El uso excesivo e inespecífico de psicofármacos en personas mayores vulnerables es una lacra compartida por todos los países industrializados, a pesar de ser conocida su limitada eficacia y peligrosidad. Así, los efectos adversos que las malas prescripciones pueden tener son frecuentes y potencialmente muy severos. Estos van desde el empeoramiento de la memoria y la capacidad de lidiar con actividades de la vida diaria, hasta alteraciones musculares, caídas o muerte por parada cardiaca.
El mal uso de estos psicofármacos es tan habitual que las sociedades médicas y los gobiernos de numerosos países han emitido decenas de guías de prescripción para sus médicos y a pesar de todas estas alertas el problema no ha sido todavía controlado. El problema se extiende al trato con personas mayores en algunos centros residenciales en los que, cada vez menos, se aplican este tipo de sujeciones químicas.
Ante esto, la Fundación Maria Wolff ha elaborado una metodología completa denominada Criterios Chrome (acrónimo inglés de “metodología para evitar sujeciones químicas”) que permite paliar los problemas sobre la mala prescripción de psicofármacos que padecen las personas mayores. De hecho, el director de esta fundación, Rubén Muñiz, afirma que "la aplicación de los criterios Chrome garantiza la eliminación de sujeciones químicas en una residencia y posibilitan una prescripción de calidad".
Desde el punto de vista técnico, apunta que "lo más importante es que con este estudio se ha terminado de demostrar que el enfoque sindrómico, el que se hace sobre el síndrome, es mucho más beneficioso para el paciente que el enfoque sintómático". Este experto ha explicado a Dependencia.info que "si tu estado mental o cerebral puede beneficiarse de algún psicofármaco, las probabilidades de que se te prescriba un psicofármaco adecuado son mucho más elevadas que si te lo prescriben con el enfoque sintomático".
"La sujeción química o la prescripción de mala calidad, con los criterios Chrome lo evitas... se eliminan las sujeciones al cien por cien", insiste Muñiz que subraya que "los criterios Chrome utilizan una definición muy estricta de lo que es sujeción química, desde el punto de vista jurídico y médico, y está tan clara que un tercero te lo puede valorar". "Esta definición que se ha conseguido después de muchos años de trabajo incluida en los criterios Chrome y es una de sus fortalezas", remarca.
Además, el responsable de la Fundación Maria Wolff explica que lla ventaja que tiene también para el médico es que "le da una seguridad jurídica que antes no tenía y una autoridad técnica y científica que médicos que no aplican estos criterios no tienen... Te ayudan a justificar todo el proceso tanto de diagnóstico como de desprescripción y prescripción". Para los trabajadores de atención directa también hay ventajas, ya que "los usuarios colaboran más, están más despiertos y es más satisfactorio trabajar con personas que te responden que hacerlo con personas que se encuentran en estados cuasi vegetativos o que se caen".
El estudio realizado, tras la aplicación de la metodología en varios centros del grupo Albertia, ha sido publicado recientemente por la prestigiosa revista Journal of Alzheimer’s Disease – Reports demostrando que el uso racional de psicofármacos mejora la calidad de vida de las personas mayores sin afectar negativamente en el comportamiento.
Este hallazgo es fundamental, dado que uno de los frenos habituales del médico de residencias o atención primaria a la retirada de psicofármacos es el temor de poder empeorar la conducta. Este recelo estaba justificado dado que la validación científica de las guías globales de des-prescripción ha sido incompleta o anecdótica y porque estas guías se limitaban a decirle al médico lo que no debía hacer, pero sin ofrecerle alternativa alguna.
“La formación en Criterios Chrome permite al médico de atención primaria, o al médico de residencias, una revisión ágil de los psicofármacos y retirar aquellas prescripciones innecesarias o acertar con el fármaco adecuado si hiciera falta,” afirma López Álvarez, coautor del estudio elaborado.
“Tras varios años considerando cómo mejorar la calidad de prescripción en nuestras residencias, encontramos en los criterios Chrome lo más sencillo y eficaz para resolver la parte médica de los problemas de la conducta y los estados de ánimo”, afirma Luis Perea, director técnico del grupo Albertia: “Hemos comenzado a implantar los ‘Criterios Chrome’ en todas nuestras residencias con el objetivo de eliminar las sujeciones químicas.”
Un cambio de modelo en la prescripción de psicofármacos
Otro hallazgo novedoso del estudio es la demostración rotunda de que la sobre-prescripción de psicofármacos en ancianos viene precedida por sobre-diagnósticos. Esto conduce a que varios síntomas de la misma persona son tratados frecuentemente con varios psicofármacos que interactúan entre sí de modo indeseado.
Los criterios CHROME, por el contrario, giran en torno a siete síndromes, o sea: afectaciones cerebrales que explican varios síntomas, permitiéndole al médico resumir varios fármacos por uno solo que además se ajusta mejor a la base bioquímica de los síntomas. De paso, estos estrictos criterios diagnósticos des-medicalizan comportamientos no patológicos evitando prescripciones innecesarias o aquellas que pudieran ser sujeciones químicas.
Para facilitarle al médico un cambio tan radical el artículo publica por primera vez un algoritmo (esquema) que ayuda al médico en la retirada de fármacos inadecuados a la vez que le sugiere fármacos acertados si hicieran falta.
Datos que avalan la eficación de los criterios Chrome:
Para comprobar la eficacia de la metodología desarrollada en CHROME, los científicos de la Fundación Maria Wolff llevaron a cabo un completo estudio sobre 171 personas mayores con demencias de varias residencias para mayores del grupo Albertia. Los datos obtenidos sobre diagnósticos basados en diferentes síndromes neuropsiquiátricos fueron esclarecedores:
Los diagnósticos sobre trastornos del sueño se redujeron desde el 61,2% hasta el 33,1%; los diagnósticos por ansiedad bajaron del 60,5% al 37,4%; por depresión, del 57,8% al 30,9%; y por síndrome psicótico del 38,1% al 20,1% (lo que implica una reducción del 47,2%).
Como consecuencia de los nuevos diagnósticos establecidos bajo los ‘Criterios CHROME’, la reducción en el suministro de medicamentos para los pacientes fue del 52,6% (un medicamento por paciente de media).
El suministro en la prescripción de psicofármacos que más se redujo en los pacientes fue el de antidepresivos, que pasaron de un 76,9% a un 33,8% tras la intervención y el de neurolépticos atípicos que disminuyeron desde el 38,8% previo hasta el 15,1% final. Las reducciones más notables se registraron en las benzodiacepinas, sobre las que se alcanzó una disminución de hasta el 87%.
Una vez llevada a cabo esta significativa variación en los tratamientos prescritos, se comprobó que los mayores habían experimento una mejora en su estado de ánimo, afectividad, así como una reducción en los ingresos en las urgencias hospitalarias.
¿Qué hace un director de residencia que quiera aplicar los criterior Chrome? ¿Es caro?
Lo primero, llamar a la Fundación María Wolff para informarse con detalle. Desopués, hay que saber que la formación de los médicos es bastante económica. Ponerlo en marcha no supone mucha alteración en el normal funcionamiento de la residencia. Es muy sencillo hacerlo, pero también los médicos de la Fundación María Wolff ayudan a los médicos de los centros residenciales a implementarlo.
Caso real clínico de Maria Luisa, una paciente después de una prescripción hecha bajo los criterios Chrome: