Una de cada 6 personas mayores de 60 años ha sufrido algún tipo de abuso en entornos comunitarios en el último año según la OMS, que ha recordado la magnitud de este problema en el Día de Toma de Conciencia del Abuso y el Maltrato en la Vejez, que se ha celebrado este pasado 15 de junio, y que reclama estrategias compartidas contra el edadismo.
La Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) ha querido remarcar en la celebración de este día que el #Edadismo supone además de una gran falta de respeto, la vulneración de la dignidad y los derechos de la persona que lo vive.
La Fundación Pilares ha denunciado las "graves violaciones de los derechos de las personas mayores que se han producido durante la crisis de la COVID-19", que cuestionan el actual sistema de cuidados, que debería centrarse en la persona. Ha pedido, por ello, honrar a las personas mayores de España y en particular a quienes han sufrido o muerto durante la pandemia y pedir perdón como sociedad "por todo el sufrimiento generado".
La SEGG considera que el Maltrato a los Mayores es una realidad muy compleja, muy plural, que se da en muchos escenarios muy diversos y difíciles de controlar. Existe la sospecha de que la pandemia ha agudizado las situaciones de complejidad en los cuidados.
Un reciente estudio realizado en EEUU por The American Journal of Geriatric Psychiatry entre 897 personas revela que, en el confinamiento durante la pandemia, la prevalencia del abuso de personas mayores se produjo en una de cada cinco personas mayores (21,3%), lo que supone un aumento del 83,6% en comparación con las estimaciones de prevalencia antes de la pandemia.
Se ha asumido que la pandemia ha traído consigo un aumento en el abuso de personas mayores debido a una serie de factores como la tensión financiera, las desigualdades digitales, los recursos socio-económicos cuando son más bajos y una salud más precaria, todos ellos grandes factores de riesgo para este problema.
Es conveniente que la comunidad médica revise sus protocolos existentes para identificar y apoyar a las víctimas de abuso de Mayores en este momento ya que los que han sido maltratados tienen un 300% más de riesgo de muerte.
Teniendo en cuenta que la telemedicina se ha convertido en una norma de atención emergente en la era de COVID-19, podría aportar nuevas oportunidades de detección para descubrir casos que de otro modo pasarían desapercibidos durante las visitas regulares a la clínica.
Es necesario aumentar la formación médica en la detección y el tratamiento del maltrato a las personas mayores tanto en situaciones de pandemia como de normalidad a través de la telemedicina. Educar a los profesionales y cuidadores es fundamental para la prevención del abuso.
Desde las instituciones internacionales, se alienta a todos los países y partes interesadas a utilizar estrategias basadas en evidencia, mejorar la recopilación de datos y la investigación y trabajar juntos para construir un movimiento para cambiar la forma en que pensar, sentir y actuar hacia la edad y el envejecimiento.
La OMS llama la atención también sobre el edadismo que sufre una persona cada segundo en el mundo según un reciente informe del Alto Comisionado para los Derechos Humanos: “la respuesta para controlar el COVID 19 ha desvelado qué extendido está ya que la edad se ha utilizado como único criterio para tener acceso a los cuidados médicos”. El edadismo, que protagoniza una de cada dos personas en el mundo, tiene serias consecuencias para la salud de las personas y su bienestar.” “Se calcula que unos 6.3 millones de casos de depresión se pueden atribuir al edadismo”, según el informe Edadismo un reto global.
CEAPs contra las injusticias
Para hacerse eco de estas injusticias y luchar contra ellas, CEAPs ha lanzado una campaña en redes sociales para visibilizar el problema.
Lares, por unos cuidados de calidad y con calidez
CEDDD alerta de la vulnerabilidad
El Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) alerta del abuso y maltrato a la vejez en el día mundial de toma de conciencia y advierte de que en el actual contexto se prevé un aumento del problema por el envejecimiento de la población en muchos países. La población mundial de mayores de 60 años se duplicará con creces, de 900 millones en 2015 a unos 2000 millones en 2050.
En este sentido, preocupan las tasas de maltrato a personas mayores las cuales son altas en instituciones: dos de cada tres trabajadores de estos entornos indican haber infligido malos tratos en el último año. A la discriminación por edad (edadismo) y el aislamiento o la soledad, hay que sumarle una situación de vulnerabilidad de este colectivo que ante situaciones de maltrato genera una situación de alarma y de salud pública que requiere de intervención desde los ámbitos institucionales, sociales, económicos y comunitarios. En definitiva, una clara vulneración de los Derechos Humanos que se produce más en instituciones que en entornos comunitarios.
Estas situaciones pueden conllevar desde lesiones físicas hasta secuelas psicológicas graves, a veces de larga duración, en particular depresión y ansiedad. Un estudio de seguimiento realizado durante 13 años por la propia OMS reveló que los ancianos víctimas de maltrato tienen una probabilidad de morir dos veces mayor que aquellos que no refieren maltrato.
La pandemia ha sacado a la luz un sistema que adolece de recursos y que llevamos desde este sector, demandando a las Administraciones en múltiples y reiteradas reuniones y encuentros institucionales. El Estado tiene un deber para con las personas mayores, creando mecanismos que velen por sus derechos y entendiendo que esta situación es un problema de salud pública. Desde CEDDD, seguimos visibilizando, concienciando y trabajando por las personas mayores, sus derechos y su máximo bienestar.
UDP, no al paternalismo
ARADE, generar conciencia
AMADE incide en la soledad
Para Amade, la soledad no deseada es la principal causa del maltrato en las personas mayores, que se traduce en un descenso de la actividad y la capacidad funcional, la interacción social, una peor alimentación y un incremento de la obesidad por malos hábitos alimentarios y vida sedentaria. Una realidad que en Madrid afecta a más de 276.400 personas, lo que supone el 25% de la población (según datos de la Comunidad de Madrid).
Un fenómeno que se ha agravado durante la pandemia con el cierre de los recursos que sirven como herramienta para luchar contra esta realidad como son los centros de día.
“El hecho de que se hayan mantenido cerrados durante la pandemia ha provocado situaciones de riesgo para las personas usuarias, físicas, psicológicas, y también emocionales porque este recurso es el que les ofrece la conexión con la actividad social“; explica Pilar Ramos, presidenta de Amade.
A esto Pilar Ramos señalaba que “hay un desconocimiento sobre este servicio. Cuando se habla de atención a las personas, la mirada se centra en las residencias. Pero existen los Servicios de Atención a Domicilio y la Teleasistencia junto a los Centros de Día, que ofrecen lo que todos desde la sociedad reclaman: vivir en casa el mayor tiempo posible, con los apoyos que necesitan”.
Igualmente, Inmaculada Cerejido, directora general de AMADE, “la experiencia de centro de día es única para cada individuo, pues el trabajo está personalizado en el plan integral individualizado (PAI). ¿Quién puede vivir sin retos, sin interés por hacerlo un poco mejor? El papel motivador de la actividad diaria en el centro de día genera ilusión. Un mayor necesita alicientes en su día a día que le mantengan alerta y con ganas de vivir”.
Una ley Integral
Por su parte, el sindicato UGT ha solicitado que se impulse una ley integral de derechos de las personas mayores para acabar con la discriminación por razón de edad, atender las situaciones de mayor vulnerabilidad, acabar con el maltrato y garantizar la participación activa de este colectivo. Ha querido hacer especial hincapié en que es prioritario "acabar con las carencias estructurales y apostar por un sistema integral de protección a las personas mayores que garantice el derecho a tener una vida plena e independiente y un envejecimiento activo".