persona, con servicios más personalizados y ofrecidos en entornos cercanos. De los 2.204.784 servicios prestados actualmente por el SAAD, el 56 % (1.240.337) se desarrollan ya en los hogares o el entorno comunitario. Desde 2020, estas prestaciones de proximidad han aumentado en 491.339, lo que representa un incremento del 4 % sobre el total.
Más prestaciones, más personalización
El crecimiento del volumen de prestaciones, que ha subido un 54,5 % desde 2020, ha impulsado una mayor combinación de servicios por persona beneficiaria. En cinco años se ha pasado de una media de 1,27 prestaciones por persona a 1,41, un 11 % más. Esto supone una atención más adaptada a las necesidades de cada usuario.
Las combinaciones más habituales incluyen la teleasistencia, la ayuda a domicilio y la prestación económica por cuidados familiares. De hecho, la teleasistencia representa ya el 25,3 % de las prestaciones y la ayuda a domicilio, el 19,4 %. Ambas han crecido de forma significativa desde 2020: la teleasistencia se ha duplicado (+119 %) y la ayuda a domicilio ha aumentado un 42,5 %. Además, ha crecido la intensidad de esta última: de una media de 36,8 horas mensuales por persona en 2020 se ha pasado a 40,4 horas en junio de 2025.
Más centros de día y figura clave de la asistencia personal
Entre los servicios comunitarios que más han crecido se encuentran los centros de día, que representan ya el 6,4 % del total y han experimentado un crecimiento del 24 % en cinco años. El Ministerio trabaja en una nueva definición normativa para estos centros, que permita a las comunidades autónomas reforzar su papel como espacios personalizados y próximos.
La secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez, ha destacado que “la evolución que observamos en el Panel apunta hacia un modelo más integral y personalizado, donde la compatibilidad de servicios y prestaciones se convierte en clave para una atención centrada en la persona”. También ha subrayado que “queda mucho trabajo por delante para seguir promoviendo esta transformación que requiere, por un lado, una inversión continuada y, por otro, un marco normativo actualizado”.
En esa línea, el Ministerio propone eliminar las incompatibilidades introducidas en 2012 y reforzar el despliegue de la asistencia personal, una figura clave para la promoción de la vida independiente. Esta prestación permite que personas con dependencia cuenten con un profesional que les apoye en su día a día, facilitando su autonomía y participación en la comunidad. En la reforma legislativa en curso, la asistencia personal pasará a formar parte de la cartera común de servicios del sistema.
Prestaciones para la autonomía y para todas las edades
Junto a la asistencia personal, el anteproyecto de ley propone reforzar otras prestaciones dirigidas a la autonomía personal, como programas de rehabilitación, estimulación cognitiva o atención temprana. La intención es garantizar su acceso en todas las comunidades autónomas y extender su aplicación a personas de cualquier edad.
La atención residencial, aún clave, evoluciona
Aunque el modelo evoluciona hacia servicios en el entorno, la atención residencial mantiene un peso importante: representa el 13 % del total de prestaciones y ha crecido un 25 % desde 2020. El Ministerio insiste en que se trata de un recurso necesario en determinadas situaciones y trabaja para que las residencias evolucionen hacia entornos más hogareños, con atención personalizada y respetuosa con la voluntad de las personas.
SAAD: más cobertura, menos espera
El Panel del SAAD incluye también los principales indicadores de evolución del sistema. En junio de 2025, el número de personas atendidas (con grado reconocido y prestación asignada) ha alcanzado las 1.565.838, lo que supone un aumento del 7,5 % respecto a junio de 2024.
La lista de espera se ha reducido en 4.356 personas en un año, hasta situarse en 180.794 usuarios (-2,4 %). En total, el SAAD tramita expedientes de 2.239.149 personas, 133.155 más que hace un año (+6 %).
Según el Imserso, forman parte de la lista de espera quienes no reciben ninguna prestación pasados seis meses desde su solicitud, salvo que exista una causa justificada, tal como recoge la Ley 39/2006.
Diferencias entre comunidades autónomas
Las comunidades con menor porcentaje de población potencialmente dependiente en lista de espera son Castilla y León (0,10 %) y Aragón (0,35 %), seguidas de Navarra, Ceuta y Galicia (todas con un 0,40 %).
En términos absolutos, las listas más reducidas corresponden a Ceuta (41 personas), Melilla (202) y Navarra (337). Las comunidades que más han recortado sus listas de espera en el último año son Cantabria (-58,8 %), Aragón (-52,8 %) y Castilla y León (-36,3 %).
El tiempo de espera se reduce... pero sigue siendo un reto
El plazo medio de resolución del procedimiento (desde la solicitud hasta la prestación efectiva) se sitúa en 342 días, frente a los 403 días de 2020, una mejora de 61 días. Respecto al pico alcanzado en 2021 (469 días), la reducción es de 127 días, gracias en parte al Plan de Choque en Dependencia. No obstante, el tiempo ha aumentado 11 días respecto a junio de 2024, lo que sigue señalando un desafío.
Las comunidades que menos tiempo tardan en tramitar los expedientes son Ceuta (60 días), Castilla y León (113) y País Vasco (129). En cuanto a los avances más notables en el último año, destacan Canarias (-71 días), Melilla (-52 días) y Aragón (-49 días).