"Digamos lo que digamos los expertos, las administraciones, las empresas y los sindicatos, será usted, usted y usted, cada uno de nosotros quienes decidiremos dónde y cómo queremos vivir cuando necesitemos cuidados".
Entrevista a José Manuel Ramírez Navarro, presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.
1.- ¿A qué hora suena su despertador?
A las 7 horas.
2.- ¿Cuál es su principal objetivo como presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales?
Nuestra asociación cumple este año su 30 aniversario y durante estas tres décadas ha sido una entidad comprometida con la consolidación del Sistema Público de Servicios Sociales como cuarto pilar del Estado de Bienestar. Y lo hemos hecho desde la independencia -no hemos recibido subvenciones de ninguna entidad ni pública ni privada- y la sensibilidad social con la población: las personas son nuestra prioridad.
A veces nos han llamado utópicos por nuestro empecinamiento en levantar derechos ciudadanos sobre la vetusta herencia benéfica y asistencial, y por haber visto oportunidades de progreso social y de igualdad donde otros solo veían pobreza y marginación.
3.- ¿Qué cosa o circunstancia podría hacer que no consiguiera ese objetivo marcado?
La desidia e impericia de gobernantes preocupados por otros intereses que no son el bien común. Una circunstancia dañina para avanzar en los derechos sociales es que los servicios sociales no estén en la Agenda Pública, por ello hemos contribuido a poner en los medios de comunicación los Servicios Sociales y, en concreto, el Sistema de Atención a la Dependencia. Un millón de entradas en la web, miles de artículos y reportajes en prensa nacional y local, varios millones de correos enviados, decenas de miles de participantes en las actividades realizadas…
4.- ¿Qué le gustaría ser si no fuera Trabajador Social?
Llevo 40 años ejerciendo la profesión del trabajo social desde que en 1994 aprobé oposiciones en la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Aragón. Siento por el trabajo social algo más que apego profesional y me siento privilegiado de que el destino me pusiera en el camino de esta honrosa profesión, porque cuando echo la vista atrás veo una profesión que va más allá de unos conocimientos científicos y de unas habilidades técnicas, veo trabajadores sociales al lado de quienes más los necesitan.
Me enorgullezco de una profesión que está detrás de todo avance que ha habido en nuestro país en protección social. Si no hubiese sido trabajador social me hubiese gustado ser médico o maestro, que es justamente lo que han decidido ser mis dos hijos.
5.- Ley de Dependencia, ¿cambiaría cosas o haría una nueva?
La Ley de Autonomía Personal y Atención a las Personas en situación de Dependencia ha sido el mayor avance en protección social en las dos últimas décadas y generó un derecho subjetivo de ciudadanía en el Sistema Público de Servicios Sociales.
Pocos asuntos de Estado alcanzan tanto consenso y son de tanta urgencia social como la atención a las personas en situación de dependencia. Y, sin embargo, en el sistema de atención a la dependencia, a pesar de los incrementos presupuestarios, sigue existiendo maltrato institucional debido a la burocracia y a la desidia e impericia de algunos gobiernos de Comunidades Autónomas.
Se trata de una política de interés de la ciudadanía, de respeto a la dignidad humana, ya que la dependencia, en un importante porcentaje de personas, forma parte del ciclo natural de la vida, por lo que muchas personas acabaremos estando en situación de dependencia. Ello exige que se preste atención a esta política con amplitud de miras, sentido de Estado y respeto a la Ley. Cumplir la Ley e impulsar la protección social en esta materia debe ser objeto de un gran pacto. Pero ocurre que el incumplimiento de las Administraciones Públicas ha convertido sólidos derechos subjetivos en derechos efímeros y de papel.
A fecha de hoy, 296.431 personas siguen abandonadas sin ser atendidas en las listas de espera de la dependencia, y cada 12 minutos una de ellas fallece sin recibir las prestaciones o servicios a los que tendría derecho.
No es urgente cambiar la Ley de Dependencia, lo que hay que hacer es cumplir la Ley y gestionarla con pericia.
6.- ¿Sigue España ofreciendo oportunidad de crecimiento empresarial en el sector geroasistencial?
En España estimamos que hay casi 400.000 empleos directos asociados a las atenciones de la LAPAD en España. Estos son tan solo los empleos directos del sector de la atención a la dependencia sin considerar los empleos surgidos en las administraciones públicas a los efectos de valorar, hacer seguimientos o soportar la gestión administrativa y contable de los expedientes de dependencia.
El SAAD muestra una sorprendente capacidad para la generación de empleo y para la obtención de retornos. Hay una ratio de 41 empleos directos por millón de euros de gasto público, y la tasa de retorno ya asciende al 41,43%.
7.- ¿Cómo ve hoy el sector residencial en España?
Hace apenas 40 años aun existían en España los llamados “Asilos para ancianos desamparados”; desde entonces hemos visto evolucionar diferentes modelos residenciales para personas mayores, hasta el más extendido actualmente, que es un modelo institucionalizador y sanitarizado.
La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales elaboró un documento con 10 ideas y 30 propuestas con las que pretendemos concretar los horizontes y el itinerario para alcanzar un nuevo modelo residencial.
Estamos convencidos de que existe un abrumador consenso social e institucional en la necesidad de un nuevo modelo que supere los rasgos institucionalizadores del actual, y que responda a las características y demandas de las nuevas generaciones de personas mayores en nuestra sociedad. El nuevo modelo residencial comienza en casa y debe ser un servicio de proximidad.
El sector debe transformar las residencias en un ambiente hogareño y basado en una convivencia familiar con atención personalizada y respetando la dignidad de la persona. Es imprescindible la colaboración con el Sistema Público de Salud y plantillas bien dotadas, cualificadas y remuneradas.
8.- ¿Y cómo ve el sector residencial en España dentro de 10 años?
Habrá un nuevo modelo que parte de que es necesario mantener a las personas mayores en su casa, con todos los apoyos y servicios necesarios para que puedan vivir con dignidad, porque es lo que desean las personas mayores, seguir viviendo en casa. Y sólo cuando esto no sea posible, que la residencia donde tenga que vivir sea lo más parecido a una casa, no un internado.
Una casa tiene que estar donde haya vida vecinal. No debemos expulsar a las personas mayores de nuestros pueblos, barrios o ciudades. Alejarles de la vecindad es una injusticia y una crueldad.
El modelo “Como en casa” exige acabar con el modelo internado, con comedores y salas de estar diferenciadas y masificadas, sin habitaciones individuales, sin toda la personalización que se requiere, que suponen un continuo estrés de desplazamientos, con pasillos llenos de personas en sillas de ruedas.
9.- Todo cambia, la población envejece... ¿Para qué debe el sector estar preparado?
El futuro supone un cambio de mentalidad respecto a las personas mayores, especialmente respecto a quienes se encuentran en situación de dependencia o con demencias. El respeto a su dignidad debe presidir el cuidado de estas personas.
Pero, a pesar de todo, las residencias van a cambiar. Que lo decida el Ministerio junto a las Comunidades Autónomas es consecuencia de que las nuevas generaciones de personas mayores no vamos a querer vivir en internados, privados del derecho a decidir sobre nuestra propia vida, sin intimidad, atados o empastillados para que no nos caigamos o para que no molestemos, y cosificados, infantilizados,tratados como inmaduros.
Digamos lo que digamos los expertos, las administraciones, las empresas y los sindicatos, será usted, usted y usted, cada uno de nosotros quienes decidiremos dónde y cómo queremos vivir cuando necesitemos cuidados por estar en situación de dependencia.
10.- Faltan profesionales, ¿cómo haría más atractivo el sector de la dependencia?
Resulta obvio afirmar que los trabajadores y trabajadoras constituyen el elemento esencial en la prestación de cuidados y en la atención a las personas en situación de dependencia. Sin ellos y ellas no es posible asegurar la calidad de estos servicios.
El incremento substancial de los sueldos de los y las trabajadores y trabajadoras es cuestión de justicia y de respeto por la labor que realizan: el cuidado de las personas mayores en situaciones de dependencia. Es hacer realidad los discursos tan grandilocuentes sobre la importancia de “nuestros mayores” y del “cuidado de nuestros mayores”, compensando de manera adecuada a quienes realizan estas tareas.
Tan importante como este reconocimiento salarial, es la estabilidad del empleo. En el sector de cuidados, la estabilidad laboral es algo más que un derecho laboral, es un requisito de calidad en la atención, por la importancia de los vínculos que se establecen entre trabajadores y residentes en el marco de una atención integral centrada en la persona. Desde esta perspectiva, una excesiva rotación de personal de cuidados, sin causa justificada, podría considerarse una forma de maltrato institucional de las personas mayores en un centro o en su domicilio.
Una plantilla suficientemente dotada, bien remunerada, cualificada y motivada. Cualificación para los cuidados que hay que ofrecer, pero, sobre todo, cualificación para el buen trato a las personas. Ese es el reto permanente de formación y reciclaje de los trabajadores y las trabajadoras, nunca bajar la guardia en el buen trato, en la calidad. Sin calidez no puede existir calidad asistencial.
Para lograr calidad y calidez, además de la formación y de las condiciones laborales del personal (bien remunerado y estable), hace falta un reciclaje permanente, y atender a la motivación de los y las trabajadores/as, con medidas que faciliten la conciliación, tan importantes en un sector con un porcentaje tan elevado de empleo femenino, con oportunidades para desarrollar la creatividad (aportando sus habilidades y aficiones a la dinámica del centro y a las actividades de la vida cotidiana) y con oportunidades de promoción y realización de carrera profesional.
11.- ¿Falta dinero o imaginación?
Dinero e imaginación. Sobran ocurrencias y recortes inmisericordes.
Según los últimos datos publicados referidos a la gestión de 2022, la aportación para dependencia de las CCAA se redujo en 98 millones de euros el pasado año. 10 gobiernos autonómicos hicieron caja en 2022 con el incremento de los PGE para dependencia, aliviando las arcas autonómicas en lugar de incrementar la atención a personas dependientes. 10 Comunidades que han disminuido en 2022 respecto a 2021 el gasto en la atención a personas en situación de dependencia son -en millones de euros-: Cataluña, Cantabria, Asturias, C. Valenciana, Andalucía, Extremadura, Madrid, Castilla y León, Castilla La Mancha y Murcia.
12.- ¿Qué haría si fuera ministro/a de la Dependencia?
Nunca me nombrarían ministro.
13.- ¿Qué le da miedo del futuro?
Vivimos en una sociedad insolidaria, que va perdiendo los valores fundamentales para avanzar juntos y juntas, sin dejar a nadie atrás. Me aterrorizan las guerras y no respetar los derechos humanos, que la injusticia nos sea indiferente; que no reaccionemos ante cualquier situación o cualquier decisión que amenace los derechos humanos, en un compromiso continuo con la igualdad y con las personas vulnerables. No rendirme, renunciando a la capacidad de indignarme.
14.- ¿Qué ha aprendido de la pandemia del coronavirus?
Sufrí tanto en ese tiempo y me indigno tanto porque no se apliquen las lecciones aprendidas... Creo que debería suponer un desafío de primer orden jurídico, político, organizativo, financiero, cultural… Que exige un nuevo contrato social sobre los apoyos que todos necesitamos o necesitaremos para tener vidas autónomas y dignas desde el inicio hasta el final de nuestra vida.
15.- Si inventara un robot... ¿qué haría este robot?
Actualmente estoy coliderando un proyecto de investigación denominado Vivir en Casa y desde hace unos meses estoy aprendiendo que la domótica y la robótica nos van ayudar a que podamos terminar nuestro proyecto vital en nuestro entorno. Ya trabajamos con varios robots que realizan diversas tareas y funciones muy útiles para la realización de algunas actividades de la vida diaria de personas en situación de dependencia.
Necesitaría mucho espacio para relatar los avances que estoy evaluando con el equipo del proyecto. Pero les invito a que vengan a Málaga a comprobarlo.
16.- ¿Cómo se imagina usted y dónde a los 90 años?
En mi casa con mi pareja, recibiendo la visita de mis dos hijos y sus familias. Realizando viajes pendientes y pasando alguna temporada en mi pueblo.
¿Algún comentario que quiera añadir?
Me siento orgulloso y agradecido a todas las personas que nos han acompañado en esta aventura solidaria y seguimos soñando con ínsulas de justicia y bienestar.
He dedicado 40 años de mi vida a la intervención social en la convivencia y la integración contribuyendo a la consolidación del Sistema Público de Servicios Sociales y que se garantice el derecho subjetivo de la autonomía personal y atención a la dependencia y puedo asegurar que:
- Combatir conceptos y valores en la sociedad es tarea de largo recorrido; lo sabemos.
- Somos, ni más ni menos, un eslabón más en esta historia interminable en pos de una sociedad justa y solidaria, en la que todos los seres humanos seamos libres para construir y disfrutar de nuestros proyectos vitales.
Vale la pena.