Antes de empezar a hablar del cannabis y de su posible uso terapéutico en personas mayores que viven en residencias o en sus casas, hay que saber que el cannabis contiene más de 100 cannabinoides, que son compuestos químicos únicos que interactúan con el sistema endocannabinoide del cuerpo humano. Dos de los cannabinoides más estudiados son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol).
Es importante hacer esta matización porque el THC es conocido por sus propiedades psicotrópicas, las que generan el característico "colocón", y, por otro lado, el CBD no produce efectos psicotrópicos pero se ha asociado con diversos beneficios para la salud, como alivio del dolor y reducción de la ansiedad.
Así, la principal diferencia radica en cómo afectan estos cannabinoides al usuario, ya que, mientras que el THC tiene propiedades eufóricas, el CBD tiende a ser más terapéutico sin alterar la conciencia. La diversidad de cannabinoides en el cannabis ofrece un amplio espectro de efectos potenciales y aplicaciones médicas.
Entonces, ¿qué beneficios medicinales aporta el CBD en las personas mayores y qué aspectos legales, por despejar dudas, hay que tener en cuenta sobre su uso?
Beneficios medicinales del CBD en personas mayores
Ahora que el cannabidiol (CBD) ha emergido como un tema candente en el ámbito de la salud, especialmente entre las personas mayores al reconocerse múltiples beneficios, el doctor Jesús A. Fernández-Tresguerres, asesor médico de Phexia y catedrático de Fisiología y Endocrinología Experimental en la Universidad Complutense de Madrid , aclara que los beneficios que aporta este compuesto son "los mismos de los que se benefician las personas de otras edades", algo que consolida el papel versátil del CBD en la salud. Añade que el CBD ha demostrado ser un aliado en la "mejoría del sueño, disminución de la ansiedad y el tratamiento del dolor" en personas mayores.
Al respecto de las consideraciones legales en torno al uso del CBD en pacientes mayores en España y qué dice la ley sobre si se puede consumir y en qué circunstancias, el doctor Fernández-Tresguerres explica: "En España su tipificación oficial es de uso cosmético, pero en países como Canadá, EEUU, Suiza o Alemania su uso es sublingual (bajo la lengua) aunque como decimos en España no está regulado de este modo y por lo tanto no podemos recomendarlo. No obstante, es la vía de administración más recomendada por los médicos expertos y es la que se emplea en la mayoría de los estudios clínicos publicados, por ser la más rápida y efectiva para sentir sus efectos".
¿El CBD y la melatonina podrían ralentizar los procesos de envejecimiento?
El envejecimiento es un proceso fisiológico que ocurre porque una parte del oxígeno que respiramos se transforma en las mitocondrias en radicales libres que son compuestos con una elevada capacidad de oxidar toda clase de moléculas celulares. Este experto recuerda que en el estudio que han realizado en ratas jóvenes y viejas se muestra cómo los radicales libres oxidan proteínas, lípidos e incluso el ADN con lo que genera mutaciones que pueden dar lugar a tumores.
Fernández-Tresguerres, al respecto, subraya: "En el animal joven la producción de radicales libres es pequeña y además tiene muchos antioxidantes propios con lo que sus efectos son inapreciables. Sin embargo, en el animal viejo se producen muchos radicales libres y además cada vez tiene menos antioxidantes por lo que el envejecimiento se dispara de forma exponencial. La posibilidad de utilizar un antioxidante como el CBD abre nuevos campos para retrasarlo".
Y añade: "Nosotros hemos confirmado que al reducir las oxidaciones se reduce también la inflamación y la apoptosis a nivel de los tejidos que hemos estudiado con lo que se confirma dicha posibilidad".
Diferencia entre medicamento y un producto basado en el cannabis
Otro aspecto importante a la hora de saber en qué consisten estos productos es conocer con claridad cuál es la principal diferencia entre un medicamento y los productos naturales basados en el cannabis. Este catedrático de Fisiología y Endocrinología apunta que "para que un producto pueda ser considerado fármaco necesita el registro de Sanidad correspondiente que se obtiene tras la realización de costosos análisis clínicos".
Pone un ejemplo: "El Epidiolex es un medicamento registrado en USA y Europa para el tratamiento de la epilepsia intratable a base de CBD. Los medicamentos se desarrollan para unas indicaciones determinadas, en este caso Epilepsia especial. Para las demás indicaciones, al no haberse realizado suficiente número de estudios clínicos ad hoc, y aunque existan datos publicados suficientes, si no hay registro especifico de Sanidad se puede tratar de un suplemento alimentario y como tal se puede adquirir".
Jesús A. Fernández-Tresguerres, que también es miembro de la Real Academia Nacional de Medicina, desconoce si se utiliza algún medicamento o producto natural en residencias que tenga origen en el CBD, "pero si lo hay -sostiene- será a título personal de algún residente puesto que los suplementos alimentarios no forman parte de las dispensaciones en residencias".
En el caso concreto del beneficio del CBD en el tratamiento de enfermedades habituales en las personas mayores, como pueden ser la artritis o la osteoporosis, afirma que "solamente" hay evidencia científica "en lo que a dolores se refiere". Y lo explica: "El CBD no mejora la osteoporosis ni la artritis (aunque si puede hacerlo con la artrosis) pero si puede mejorar el dolor generado por ambas sin tener los efectos secundarios en el estomago de los AINES (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos)".
En este sentido, las formas de "administración local con cremas" son las más convenientes para las personas mayores. Estas brindan beneficios específicos para dolores localizados: "En España puede haber todavía algunas restricciones en cuanto a su aplicación oral pero con aplicación local se pueden conseguir efectos importantes en dolores de rodillas e incluso de espalda".
Para termnar y para tranquilizar, como miembro del consejo médico asesor de Phexia, apunta que a las dosis que se usan en aplicación local prácticamente no hay riesgos o efectos secundarios con el uso del CBD en personas mayores.
Cannabis en residencias. ¿Lo vamos a ver?
Por Josep de Martí
Me ha llegado una noticia desde los Estados Unidos que tiene que ver con personas mayores y residencias que me ha llamado poderosamente la atención. Resulta que un fenómeno en auge al otro lado del Atlántico es el aumento del consumo de cannabis entre personas de diferentes edades. Así, algunas personas mayores llevan décadas disfrutando de algún que otro 'porrito', pero otros están empezando ahora a descubrir las “bondades de la María”. ¿La razón principal? Según la noticia del New York Times, la capacidad del cannabis de ayudar a dormir mejor, calmar dolores y combatir la ansiedad, especialmente cuando los medicamentos convencionales para combatir esas situaciones se muestran inefectivos o con efectos secundarios peores que lo que quieren evitar, sobre todo cuando has superado una edad.
Recurriendo a las estadísticas, si en 2007 apenas un 0.4% de los mayores de 65 años en EEUU admitían haber probado cannabis durante el último año, la cifra está en 2023 por encima del 8%.
La historia suele repetirse. Una persona mayor con una o varias enfermedades crónicas (Parkinson, demencia...) que recibe prescripciones de hipnóticos y ansiolíticos, la familia ve que la cosa no mejora y deciden pedir una prescripción de marihuana medicinal. En Estados Unidos es común que sea el paciente quien pida al médico que le prescriba algún medicamento y por eso resulta tan sorprendente para los europeos ver cómo los medicamentos pueden anunciarse en publicidad dirigida al público. Una vez prueban la marihuana ven que mejoran las horas de sueño y el mayor vive más relajado. Como el cannabis viene en formatos diferentes, incluso como gominolas masticables, es fácilmente administrable.
Aunque las propiedades medicinales de la marihuana no están del todo estudiadas, especialmente en usuarios mayores, esto no ha impedido que las compañías de cannabis ofrezcan consejos y productos específicos para ellos. Y mientras más mayores experimentan con el cannabis, más corre la voz sobre sus beneficios y los problemas que han encontrado en el camino. La legalización de la marihuana recreativa en varios estados ha hecho que los productos de cannabis sean cada vez más disponibles y que se extienda su uso sin ninguna supervisión médica.
Según algunos médicos que cita la noticia del New York Times, "¡Parece que los mayores están descubriendo un nuevo remedio para sus dolores y achaques!” Esto genera preocupación en la profesión médica, ya que, según dicen, hay que analizar el valor terapéutico que puede ofrecer, pero sin olvidarse de la importancia de estar al tanto de las posibles interacciones con otros medicamentos, los riesgos de generar adicción, tolerancia y cómo puede afectar el cannabis a la cognición, coordinación y equilibrio.
Como prueba de que las personas mayores están cambiando y ya no se ajustan al estereotipo establecido, una mujer de 88 años que vive en una residencia en Maryland ha montado un club de cannabis y ¡hasta se ha animado a usar ChatGPT para crear un manual de 89 páginas sobre el cannabis medicinal que pueden usar sus colegas de centro!
¿Qué deberían saber las personas mayores sobre el cannabis? Lo primero es determinar si su consumo es legal allí donde vivan. Esto es aplicable tanto en Estados Unidos como en España. Si lo es, el consejo de los médicos es que sea un profesional de la medicina quien prescriba y supervise, empezando con una dosis baja (generalmente de 1 a 2.5 miligramos) y luego esperar una semana antes de decidir si aumentarla. Confundir la dosis adecuada puede causar mareos, confusión, cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, ataques de pánico, ansiedad, náuseas, vómitos e incluso llevar a algunas personas a urgencias. Además, está el síndrome de hiperémesis cannabinoide, una enfermedad que provoca vómitos recurrentes en usuarios habituales de marihuana.
La verdad es que no había escuchado nada en relación con el uso de marihuana entre personas mayores en España, aunque sin duda es algo que debe existir con toda seguridad.
Lo que me pregunto es si nuestra realidad es tan diferente de la de los Estados Unidos como para que aquí no se plantee una industria de cannabis recreativo y terapéutico.
Si algún médico quiere responder este comentario estaría encantado de conocer algo más de lo que sucede en nuestro país y saber hacia dónde nos encaminamos.
Nota: En la redacción de este texto y de la fotografía que acompaña me he ayudado de ChatGpt. La fuente principal es el artículo de New York Times que cito.