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La opinión del Dr. Botella: La empatía no se improvisa

Por Vicente Botella
martes 06 de mayo de 2025, 03:34h
Vicente Botella, médico geriatra.
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Vicente Botella, médico geriatra.

A propósito del apagón y las residencias geriátricas...

Hay algo profundamente indignante en quienes se acercan al dolor ajeno solo cuando les conviene. Interesarse por una desgracia de forma tardía y con fines partidistas no es solidaridad: es oportunismo. Y cuando esa actitud proviene de una administración pública, no solo es una falta de empatía, sino una muestra preocupante de prepotencia, insensibilidad y desconocimiento del verdadero sentido del servicio público.

La empatía no se activa cuando las cámaras están encendidas ni cuando conviene a un discurso. La empatía es estar presente cuando más se necesita, aunque no haya rédito político. Es escuchar, entender y actuar con humanidad. No es lanzar comunicados vacíos dias después, ni usar el sufrimiento de otros como argumento en una lucha partidista.

Cuando una institución se muestra ausente ante una tragedia, pero aparece más tarde para obtener beneficios políticos de ella, lo que comunica no es apoyo, sino desprecio. Es como si dijera: “Tu dolor solo importa cuando puedo usarlo”. Ese tipo de comportamiento erosiona la confianza ciudadana y agrava la herida de quienes ya sufren.

Ser autoridad no solo es gestionar, también es representar. Y esa representación implica ponerse en el lugar del otro, responder con prontitud y sensibilidad, no con cálculo ni arrogancia. La falta de empatía institucional revela un grave problema: la desconexión entre quienes gobiernan y la realidad de quienes viven las consecuencias de sus decisiones, de sus omisiones, de su tardanza.

No se puede fingir lo que no se siente. La empatía no es un accesorio que se saca en campaña: es una actitud permanente. Y cuando falta, se nota. Se nota en las palabras huecas, en los silencios prolongados, en los gestos forzados. Y lo peor es que duele. Duele a quienes esperaban apoyo y encontraron indiferencia. Duele a quienes confiaron en que sus vidas importaban más que un titular.

Actuar tarde, mal y por interés político ante una desgracia es una forma de violencia simbólica. Y cuando viene desde las alturas del poder, se convierte en una ofensa imperdonable.

Interesarse cuando ya no hay luz ni internet ni teléfono muestra aparte de ser un ignorante ser malo, y buscar luego informacion con fines de auto justificación ser aun mas malo.

“Arrieros somos y en el camino nos encontraremos”

Lo lamento pero estoy profundamente indignado por el trato recibido de aquellos a quienes les pago su sueldo

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